Las vibraciones europeas de un derbi que hizo tambalear los cimientos de la vieja Catedral
Patxi Puñal marcó en 2005 el 0-3 para Osasuna en el inicio del segundo tiempo con un golazo de falta que dejaba la victoria encarrilada para los de Javier Aguirre. Sin embargo, Julen Guerrero culminó una remontada apoteósica para el primer Athletic de Valverde que todavía se recuerda en San Mamés.
Athletic y Osasuna se miden este lunes por la noche en San Mamés (21.00 horas) con los puestos europeos en el horizonte y las estadísticas favorables para los de casa. En las 41 ocasiones en las que se han enfrentado en Liga, los rojiblancos se han impuesto en 23 partidos. Asimismo, se han producido once empates y los navarros tan solo han ganado siete veces en La Catedral. Marcelino se despidió de la afición con un triunfo el curso pasado (2-0) y Arrasate se estrenó sacando los tres puntos con un gol de Oier Sanjurjo en 2020.
El anterior triunfo de Osasuna se remonta ya hasta 2007, con Ziganda de técnico, le endosaron un contundente 0-3 a un Athletic entrenado por Mané y que peleaba por eludir el descenso. El conjunto navarro firmó algunas de sus mejores actuaciones en San Mamés en la primera década del siglo XXI con Javier Aguirre en el banquillo, logrando un 1-3 en su primera visita como técnico en 2002.
El mexicano de origen vasco conformó un equipo aguerrido, no exento de calidad, que llegó a la final copera de 2005 y que la temporada siguiente se metió en la previa de Champions, donde cayó eliminado a doble partido frente al Hamburgo, pero que luego alcanzaría las semifinales de la entonces Copa de la UEFA de la mano del Cuco.
El 22 de enero de ese mismo año la vieja Catedral vibró un sábado por la noche con uno de los derbis más recordados en Bilbo y que, seguramente, tampoco han olvidado en Iruñea. En los prolegómenos fueron homenajeados los corredores del equipo ciclista Euskaltel Euskadi. Eran otros tiempos.
El Athletic de la primera etapa de Valverde se presentó al choque repletó de ilusiones europeas y después de firmar una goleada histórica ante el Standard de Lieja (1-7). A su vez, seguía vivo en Copa y luchaba por los puestos de honor de la Liga con los navarros.
La alineación titular de los rojiblancos estuvo compuesta por Aranzubia en la portería; una defensa con Murillo, Lacruz, Luis Prieto y Javi González de lateral izquierdo; Gurpegi y Orbaiz en el doble pivote; Etxeberria en la banda derecha, Yeste en la media punta, Ezquerro por la izquierda y Llorente como delantero centro. Era el tercer encuentro consecutivo para un ariete que no había cumplido los 20 años y se había estrenado días antes en Copa con un triplete ante el Lanzarote.
Osasuna salió con Juantxo Elía de portero, Unai Expósito en el lateral derecho, Josetxo y Cruchaga de centrales y Clavero de lateral izquierdo. Patxi Puñal y el uruguayo Pablo García comandaron el centro del campo con David López por la derecha y Moha en el otro costado. En ataque se ubicaron el camerunés Webó y el ‘Chengue’ Morales.
El conjunto navarro fue superior en la primera mitad y se fue por delante al descanso con un gol de Pablo García. El uruguayo, zurdo cerrado y que sería posteriormente fichado por el Real Madrid, hizo el tanto con un derechazo desde fuera del área. Valverde modificó el esquema metiendo a Iraola por Lacruz en la segunda mitad, pero el equipo rojiblanco hizo aguas en defensa y encajó dos tantos en la reanudación. Webó marcó de cabeza en un centro de Expósito y Patxi Puñal soltó un tremendo zapatazo en una falta que se coló en la portería de Aranzubia. Era el minuto 56 y el marcador reflejaba un 0-3.
El derbi parecía finiquitado. El Athletic estaba noqueado, pero Fran Yeste consiguió recuperar la esperanza en cinco minutos. Primero, finalizando con la derecha una contra impulsada por Llorente y, después, con un lanzamiento espectacular de falta. Quedaba media hora y la grada se encendió. El espíritu de la vieja Catedral empezó a rugir y los leones fueron intimidando a un equipo rojillo al que le empezaron a temblar las piernas.
A falta de diez minutos para el final, Valverde hizo dos cambios que resultaron decisivos. Entraron Tiko y Julen Guerrero, el ídolo local. La perla de Portugalete había perdido su puesto en las alineaciones con el paso del tiempo, pero siempre era ovacionado cuando saltaba al campo. La salsa rojiblanca ya contaba con todos los ingredientes y Tiko -futbolista con pasado en Osasuna- lograba igualar el encuentro en el primer balón que tocaba. El navarro resolvió una llegada con un tiro cruzado dentro del área.
Todavía faltaba la traca final. Iraola puso un centro desde la derecha y Julen Guerrero lo enviaba a las redes con un remate en el primer palo. La apoteosis en el último minuto. Casi se derrumba San Mamés, los cimientos se removieron con la locura desatada. «Sei bella come un gol al 90», como decía esa pintada en una pared de un pueblo italiano.
Fue uno de los últimos goles del icónico número 8. Encumbrado como figura del club en los noventa concluyó su carrera de manera precipitada en el inicio de la temporada siguiente. Esta campaña se cumple el 30 aniversario del debut de un Guerrero que ha alcanzado los 49 años este sábado. Asimismo, su apellido sigue apareciendo en los medios ya que su hijo Julen Jon apunta a ser cedido al Amorebieta de Primera Federación desde el juvenil del Real Madrid. Internacional con la selección española en categorías inferiores, tiene 18 años, mide 1,86 metros, es zurdo y se desenvuelve en las posiciones ofensivas del medio campo. Al igual que su padre destaca por su capacidad de llegada y facilidad de remate.
Valverde también acabó su primera etapa de una manera abrupta tras caer eliminados en Europa contra el Austria de Viena y perder las semifinales de Copa a penaltis ante el Betis en San Mamés. Los andaluces alzarían el título frente a Osasuna en la prórroga. El conjunto navarro continuó en línea ascendente con el «vasco» Aguirre en las siguientes temporadas, mientras el Athletic sufrió lo indecible para mantener la categoría en el catalogado como «bienio negro».
Otros nombres propios
El trasvase de jugadores entre Athletic y Osasuna ha sido habitual a lo largo de la historia, a pesar de que las relaciones entre los clubes hayan pasado por altibajos. La última polémica fue el fichaje de Jesús Areso que provocó la ruptura de relaciones en 2017. El lateral derecho estuvo cuatro años en Lezama y al finalizar el contrato retornó a Osasuna la campaña pasada. Sufrió una grave lesión y este curso ha sido cedido al Burgos en Segunda.
Será ese extra de motivación que aportan los derbis el que hace crecerse a los jugadores que guardan vínculos con el rival. Después de Julen Guerrero, Oihan Sancet es el futbolista del Athletic más joven que ha logrado un triplete. El navarro dejó inscrito su nombre en el duelo de la temporada pasada en El Sadar haciendo los tres tantos rojiblancos. Con pasado en Tajonar, también marcó en 2021 contra Osasuna en San Mamés y fue titular por primera vez con el Athletic en Iruñea asistiendo a Iñaki Williams.
El 9 rojiblanco nació en Bilbo, pero creció en la capital navarra junto a su hermano Nico, que pasó por la cantera rojilla antes de recalar en Lezama. Todavía no ha marcado a Osasuna, al contrario que Berenguer y Raúl García. El veterano tiene el honor de haber hecho goles con los dos equipos. El capitán Iker Muniain también suele cuajar buenos encuentros ante el equipo de su ciudad natal. El frente de ataque rojiblanco está repleto de futbolistas navarros.
En la actual plantilla de Osasuna hay media docena de futbolistas navarros formados en Tajonar como Unai y David García, Moncayola, Aimor Oroz, Pablo Ibáñez y Kike Barja. El único jugador que estuvo en Lezama es Aitor Fernández y, antes de consagrarse en Primera con el Levante, el portero guipuzcoano coincidió con Jagoba Arrasate en el Numancia. El entrenador de Osasuna es vizcaino, pero se formó como técnico en la Real. Su segundo, Bittor Alkiza, es donostiarra y sí que estuvo muchos años en Bilbo como jugador tras ser fichado desde el conjunto txuri-urdin.
Casualidad o no, el vizcaino Miguel Angel Lotina también logró la victoria en su primer partido en San Mamés con Osasuna en 2001. Kuko Ziganda, que fue entrenador y jugador del Athletic, fue titular en la delantera de ese equipo y se impuso como técnico con el cuadro rojillo en 2007. En esa goleada (0-3) marcaron los goles Iñaki Muñoz y David López, futbolistas que recalaron después en el Athletic. Son muchos los nombres que se cruzan en el camino entre Iruñea y Bilbo.