Piden al Parlamento de Gasteiz que en la Ley de Memoria haya un censo de verdugos franquistas
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica quiere el proyecto de Ley de Memoria Histórica incluya un censo de verdugos franquistas, por lo que ha enviado una carta a la Cámara de Gasteiz. En definitiva, piden que no se discrimine entre víctimas de diferentes violencias.
La Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica (ARMH) ha dirigido una carta a los grupos del Parlamento de Gasteiz para que en su proyecto de Ley de Memoria Histórica «no se sesgue el relato del pasado y se anuncie que habrá un censo de víctimas del franquismo pero no uno de verdugos».
En dicha carta argumentan que «no se puede hablar desde un Parlamento de una legislación comprometida con la verdad cuando al censo de víctimas no lo acompaña uno de verdugos, dando a la violencia franquista el mismo tratamiento que se ha dado a la violencia terrorista».
Asimismo, recalcan la necesidad de que se conozca «quienes fueron y qué hicieron los perpetradores de las violaciones de derechos humanos de la dictadura franquista», teniendo en cuenta que ninguno de ellos ha sido enjuiciado ni condenado por estos hechos.
Por ello, piden que se sigan las recomendaciones del Grupo de Trabajo contra la Desaparición Forzada en Involuntaria y del Relator Especial para la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de No Repetición, organismos de la ONU, que «señalan que las instituciones de un Estado democrático no pueden mantener ningún tipo de discriminación entre víctimas de diferentes violencias».
Según explica en una nota Emilio Silva, presidente de la ARMH, «no puede ser que alguien visite el memorial de las víctimas del terrorismo en Vitoria y encuentre un espacio para los victimarios y en la ley de memoria histórica, que habla de víctimas de la dictadura que nunca han visto a un verdugo sentado en un banquillo de los acusados, no se pretenda señalar a quienes utilizaron la violencia para asaltar el poder y se negaron a celebrar elecciones democráticas durante cuarenta años sin que nadie se lo impidiera».