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Fallece Raquel Welch, la sex symbol universal que buscaba ser más que ‘El cuerpo’

Con su bikini de piel y a modo de sexi mujer de las cavernas, Raquel Welch se convirtió en un icono. ‘La mujer más bella del mundo’ fue, a su pesar, encasillada en estos papeles. Esta estrella de Hollywood de las décadas de los 60 y 70 ha muerto a los 82 años y con ella se va una época.

En ‘Hace un millón de años’, la película que la lanzó al estrellato. (NAIZ)

«La señora Welch ha muerto en paz esta madrugada a consecuencia de una breve enfermedad», explica sucintamente el comunicado con el que se ha anunciado este miércoles el fallecimiento de Raquel Welch, la estrella del cine estadounidense que se convirtió en un icono en los sesenta, en la imagen soñada de un póster colocado en muchas paredes de cuartos de adolescentes, por su papel de mujer de las cavernas, esplendorosa y sexi con su bikini de piel de animal, en ‘Hace un millón de años’. La cosa llegó a tanto que se le conocía por este apodo: ‘El cuerpo’.

Jo Raquel Tejada, como se llamaba en realidad, nació en Chicago el 5 de setiembre de 1940. Era hija de un ingeniero aeronáutico boliviano y una estadounidense, y creció en California, donde aprendió danza clásica. A los 14 años ganó el premio ‘Miss fotogenia’, el primero de una larga serie que incluía ‘Miss formas’, ‘Miss belleza entre bellezas’ y ‘Miss dama de California’.

Tras su breve matrimonio con James Welch, un compañero de la escuela secundaria con quien tuvo dos hijos antes de los 20 años, se mudó a Dallas y vivió de trabajos ocasionales como camarera y modelo. En busca del estrellato, regresó a Los Ángeles en 1963, donde conoció a Patrick Curtis, un agente de publicidad que lanzó su carrera tras convencerla de que mantuviera el apellido de su ex para ocultar sus orígenes latinos, entonces no muy del gusto de Hollywood. Se inició en películas mediocres, la más destacada de ellas ‘The Handyman’, donde aparece junto a Elvis Presley.

La cavernícola sexi

Fue descubierta por la Fox, cuando se la eligió en 1966 como cabeza de cartel de ‘The Fantastic Voyage’, de Richard Fleischer, una película de ciencia ficción que la hizo despegar. Ese mismo año interpretó a una salvaje prehistórica en ‘One Milion Years BC’ (‘Hace un millón de años’, 1966) una película casi muda cuyo cartel pasará a la historia del cine. En él posaba con su espectacular figura y en el famoso biquini de piel de animal cuyos jirones parecían haber sido arrancados por un animal feroz.

Luego encadenó las películas en los años 70, aunque seguía marcada por su condición de símbolo sexual. Tras la desaparición de Marilyn Monroe, esta joven amazona de melena rojiza asumió el estatus de sex symbol universal, y acabó así con la idea de que solo una rubia podía encarnar la supuesta ‘quintaesencia’ de la feminidad.

Pero, para su gran desesperación, su fama se basaba solo en su belleza. «Realmente tuve la sensación de que la gente se reía de mí, solo les interesaba la otra mujer: la que está a horcajadas, vestida con un bikini de piel de conejo, con esa figura de reloj de arena imposible», confesó en su autobiografía, publicada en 2010.

En 1967, se casó con su pigmalión en París, luciendo un espectacular minivestido de malla blanca. Rica y famosa, tenía una suntuosa villa en Beverly Hills, una piscina de mármol negro, un Rolls-Royce...

Rompiendo moldes

En el cine de los 70 no consiguió quitarse la etiqueta de mujer sexi, aunque lo intentó. Rodó westerns (‘Bandolero’ y ‘100 rifles’), películas policíacas o incluso comedias. Tarantino ha reconocido la influencia del western ‘Hannie Caulder’ (1971), donde Raquel Welch encarnó a una viuda que venga la muerte de su marido, en el argumento de ‘Kill Bill’ (2003).

En 1969, las escenas eróticas inéditas con el actor negro Jim Brown en ‘The Hundred Guns’ y su papel transgénero en la parodia ‘Myra Breckinridge’ (1970) no le ayudaron a cambiar de imagen. Sin embargo, ganó un Globo de Oro por ‘Los tres mosqueteros’ en 1973.

Despedida por la MGM el reparto de ‘Cannery Row’, en 1982, supuestamente porque era demasiado mayor para el papel, demandó el estudio y obtuvo 15 millones de dólares por incumplimiento de contrato. Por contra, supuso un parón total en su trabajo; no recibía encargos.

Entusiasta del yoga, se lanzó, como Jane Fonda, al negocio del bienestar. Después de haber ocultado sus orígenes latinos durante mucho tiempo, la gallarda sexagenaria asumió sus raíces encarnando papeles hispanos en ‘American Family’ (2002) o ‘Tortilla soup’ (2001).

Raquel Welch «era elegante, profesional e increíblemente glamurosa. Simplemente impresionante», ha escrito en Twitter la actriz Reese Witherspoon, quien compartió cartel con ella en la película ‘Una rubia muy legal’, en 2001.

Deja dos hijos, Damon y Tahnee Welch.