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Entrevue
Joseba Lekunberri
Plataforma Romo: No al derribo

«No entendemos que se tenga que derribar un edificio histórico»

Erromo se ha volcado contra el derribo del edificio del número 12 de la calle Lope de Vega, sede desde hace 35 años de Nagusien Etxea. Joseba Lekunberri, de la plataforma Romo: No al derribo, lo califica como un símbolo para el barrio y considera que echarlo por tierra sería una pérdida irreparable.

Protesta de este jueves contra el derribo del edificio de la calle Lope de Vega. (Marisol RAMIREZ | FOKU)

¿Qué importancia tiene el edificio de Nagusien Etxea para el barrio de Erromo?

El edificio que hoy día ocupa Nagusien Etxea, con su anexo, antiguo Euskaltegi municipal, tiene una historia muy larga detrás. En su momento, albergaron una casa-convento de monjas y unas escuelas. Más tarde, las monjas vendieron el edificio con el objetivo de construir viviendas, pero el barrio se opuso fuertemente y consiguió detener el proyecto, con la posterior compra de los edificios por parte del Ayuntamiento.

Por un lado, la antigua casa-convento y la capilla se convirtió en Nagusien Etxea, y el anexo en Kultur Etxea y biblioteca municipal. Estos servicios los llevaron más tarde a otro punto, y ese espacio se usó para albergar el Euskaltegi municipal. En 2018 se inauguró Romoko Kultur Etxea (RKE), y durante su construcción ya se rumoreó que era para trasladar esos servicios y echar abajo el antiguo edificio para construir viviendas. De hecho, vaciaron el edificio del Euskaltegi pero los jóvenes del barrio aprovecharon para ocuparlo y abrir el gaztetxe Itzubaltzeta III. A su vez, la junta de Nagusien Etxea decidió no trasladarse a RKE y comenzó una lucha que dura hasta hoy.

Pero hay más. Antes de las últimas elecciones locales, el Ayuntamiento descartó la idea de construir viviendas, porque quería edificar un nuevo «centro intergeneracional» con fondos europeos.

¿Tiene sentido derribar un inmueble para volver a construir encima?

Nosotros no entendemos que para construir el centro intergeneracional se tenga que derribar un edificio histórico. Un informe del Colegio de Arquitectos resaltaba su valor arquitectónico y destacaba su salud y los materiales de los que estaba hecho. Por eso defendemos que no hay ninguna excusa para derribarlo. Además, el centro intergeneracional está pensado para dar cobertura a toda Bizkaia, por lo que creemos que en el territorio debería haber otro sitio más apropiado para levantarlo.

¿Qué iniciativas han tomado contra el derribo?

En el pueblo hicimos una consulta popular con la participación de más de 1.600 vecinos, hemos reunido 4.000 firmas contra el derribo, hemos presentado mociones y preguntas dirigidas a la alcaldía… pero no nos han hecho caso.

¿Cuál es el interés del Ayuntamiento para derribar un edificio funcional y que mantenía una actividad diaria?

Lo que hay es una voluntad de dar un «pelotazo» urbanístico importante. Otra cosa sería que fuera un edificio antiguo, pero es que además de estar perfectamente, tiene una función social importante que vas más allá en el tiempo de ser sede de Nagusien Etxea. Junto a las Casas Baratas, es un símbolo de Erromo, ambos conforman el núcleo fundacional del barrio.

En mayo habrá elecciones municipales. ¿Esperan que las movilizaciones contra el derribo pasen factura a PNV y PSE, los partidos del equipo de Gobierno?

Nosotros creemos que sí, pero también esperamos llegar a mayo con el edificio en pie. En las elecciones el conflicto debería seguir vivo, a ver si tiene consecuencias en los resultados y es el impulso a un cambio político. Ese es nuestro objetivo. El problema es que el Ayuntamiento tiene prisa, porque necesitan justificar la ayuda recibida desde Europa de los fondos Next Generation para la financiación del centro intergeneracional.