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El Senado francés arranca, a puerta cerrada, el debate sobre la reforma de las pensiones

El proyecto de reforma de las pensiones llega hoy Senado francés. Un estudio del texto, en comisión y a puerta cerrada, precede al debate en pleno, a partir del jueves. El macronismo se abre a negociar cambios sobre carreras largas y pensiones de mujeres con la derecha que domina la Cámara Alta.

La mejora de las pensiones de las mujeres, una demanda en las protestas en las calles sobre la que negocian ya macronismo y derecha. (Guillaume FAUVEAU)

La reforma de las pensiones, según la cual la edad legal de jubilación pasará, en el horizonte de 2030, de los 62 a los 64 años de edad (67 para quienes no reúnan los 43 años de cotización que se exigirán a partir de 2027) salió de la primera lectura en la Asamblea Nacional sin un voto.

Dos semanas de acalorado debate, con miles de enmiendas, acabaron con una imagen de ruptura clara entre el Gobierno y la oposición de izquierda, la autora de la mayoría de las enmiendas, y a la que el macronismo acusó de obstruir un debate al que el propio Ejecutivo puso límites estrictos, al acogerse al artículo 47.1, y acotar así en el tiempo la tramitación parlamentaria.

Hoy el texto llega al Senado, que lo estudiará en comisión y a puerta cerrada antes de que el debate llegue al pleno, el jueves, para dos semanas de debate.

En los últimos días, el Gobierno ha multiplicados los gestos tratando de ganarse el apoyo de la derecha, su único aliado posible para dotar de legitimidad parlamentaria a su proyecto.

«Deseo que el Senado pueda enriquecer el texto del modo que entienda más últil», avanzaba el propio Emmanuel Macron, el sábado, en declaraciones a los medios que seguían su visita al Salón de la Agricultura, en París.

«Escucharemos las propuestas del Senado y encontraremos un camino compartido», completaba, por su parte, la primera ministra, Élisabeth Borne, que en la publicación femenina ‘Elle’ ha dado hoy una nueva pista en la cuestión sensible de la brecha de género.

Bonificaciones en pensiones de algunas mujeres

«Podemos estudiar una ampliación en las bonificaciones que se contemplan a partir del tercer hijo, de forma de extender esa medida y compensar así las diferencias de evolución salarial que soportan todavía demasiadas mujeres», ha avanzado la jefa del Ejecutivo, según informa AFP.

Las madres reciben actualmente 4 trimestres de cotización de pensión suplementarios por cada hijo –nacido o adoptado– antes de 2010 a modo de compensación de la incidencia de la maternidad en la vida profesional. Y otros cuatro trimestres en contrapartida del esfuerzo dedicado a la educación del menor durante los cuatro años que siguen al nacimiento o adopción.

Las bonificaciones se modulan al alza y son más importantes a partir del tercer hijo. Así, hasta dos hijos esa mejora es del 10% y se suma un 5% a partir del tercero.

El jefe de filas de de la derecha, Bruno Retailleau, va con su propia propuesta en relación a las pensiones que cobran las mujeres.

Propone aplicar una mejora suplementaria del 5% a «todas las madres de familia con una carrera completa».

Una iniciativa que tendría un impacto limitado, dado que la maternidad sigue siendo hoy sinónimo de pérdida de cotización para muchas mujeres que dejan de lado el trabajo remunerado para cuidar a sus hijos o optan por reducciones de jornada que les limita en la progresión profesional incluso después de la crianza, con el consiguiente impacto en sus pensiones.

LR propondrá además la creación de una nueva modalidad de contrato indefinido en CDI para los «trabajadores senior» (+ de 55 años) para garantizar su continuidad en la actividad hasta alcanzar la nueva edad de jubilación.

La izquierda quiere debatir y en la calle se prepara el bloqueo

Por lo demás, la derecha tiene difícil decir no a una reforma que lleva reclamando desde hace años y pretende además aparecer como la guardiana de las cuentas públicas, ya que su segunda condición al Gobierno pasa por acordar un sistema que no lleve a «acumular más déficit».

Por su parte, socialistas, ecologistas y comunistas deberán concretar en las próximas horas su estrategia conjunta, aunque desde el PS se avanza la ambición de que, a diferencia de lo ocurrido en la Asamblea Nacional, en el Senado se debata y vote la ley antes de que suene la campana el 12 de marzo a medianoche.

De manera previa, el 7 de marzo, los sindicatos anuncian una jornada de bloqueo del Estado francés para denunciar una reforma «brutal e injusta».