Una ballena en el frente del multiverso
Perdón por meter en el titular con calzador referencias a las tres películas ganadoras de los Óscar del 2023, pero es una manera como otra cualquiera de significar que unos premios anuales que se reparten entre sólo tres producciones tienen un grave problema. No se puede resumir todo el caudal de estrenos de la pasada temporada cinematográfica en una representación tan corta, olvidándose de tantas y tantas películas. Es una falta de consideración hacia las nominadas, y hacia las que se quedaron fuera, siendo merecedoras de una mayor atención.
Dicho esto, me imagino que la gran triunfadora de la noche, con siete estatuillas doradas como la alfombra que ya no es roja, lo ha sido por su repercusión en las plataformas digitales. Lo cierto es que en su estreno comercial en nuestras salas de proyección no funcionó, motivo por el cual ahora ‘Todo a la vez en todas partes’ dispone de una segunda oportunidad en la gran pantalla, donde es más fácil marearse con su acelerada edición de imágenes en bucle, frente a las que el buen cine de Spielberg se ha visto desbordado, gerontofobia aparte. Queda claro que el nuevo Hollywood se apunta a la moda del multiverso.
En lo cultural también tocaba cambiar de tercio, con el castigo al cine afroamericano por el incidente del pasado año, y la corriente proasiática les ha venido de perlas como reemplazo para el discurso oficial de la diversidad. A Argentina le toca esperar y conformarse con el mundial de Messi, ya que el cupo internacional ha correspondido al antibelicismo con el conflicto de Ucrania latente. Por extensión, el Óscar al Mejor Documental ha sido para la película de Daniel Roher sobre Alexei Navalny, el líder de la oposición rusa al que envenenaron.
Espero y deseo que la política creativa de la productora independiente A24 no cambie a partir de su oscarizada película, y que siga respaldando proyectos pequeños, libres y autorales, como lo venía haciendo hasta la fecha, ya fueran de terror o no.