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UBS comprará Credit Suisse por unos tres mil millones de euros

UBS, principal banco suizo, ha decidido adquirir Credit Suisse, su principal competidor, por tres mil millones de francos suizos (3,2 mil millones de euros). De esta forma se cierra una semana terrible para una entidad con 167 años de historia cuyo desplome hizo zozobrar a todo el sector financiero.

Imagen de una sucursal de UBS delante de la fachada del Parlamento suizo. (Fabrice COFFRINI | AFP)

El banco Credit Suisse, la primera víctima fuera de Estados Unidos de la crisis bancaria que estalló la semana pasada en aquel país, será absorbido por su competidor UBS, con el aval del Gobierno suizo, según ha anunciado esta tarde el gobierno federal.

El montante de la operación ascenderá, según han señalado algunos medios, a más dos mil millones de dólares –unos mil novecientos millones de euros– y es «una solución apoyada por el gobierno, que garantiza las condiciones marco para su éxito», ha dicho el presidente de la Confederación helvética, Alain Berset. También ha explicado que el Ejecutivo garantizó el jueves 100.000 millones de francos suizos –en un primer momento fueron 50.000 millones– para la liquidez del banco.

Uno de los bancos sistémicos

«La situación es conocida, Credit Suisse es uno de los 30 bancos sistémicos a nivel mundial. Es uno de los dos principales bancos del país. Por lo tanto, no solo es decisivo para Suiza, para nuestras empresas, para los clientes privados, para sus propios empleados, sino también para la estabilidad de todo el sistema financiero», ha añadido Berset en rueda de prensa desde el Palacio Federal de Berna.

El dirigente suizo se ha referido a las «importantes turbulencias» sufridas en los últimos días por varios mercados financieros. «Esta turbulencia –ha insistido– desestabilizó a los bancos más frágiles y este fue el caso de Credit Suisse. A pesar de la buena capitalización, Credit Suisse ha perdido la confianza de los bancos».

En consecuencia, «ante tal pérdida de confianza», ha indicado que «asegurar el suministro de liquidez a un banco es una de las medidas a tomar como máxima prioridad». Por ello el Gobierno aprobó el jueves por la noche 50.000 millones en liquidez inmediata para Credit Suisse y esta tarde ha detallado que el total de garantías asciende a 100.000 millones francos suizos.

El Banco Nacional Saudí cierra la puerta

De esta forma, Credit Suisse, segunda entidad financiera helvética –la primera es, precisamente, UBS– cierra la semana más desastrosa en sus 167 años de historia, que tuvo un punto de inflexión el miércoles con una caída bursátil del 24% después de que su principal accionista, el Banco Nacional Saudí, se negara a darle más asistencia financiera.

El desplome se produjo, en cualquier caso, tras varias jornadas muy negativas para el banco, arrastrado por la crisis bursátil causada por el colapso del estadounidense SVB, seguido de la caída de otras dos entidades más pequeñas, Signature Bank y Silvergate.

El jueves anunció que había pedido prestado 50.000 millones de francos (unos 54.000 millones de dólares) al banco central suizo para «fortalecer de forma preventiva su liquidez», pero Berset ha dicho hoy que finalmente el viernes el Gobierno llegó a la conclusión de que «ya no se podía restablecer la confianza necesaria y que era imprescindible una solución rápida que garantizara la estabilidad».

En las últimas horas las negociaciones se han sucedido hasta desencadenar la compra del banco a cargo de UBS.

Sobre este asunto, la ministra de Finanzas, Karin Keller-Sutter, ha explicado que la Confederación Suiza otorgará una garantía equivalente a más de 9.000 millones de euros para reducir los riesgos en los que incurre UBS al absorber Credit Suisse.

Esta garantía funciona «como si fuese un seguro» y cubrirá eventuales pérdidas «de un portafolio muy específico» de Credit Suisse y únicamente si estas pérdidas superan un umbral que la ministra no precisó.

La ministra ha sostenido que la quiebra del banco «hubiese tenido consecuencias irreparables» no sólo para Suiza, sino para la banca en el resto del mundo y ha dicho que por esta razón «asumimos responsabilidades que van más allá de nuestras propias fronteras».

Un problema que viene de atrás

Credit Suisse llevaba en el ojo del huracán desde hacía varios meses. Ya a finales de 2022 se vio en la obligación de conseguir 4.000 millones de francos suizos (4.400 millones de dólares), a través de un aumento de capital que permitió la entrada del banco saudí, que adquirió ese 10% de acciones con una inversión de 1.500 millones de francos suizos (1.530 millones de euros).

En ese ejercicio el banco zuriqués arrojó pérdidas por valor de 7.293 millones de francos suizos (unos 7.400 millones de euros) en 2022, 4,5 veces más que en 2021, y afectado por su exposición a firmas de riesgo con problemas financieros como Archegos o Greensill, sufrió además la retirada de liquidez por valor de 123.200 millones de francos suizos (126.000 millones de euros).

De este modo, si en marzo de 2021 el valor del banco superaba los 30.000 millones de euros, desde entonces y hasta el batacazo de esta semana sus acciones se habían devaluado más de un 83%. Y no ha logrado remontar.