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Acabada la dispersión, Etxerat exige reconocimiento para las 16 víctimas y sus familias

Superada la fase de los «largos viajes» de los familiares y amigos de presos y presas vascas, Etxerat cree que es el momento de reconocer y reparar a las víctimas del alejamiento, entre ellas a las familias de las 16 personas que han muerto en la carretera.

Víctimas del alejamiento y responsables políticos, culturales y sociales han acudido al acto de Etxerat. (Maialen ANDRES | FOKU)

Después del fin de la política de dispersión que los Estados español y francés han aplicado durante 34 años a presos y presas vascas, Etxerat determina que es el momento de que las 16 víctimas que han muerto en las carreteras sean al fin reconocidas y reparadas porque, de lo contrario, la memoria colectiva de este país seguirá siendo «incompleta».

Representantes de Etxerat se han reunido este sábado al mediodía en el Palacio Miramar de Donostia junto con familiares de fallecidos y fallecidas a causa de la dispersión para reposar el anuncio histórico del final del alejamiento de los presos y presas vascas hace una semana y situar la mirada en las víctimas y en la memoria. Al acto también ha acudido varios representantes políticos, como Mertxe Aizpurua y Nerea Kortajarena, de EH Bildu, Irune Berasaluze y Garikoitz Mendizabal de PNV, o Aitzole Araneta, de Elkarrekin Podemos Donostia; del mundo de la cultura, como Jon Maia o Joseba Tapia y de la sociedad civil, entre ellos Inaxio Oiarzabal y Joseba Azkarraga, de Sare.

En el Palacio Miramar, portavoces de Etxerat han tomado la palabra para pedir el reconocimiento y la reparación de estas víctimas. «Creemos que es la ocasión adecuada, ahora que presicamente acaba la parte más cruel de la excepcionalidad penitenciaria y que todas y todos nuestros familiares se encuentran ya en prisiones de Euskal Herria», han ahondado.

En este punto, han subrayado la necesidad de que todo el sufrimiento padecido por los presos y presas –«el aislamiento, la conculcación de derechos y la muerte de 35 presos», han destacado– y sus familiares y amigos no caiga en el olvido.

El acto se ha celebrado en forma de un emotivo homenaje a las familias de los fallecidos a causa del alejamiento con un aurresku de Ibon Urrestarazu, Eñaut Zubizarreta al violonchelo y la música de Ines Osinaga.

«Sólo hemos conocido el olvido»

Han recordado que Etxerat hizo pública hace cuatro años «una declaración de respeto y empatía hacia todas las víctimas de las diferentes expresiones de violencia»; sin embargo, han lamentado, «nosotras y nosotros sólo hemos conocido el olvido».

Por ello, con la dispersión superada, creen que «ya es tiempo» para que se den «pasos efectivos en relación al reconocimiento y reparación de las víctimas», en especial a las 16 personas que han muerto de camino a las cárceles o volviendo de ellas y a sus familias, «porque mientras no sean tenidas en cuenta –han advertido–, seguiremos hablando de una memoria colectiva incompleta».

En este sentido, han reclamado un marco legal en el que estas víctimas «se vean reconocidas», «una herramienta que posibilite reconocer que también a ellas les fueron conculcados sus derechos».

Acabados los «largos viajes», sigue habiendo trabajo por hacer, según Etxerat. «Consideramos que es ya tiempo de que a nuestros familiares presos se les aplique la legislación ordinaria, sin doble cómputo, ni condena a perpetuidad, con permisos y terceros grados. Bajo la supervisión de los jueces naturales. Todo ello contribuiría, sin duda, a afianzar la convivencia de este país», han manifestado.