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Los edificios nuevos, cero emisiones a partir de 2028

El Parlamento Europeo ha adoptado una propuesta para que todos los edificios de nueva construcción estén equipados con tecnologías solares para 2028, «cuando sea técnicamente adecuado y económicamente factible», mientras que los edificios en los que se hagan reformas el plazo se alargará hasta 2032.

Según establece la propuesta europea, para el año 2028 todos los edificios de nueva construcción deberán estar equipados con tecnología solar, «cuando sea factible desde el punto de vista técnico y económico». (Getty IMAGES)

El objetivo de la propuesta aprobada el pasado mes de marzo, que deberá ser negociada con el Consejo Europeo para acordar la forma final del proyecto de ley, es acelerar las tasas de rehabilitación de edificios, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) y el consumo de energía en el sector de la construcción de la Unión Europea para 2030 y alcanzar la neutralidad climática para 2050. Además, pretende aumentar la tasa de rehabilitación de edificios energéticamente ineficientes y mejorar la información sobre el rendimiento energético.

Según establece la propuesta adoptada por el Parlamento europeo, para el año 2028 todos los edificios de nueva construcción deberán estar equipados con tecnología solar, «cuando sea factible desde el punto de vista técnico y económico». En el caso de los edificios residenciales en los que se hagan reformas de consideración, el plazo propuesto podrá alargarse hasta 2032.

De esta forma, los edificios residenciales tendrían que alcanzar, como mínimo, la clase de eficiencia energética E para 2030 y D para 2033, en una escala que va de la A a la G, esta última correspondiente al 15% de los edificios con peor rendimiento del parque de un país miembro. Por su lado, los edificios públicos y no residenciales deberán alcanzar las mismas calificaciones para 2027 y 2030, respectivamente.

La mejora en el rendimiento energético, que puede tomar la forma de trabajos de aislamiento o mejora en el sistema de calefacción, tendrá lugar cuando se vende un edificio o se somete a una renovación importante o, si se alquila, cuando se firma un nuevo contrato.

Excepciones

Los estados miembros establecerán las medidas necesarias para lograr estos objetivos en sus planes estatales de renovación y podrán decidir excluir de la normativa los edificios protegidos por su especial valor arquitectónico o histórico, los edificios técnicos, los edificios utilizados temporalmente, las iglesias y los lugares de culto. Los monumentos quedarán asimismo excluidos de las nuevas normas.

Los estados miembros también pueden eximir las viviendas sociales públicas, donde las rehabilitaciones darían lugar a aumentos de alquiler que no pueden compensarse con ahorros en las facturas de energía.

La propuesta del Parlamento Europeo establece asimismo que los planes estatales de rehabilitación deberán incluir sistemas de apoyo para facilitar el acceso a las subvenciones y la financiación. Los estados miembros deberán instaurar puntos de información gratuita y programas de rehabilitación que no conlleven costes. Las medidas financieras deberán prever una prima importante para las rehabilitaciones de gran calado (especialmente para los edificios con peor rendimiento energético) y deberán incluir también subvenciones y financiación específicas para los hogares vulnerables.

Los eurodiputados también quieren que los Estados miembros puedan ajustar los nuevos objetivos a una proporción limitada de edificios en función de la viabilidad económica y técnica de las rehabilitaciones y de la existencia de mano de obra cualificada.

Reducción mínima del 55%

El 15 de diciembre de 2021, la Comisión Europea presentó una propuesta de revisión de la Directiva de Eficiencia Energética de los Edificios (EPBD), como parte del paquete ‘Fit for 55’.

Este último consta de varias propuestas legislativas para cumplir el nuevo objetivo de la UE de una reducción mínima del 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) para 2030 en comparación con 1990. Se trata de una parte central del Pacto Verde Europeo, cuyo objetivo es descarbonizar el parque de edificios de la Unión Europea para 2050.