«Quien no trabaje por la convivencia, no gobernará bien»
Nacida en Cintruénigo en 1978, se graduó en sociología en la UPNA y tiene un máster. Ha dedicado prácticamente toda su vida a la política. Se afilió a las juventudes del PSN con 20 años. Ha sido parlamentaria en tres ocasiones, incluyendo la legislatura que acaba de terminar.
Menudo vuelco dio usted a la política navarra hace cuatro años, al romper con su socio tradicional. ¿Nos esperan sorpresas esta vez?
Yo cogí la Secretaría General del PSN en 2014 y esa línea de trabajo ya la teníamos clara. De hecho, el Partido Socialista se abstuvo en la investidura de Barkos. No votó en contra de ese gobierno. Es verdad que fuimos más críticos en unas ocasiones y en otras, menos. Pero ya teníamos claro que buscábamos una alianza progresista. En 2019 tuvimos esa oportunidad y lo hicimos. En esa clave queremos seguir. Lo que sí es verdad es que ahora buscamos que haya más peso socialista, pero, ¡ojo!, siempre que la ciudadanía lo decida de esa manera.
En ese nuevo juego de mayorías hay un actor que antes no participaba o, al menos, no lo hacía con esa capacidad para pactar y tejer alianzas.
EH Bildu siempre ha jugado un papel relevante en la política navarra. No tiene un peso menor, sino que siempre ha tenido una representación relevante. Con EH Bildu hemos llegado a acuerdos y creo que son acuerdos que han beneficiado al conjunto de la ciudadanía, sobre asuntos con peso social: el 0-3, dependencia, con temas locales... Hemos visto que había cosas.
¿Solo en lo social?
En la parte social sí que es más sencillo llegar a acuerdos con EH Bildu.
En la campaña que se libra a nivel estatal se está hablando de esos acuerdos con EH Bildu. Una de las protagonistas ha sido usted citando a Borja Sémper. ¿Recuerda la frase?
Sémper dijo, hace no mucho tiempo, que en el País Vasco la historia se tiene que escribir con EH Bildu y que la política se tiene que hacer también con esta formación. Simplemente, afirmé que yo sinceramente lo compartía. La derecha instrumentaliza todo el tema del terrorismo, pero ¿no es lo que pedíamos a la banda y a su entorno que defendiera sus ideas dentro de un sistema democrático?
¿Qué cree haber conseguido en cuatro años de legislatura?
Pienso que, al principio, nadie daba un duro por este gobierno. Éramos un ejecutivo de coalición con minoría parlamentaria. Ahora resulta que ese gobierno ha acabado aprobando todas y cada una de las iniciativas en el Parlamento. Las tres formaciones políticas de la coalición hemos estado de acuerdo en más de un 90% de las iniciativas. Por eso hago una valoración muy positiva. ¿Has preguntado que qué hemos conseguido? Lo que hemos conseguido es demostrar que este es un gobierno solvente. Diferencias hay, claro. Ahora estamos en campaña y salen más.
¿Y qué le gustaría dejar como legado de su Presidencia?
Difícil responderle a eso. Pues que podemos entendernos entre todos, ¿no? Que podemos tener una buena convivencia. No he visto en el Gobierno de Navarra las discrepancias que se han visto en otras partes.
«Al principio, nadie daba un duro por este gobierno. Éramos un ejecutivo de coalición con minoría parlamentaria. Hemos acabado aprobando todas las iniciativas en el Parlamento»
Pero ha habido, sin embargo, otras tensiones. LAB, UGT y todos los sindicatos de clase se dieron la mano para parar toda la Administración por cómo se llevaron las negociaciones en Osasunbidea.
Estas movilizaciones han sido comunes a nivel nacional. Son reivindicaciones, sobre todo, de profesionales de Atención Primaria. Ha habido huelgas en el resto de comunidades. ¡En todas! Efectivamente, quizá no estuvimos muy acertados en cómo enfocábamos esa negociación. Teníamos claro que esas reivindicaciones debían ir, en una parte a Mesa General y, en otra, a Mesa Sectorial. Le digo más: en otras comunidades siguen en huelga. Aquí no.
No es la única alarma que ha saltado, y le recuerdo que Sanidad es el gasto más importante. Hay denuncias por la privatización de la investigación sanitaria. Existe miedo en trabajadores de la Fundación Miguel Servet y Navarra Biomed. El Gobierno apuesta por un ente mixto, el Idisna.
Es bueno que haya colaboración entre lo público y lo privado. El Idisna no se creó esta legislatura. Necesita estar adscrito a Instituto de Salud Carlos III para poder recibir recursos y necesita asociarse con la Clínica para lograrlo. Está también la Universidad Pública.
Discrepo de que sea como dice. Navarra es la única que apuesta por un instituto no enteramente público. Pero hay más temas. Sigamos. UPN y PP han vuelto a romper. ¿Cómo ve esos movimientos?
La derecha está dividida y sin un liderazgo claro. Cuando no tienes proyecto ni liderazgo, lo único que puedes hacer es dibujar esa navarra del desastre. Pero eso para nada es percibido así por la ciudadanía. No digo yo que no haya cosas que mejorar. Efectivamente, las hay. Sí me preocupa ese mensaje desde la perspectiva de la convivencia, que se tensionará. En la mayoría de encuestas, entra Vox en el Parlamento. Quien no trabaje por la convivencia en una comunidad como la nuestra, tan diversa en sentimientos, identidades... no gobernará bien.
Durante años, se percibió que Nafarroa era un peón sacrificable para Ferraz. Aquel «agostazo», aquel «marzazo»... Hoy parece una trinchera donde el PSOE aguantará si le va mal en las generales de noviembre.
El Partido Socialista va a tener un buen resultado en las municipales y confío en que vamos a revalidar todas las comunidades. Hay encuestas que hasta nos dan la alcaldía de Barcelona. Creo que en el partido hemos sido capaces de explicar por qué íbamos perdiendo peso elección tras elección, de hacer esa pedagogía. Cuando no eres alternativa a la derecha, otros lo son por ti. Por eso perdíamos apoyo social. Ahora se entiende.
¿Hasta qué punto la etapa de María Chivite y la de Pedro Sánchez están ligadas la una con la otra?
¡Vaya pregunta! No lo sé. El PSN hizo esa transición, por llamarla de alguna manera, en 2014. Teníamos claro el camino después de tener internamente un partido muy dividido. Eso ha coincidido con el gobierno de Pedro Sánchez. Son coincidencias que han ido en beneficio mutuo.
Pero sí que hay sintonía.
Ahí tiene mucho que ver Santos Cerdán. Es una clave importante. Fue mi secretario de Organización, apoyó a Pedro en las primarias. Hizo una apuesta personal importante. Con Santi ahí, hemos conseguido que se entienda un poco la política navarra, que se entienda que quizás hay que salir más de Madrid. España es Madrid, pero es muchísimo más que Madrid. Estamos otras comunidades más pequeñitas, con poca población y pocos escaños a nivel nacional, pero que sí somos importantes para la configuración política española.
«Creo que en el partido hemos sabido hacer pedagogía. Hemos transmitido que, cuando tú no eres alternativa a la derecha, otros lo son por ti»
Permítame otro cambio brusco. Hemos pincelado algo de Salud. ¿Qué papel debe jugar el euskara en la Educación?
El PSN aprobó la Ley del Euskara. Eso lo primero. Que nadie dude de que el PSN quiere que esta lengua, que también es nuestra, se pueda desarrollar en la comunidad. El PSN apoyó que el Modelo D esté en todos los centros públicos, independientemente de la zona lingüística. Se ha hecho esta legislatura. Hay dos centros más abiertos. Si hay demanda, se abrirán. Nuestra apuesta es libertad para elegir el modelo lingüístico a la carta.
Se abrieron, pero con pelea.
Más ficticia que real. En despacho se les confirmó que se abrirían. Si hay un mínimo de matrículas, se abrirán.
Cerremos por donde hemos empezado. Ha dicho que EH Bildu es un actor con el que hacer política. ¿Qué ocurre en Iruñea? Da la sensación de que lo normalizan solo hasta donde les interesa.
Pamplona no es lo mismo que pactos puntuales en lo social. Todo lo que hemos pactado con EH Bildu lo hemos publicado. No hemos escondido nada. Hay coincidencias en lo sanitario, pero en cuanto al modelo institucional y a las relaciones con otros gobiernos hay gran distancia. Ahí no coincidimos. Ese paso más, desde luego, el PSN no lo va a dar. En Pamplona hemos hecho una apuesta fuerte con una muy buena candidata.