«Hay que salir de la parálisis y hacer de nuestra diversidad algo positivo»
Saiz ha sido consejera y portavoz, delegada del Gobierno español en Nafarroa y directora del Instituto Navarro de la Igualdad (INAI). En 2019, iba como número dos de Maite Esporrín, pero no llegó a desempeñarse como concejal debido a que recibió la llamada de Chivite para llevar la Hacienda Foral.
Se presenta para alcaldesa, ¿con la ilusión de lograr qué?
De ser la alcaldesa de todos. Creo que la ciudad se encuentra en una parálisis. Venimos de dos legislaturas donde se ha hecho y se ha deshecho, se ha deshecho y se ha hecho. Se han contrapuesto dos formas de hacer política. Hay que salir de esa parálisis. Tenemos que transformar esa ciudad plural que tenemos en algo positivo y dar un salto al siglo XXI.
Ya que cita la pluralidad, ¿con los votos de quién aspira a ser alcaldesa?
Aspiro a ser alcaldesa ampliando el apoyo social que tiene el PSN y a convencer con mi modo de hacer política. Parto de algo muy sencillo: lo que está siendo bueno en el Gobierno de Navarra con María Chivite puede ser bueno para Pamplona bajo el liderazgo de Elma Saiz.
Hay dos formas de ser alcalde: o lista más votada o acuerdos con otros, que siempre es lo mejor, lo más estable. ¿Hace cábalas?
Me alegro de que cite la estabilidad, pues eso ha habido en el Gobierno de Navarra, pese a ser una legislatura complicada. La estabilidad que parecía imposible ha sido posible con un Gobierno de María Chivite. Lo que yo quiero es convencer y atraer a la ciudadanía para que confíe en mí. Me avala mi manera de funcionar gestionar. Y, en cuanto a las cifras, podemos recordar que Joseba Asiron fue alcalde con cinco concejales.
Más allá de los números, me comprometo a ser alcaldesa de todos, a aglutinar. Llegar a la Alcaldía es un punto de partida para sacar adelante cosas, como los presupuestos. Quiero recordar que llevamos sin presupuestos con Navarra Suma, siete años de ocho. La excepción fue durante la pandemia. Tengo capacidad de diálogo, de llegar a acuerdos y de tomar decisiones valientes. Lo he demostrado en la Consejería de Hacienda.
«Podemos recordar que Joseba Asiron fue alcalde con cinco concejales. Más allá de los números, me comprometo a ser alcaldesa de todos»
Si su referente es el Gobierno de María Chivite, hablamos de una coalición con reparto de consejerías. En un ayuntamiento se puede funcionar igual, solo que las consejerías se llaman concejalías delegadas. ¿Sería el que le cito su modelo, abrir después el ayuntamiento y las concejalías a más partidos?
Más allá de ese domingo, aspiro a liderar ese ayuntamiento. Quiero reproducir esa forma de gobernar. Pamplona-Iruña no es una ciudad independentista ni de derechas. La alternativa real de progreso es el Partido Socialista.
¿Pero veríamos a otros partidos asumiendo concejalías?
Te lo repito. Aspiro a liderar y, a partir de ahí, a construir y buscar consensos. Buscar consensos a los que Joseba Asiron no fue capaz.
¿Concede, al menos, que no cierra esa puerta a un gobierno conjunto?
Veremos. El camino se hace al andar. Primero, dejemos que la ciudadanía se manifieste primero.
¿Sería alcaldesa con los votos de UPN en caso de que se los facilitaran para que no saliera Joseba Asiron?
El proyecto del Partido Socialista tiene contenido. Somos un partido municipalista, tiene unas maneras de funcionar y unos objetivos de progreso. Quiero reproducir una fórmula que ya está en el Gobierno de Navarra y que veo difícil que a este progresismo se sume la fuerza que usted cita.
«Quiero reproducir una fórmula que ya está en el Gobierno de Navarra y que veo difícil que a este progresismo se sume la fuerza»
Porque, de partida, salgo con la hipótesis de que usted se votará a sí misma cuando se constituya el Ayuntamiento. Es lo que hicieron hace cuatro años. ¿O algo ha cambiado?
Lo que digo, y ya sabéis que lo que digo lo hago, es que aspiro a liderar. Estoy convencida de que mi manera de hacer política, mi apuesta personal al dejar el Gobierno de Navarra para centrarme en este proyecto, en mi ciudad, se verá reflejada en una mayoría social. Hay que salir de la parálisis y transformar la ciudad y su diversidad en algo positivo.
Explíqueme, ya que estamos, el cambio. Maite Esporrín, la excandidata del PSN, pasa al Parlamento. Usted, deja el Gobierno y se presenta para alcaldesa. Pero, por el camino, Esporrín renueva como presidenta de la Agrupacion del PSN de Pamplona. Luego, en el fondo, sigue siendo su jefa a nivel local. ¿Esto cómo va?
En este partido los procedimientos son democráticos. Mi compromiso con el servicio público lo he cumplido en el Gobierno de Navarra y ahora lo llevo al Ayuntamiento. He tenido el honor de que Chivite confiara en mí. Ella me propuso dar el paso hacia adelante. Me costó «cero coma» decir que sí, porque adoro mi ciudad y porque tengo mucho que aportar. Fue un proceso absolutamente normal. Fui elegida por la Agrupación de Pamplona. Ser concejala las pasadas elecciones era mi proyecto, pero luego recibí la llamada de Chivite para coger Hacienda y me fui. Pero ya le adelanto que mi proyecto ahora es y va a ser Pamplona.
«Más allá de cambiar el nombre a la Avenida del Ejército y de imponer el euskera en las escuelas infantiles, no recuerdo muchas más cosas que hiciera Asiron»
Ya que hemos tenido dos alcaldes tan distintos, Maya y Asiron, ¿puede decirme algo que hicieron bien y algo malo que hicieran mal cada uno de ellos?
Asiron ya demostró su capacidad de aglutinar mayorías a su alrededor. Más allá de cambiar el nombre a la Avenida del Ejército por Catalina de Foix y de imponer el euskera en las escuelas infantiles, no recuerdo muchas más cosas.
¿Usted lo formula así «imponer» el euskara en las escuelas infantiles?
Bueno, no. Imponer igual no.
¿Está usted más conforme con la distribución del euskara en las Escuelas Infantiles de esta etapa de Enrique Maya que con la que hizo Asiron?
Creo que el euskara es patrimonio de todos. Forma parte de nuestra esencia. Es de todos y de todas. Deberíamos sacarlo de la arena política. Quiero recordar que el Gobierno de Navarra ha incrementado los recursos al euskara en más de un 30%. Siempre desde la voluntariedad y de la realidad sociolingüística. Me estás preguntando por Maya y Asiron, y el problema es que lo que uno hacía, el otro lo deshacía. Fuera bueno o fuera malo. Salir de ahí es lo que puede aportar el socialismo, para construir, desde el progresismo, un nuevo modelo de ciudad.
Ha arrancado con Asiron. ¿Qué me dice, de bueno y de malo, de Maya?
No ha sacado un presupuesto. Más allá de quejarse por la eliminación de la Carta de Capitalidad, cuando se trata de un ayuntamiento con superávit, no ha hecho nada. Eso es lo más negativo. Su incapacidad de hacerse entender, de llegar a acuerdos en una ciudad tan plural. Y entiendo que Joseba no fue capaz de ser el alcalde de todos.
Maya nos dejó un elemento más que llamativo, esa enorme bandera que colocó en la Plaza de los Fueros. Usted acudió a la inauguración. ¿Le gustó la idea?
Más allá del procedimiento, de aspectos administrativos en la adjudicación, que yo ahí no era responsable... es nuestra bandera. Es mi bandera. A mí, desde luego, no me molesta que esté allí, en modo alguno. Todo lo contrario. Más allá del coste y de los procedimientos para colocarla.
«Es nuestra bandera. Es mi bandera. A mí, desde luego, no me molesta que esté allí, en modo alguno»
Imaginemos que logra gobernar, que han pasado los cuatro años. ¿Qué le gustaría haber hecho?
La convivencia. Hemos vivido hace poco algo en Sevilla, en la final de la Copa, algo que nos une. El osasunismo, ese sentimiento que se veía, esa marea rojilla, ese equipo que es más que un equipo, que es una forma de ser y unos valores, un saber ganar y un saber perder... No podemos volver a vivir situaciones como se viven el 7 de julio en la calle Curia. Tenemos que cambiar. Aquí, desde luego, caben todos. Lo que no cabe aquí es ningún tipo de violencia. Tenemos el reto de que esa pluralidad sea algo positivo. Yo creo que ese sería un buen logro.
¿Un compromiso que quiera dejar aquí para los lectores del periódico? Está usted en campaña.
Hay dos cosas que son muy importantes para mí. Una son las políticas de igualdad. Fui directora del Instituto Navarro de la Igualdad, el INAI y para mí la lucha contra la violencia hacia la mujer y las agresiones sexuales es algo fundamental. La otra, que tiene que ver con mi desempeño profesional, es el desarrollo económico de la ciudad. Los alcaldes, como decías antes, pueden delegar áreas a los concejales o asumir ellos directamente. Tanto el área de Igualdad como lo que tiene que ver con desarrollo económico y transición energética no las delegaría. Las asumiré yo directamente. Creo que esa es una declaración de intenciones y da cuenta del compromiso firme que quiero que tenga la ciudad en caso de que consiga gobernar.