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La brecha de ingresos de las personas con discapacidad es de 4.700 euros sobre el resto

La media de ingresos de las personas con discapacidad es de 23.204 euros al año frente a los 27.905 del resto de la población lo que sitúa la brecha económica en 4.700 euros.

Elkartean ha acreditado que la brecha de ingresos entre personas con discapacidad y el resto de la población es de 4.700 euros. (Getty Images)

La Asociación Coordinadora de Personas con Discapacidad Física de la CAV, Elkartean, ha elaborado un estudio, en colaboración con el SIIS-Servicio de Información e Investigación Social, que acredita que la brecha de ingresos entre personas con discapacidad y el resto de la población es de 4.700 euros (23.204 euros frente a 27.905). Por ello ha demandado a las instituciones que «adopten las medidas necesarias para asegurar unos ingresos suficientes que permitan ejercer el derecho a la vida independiente».

En un comunicado, Elkartean ha explicado que a la hora de realizar este estudio se han utilizado datos fiscales facilitados por el Departamento de Hacienda y Finanzas de la Diputación foral de Gipuzkoa, que «son extrapolables a toda la Comunidad Autónoma». Según el estudio, el sobrecoste de la discapacidad «oscila entre los 2.874 euros en su cuantía inferior y los 23.460 euros en su importe superior».

En cuanto a los ingresos de la población con discapacidad en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa, se recoge que solo «una de cada cinco personas con discapacidad (22,7%) percibe ingresos derivados de una actividad laboral y/o económica, frente a casi el 60% entre la población sin discapacidad (58,6%)».

En este contexto, el estudio destaca «la brecha que se produce entre las personas perceptoras de ingresos procedentes del trabajo y actividades económicas, que se sitúa por encima de los 9.500 euros (17.907 frente 27.449 euros)».

Los ingresos de tipo contributivo, sin embargo, contrarrestan parcialmente este desequilibrio, «al ser de media unos 4.200 euros más elevados para las personas con discapacidad que las perciben (19.201 euros frente a 15.041 euros), mientras que los derivados de las prestaciones no contributivas y de otras fuentes de ingresos registran diferencias menores», añade Elkartean.

El estudio apunta que la situación de pobreza y exclusión social «tienen un alcance significativamente más alto entre las personas en situación de discapacidad, dado que el diferencial resultante es de 10,4 puntos (29,9% frente al 19,5%)».

Brecha de género

Por otro lado, el estudio apunta que «la fuente de ingresos provenientes de una actividad laboral o económica entre las personas con discapacidad con una edad comprendida entre los 18-24 años es del 31% (el 56,5% las personas sin discapacidad), y entre los 25-34 años del 58,5% (83,4% las personas sin discapacidad)».

Por otra parte, el 42% de personas con discapacidad entre 18-24 años percibe una prestación no contributiva (el 5,4% las personas sin discapacidad), y entre 25-34 años el 30,1% (el 5,4% las personas sin discapacidad). Además, el estudio revela «una brecha de género dentro del colectivo de personas con discapacidad», ya que «el ingreso medio que perciben los hombres con discapacidad supera en más de 6.000 euros al de las mujeres en la misma situación (25.134 euros frente a 19.206 euros)».

Por fuente de ingresos, «las diferencias de mayor envergadura se dan entre los perceptores de ingresos de naturaleza contributiva», dado que los hombres ingresan «alrededor de 4.500 euros más que las mujeres (21.020 euros frente a 16.480 euros)».