¿Cómo ha podido pasar lo de Gares?
El apoyo de tres concejales de UPN a la alcaldesa de EH Bildu ha suscitado estupor aquí y allá. Insólito es, pero inexplicable quizás no. Este el contexto y los antecedentes en que no suelen reparar los grandes partidos y medios.
La noticia de que tres de los cuatro concejales de UPN habían introducido en la urna la papeleta de Itziar Imaz (EH Bildu) como nueva alcaldesa de Gares sacudió las redacciones este sábado tarde. Y retrató a los partidos: no solo al de Javier Esparza, que reaccionó con un urgente expediente de expulsión, sino posiblemente también al PSN, que había basado su 17J en la exclusión de EH Bildu, e incluso al PNV que ha llegado a afirmar que «nadie quiere gobernar» con el soberanismo de izquierdas.
¿Inexplicable? No tanto si se repara en tres cosas que han pasado en esta localidad de unos 3.000 habitantes, algo lejos del radar de Iruñea e invisible desde Madrid. Pongamos la lupa primero sobre la más pequeña e inmediata para ampliar luego el foco al Gobierno municipal y la propia Gares.
El panfleto de UPN: La recta final de la campaña para el 28M se vio algo alterada en el pueblo por un panfleto muy simple, y bastante burdo, difundido por UPN bajo el título ‘¿Sabías qué?’: Allí se afirmaba que el plan urbanístico estaba paralizado por el Gobierno municipal de EH Bildu, que más del 90% de las actividades generadas eran en euskara o que el alcalde se había subido el sueldo.
Según ha constatado NAIZ, la mayoría de la población lo tomó no solo como un catálogo de mentiras, sino como una prueba de desconocimiento absoluto de la realidad de Gares, con dos explicaciones posibles: o UPN apostaba por hacer correr falsedades o esa octavilla había sido producida lejos del pueblo.
Por si hubiera dudas, el alcalde en las dos últimas legislaturas, Oihan Mendo, lo rebatió en redes sociales. Sobre el plan urbanístico, recordó que «está plenamente vigente, aunque recurrido por el exsecretario, y se anuló por un error judicial que ya se ha rectificado por el propio tribunal». La afirmación sobre el monopolio del euskara la tildó de «chiste de mal gusto, cualquiera que viva en Puente la Reina/Gares lo sabe perfectamente». Y en cuanto a su sueldo, explicó con aporte documental: «En la legislatura 2015-2019 se estableció en 22.000 euros anuales brutos, lo que en la realidad suponía un salario que rondaba los 1200/1300 euros en 14 pagas. Esto viene acompañado de un compromiso de ‘dedicación exclusiva’, por lo que no puedo ejercer ni mi profesión, ni puedo recibir otro salario. Con disponibilidad de lunes a domingo 24 horas y con responsabilidades judiciales en las firmas».
El modo de gobernar de EH Bildu: EH Bildu ostenta la alcaldía de Gares desde 2015, y ha hecho del reparto de responsabilidades entre todos los grupos su seña de identidad. Sus nuevos ediles (siete sobre once) han entrado a la Corporación renovando ese compromiso. No es la única localidad de EH Bildu que funciona así, pero sí una de las más marcadas. A la espera de explicaciones mayores, uno de los concejales de UPN ha indicado a Navarra Televisión que su inusitada decisión fue «un gesto de concordia» en favor de «una buena gobernabilidad». Aunque eso tampoco suponga, conviene decirlo, que estos ediles se hayan hecho de EH Bildu ni que exista algún acuerdo oculto (ambas partes lo niegan expresamente)
Sin que hubiera suscitado el escándalo de ahora, en estas dos legislaturas últimas el Ayuntamiento ha aprobado por unanimidad siete de los ocho presupuestos, y cuatro de ellos con el voto a favor de UPN, que tuvo representación entre 2015 y 2019.
UPN va y viene, EH Bildu se asienta: La trayectoria del partido «regionalista» en esta localidad es un Guadiana, en el que a veces aparece directamente y otras lo hacen agrupaciones independientes como la denominada Ximénez de Rada, o incluso el PP. Con o sin buenas relaciones entre ellas.
Entre 2019 y 2023 UPN no concurrió, pero ahora sí lo ha hecho y logrando cuatro ediles. La candidatura, sin embargo, viene impulsada desde fuera del pueblo y dos de los cuatro figuran como independientes.
Ello contrasta con las raíces profundas que va echando EH Bildu en la localidad y en su gobierno. En 2011 no acabó de despuntar como sí ocurrió en otros muchos sitios (391 votos). Pero en 2015 saltó a 566 y cuatro ediles. En 2019 ya eran 789 y cinco concejales. Y en esta ocasión ha logrado siete ediles con 54% del voto.
Ocurre en un pueblo que en las últimas décadas ha tenido todo tipo de alcaldías, desde plataformas locales de derechas a HB en los años 90. Lo que lleva a concluir que quizás todo sea bien simple en el fondo: en una localidad de este tamaño, alejada de las grandes dinámicas políticas y sin más presión que la vecinal, quien lo hace bien se queda.
Dimisiones
Este lunes, 48 horas después de la votación, la cabeza de lista de UPN, Yolanda Tejero, y Carmen Soto, que figuraba como número cuatro, han dimitido como concejalas. Asimismo, han presentado su baja voluntaria en el partido, informa en un comunicado UPN, que enviará un escrito al edil Alberto Aceldegui exigiéndole que entregue su acta, ya que se presentó como independiente en la candidatura.