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Sin Euskal Herria ni Catalunya, PP-Vox estarían ya en Moncloa con 39 escaños de diferencia

Euskal Herria y Catalunya han vuelto a ser el peso añadido en la balanza del Estado que impide, aunque por la mínima, la victoria de las derechas. Sacando de la ecuación a sus 71 diputados, PP y Vox ya estarían mandando en Madrid con amplísima difererencia.

Pirinioetako Bidea, la iniciativa vascocatalana por el derecho a decidir en julio de 2022. (Andoni Canellada | Foku)

Podría bromearse con que PP y Vox se están pegando un tiro en el pie al oponerse al derecho a decidir de Euskal Herria y Catalunya. Y es que su asalto a Moncloa fue frustrado en 2019 por los votantes vascos y catalanes, y ha vuelto a ocurrir ahora, con contundencia. Si Euskal Herria y Catalunya fueran países independientes, estas elecciones habrían sido un paseo –militar, por supuesto– para los partidos liderados por Núñez Feijóo y Abascal.

La suma de estas dos derechas, más la de UPN y si se quiere la de Coalición Canaria, ha cosechado este domingo 171 escaños en total en el Congreso español, frente a los 179 del resto. Un resultado que salvo sorpresa mayúscula impedirá al tándem PP-Vox llegar a Moncloa. Pero hagamos un ejercicio de política-ficción y descontemos los escaños correspondientes a estas dos naciones (71 en total, 23 a Euskal Herria y 48 a Catalunya). El resultado se invierte completamente: en esa cámara de 279 asientos, las derechas sumarían 159 frente a 120 restantes. Feijóo ya sería presidente «in pectore» y Abascal, quizás vicepresidente.

La diferencia abismal de escenarios se debe a la mínima penetración de las dos derechas españolas en Euskal Herria y Catalunya. Pese a que el PP ha obtenido un buen resultado en el resto del Estado y además muy homogéneo (ha sido primera fuerza en 40 de las 52 provincias), solo ha conseguido tres escaños en Euskal Herria y seis en Catalunya. Y Vox, únicamente dos en el territorio catalán y ninguno en el vasco. En total, 11 sobre 71; sumándoles el de UPN en Nafarroa, resulta que el que es bloque mayoritario en el resto del Estado solo tiene el 16% de representación en estas dos naciones sin Estado.

19-4 aquí, 40-8 en Catalunya

La victoria del otro bloque es aplastante tanto en Euskal Herria como en Catalunya. En esta ocasión se produce gracias sobre todo a la tracción del PSOE en los países catalanes, que compensa la caída de representación de las tres formaciones independentistas (ERC ha perdido seis actas, la CUP sus dos y Junts una).

Así, finalmente el balance de este 23J en número de diputados es en territorio vasco un 19-4 en contra de la derecha españolista, y en suelo catalán, un 40-8. Ambos resultados, determinantes para equilibrar la balanza a nivel estatal e incluso decantarla ligeramente hacia el lado antifascista.

Ya ocurrió en el anterior ciclo electoral estatal, incluso con más margen. En aquella ocasión el trifachito de derechas compuesto por PP, Vox y Cs se quedó en seis escaños en Catalunya (ahora ocho) y en tres en Euskal Herria (ahora cuatro). En aquella ocasión, en el 42-6 catalán a favor del resto de fuerzas se colaron dos diputados del PP, dos de Vox y dos de Ciudadanos. Y en el 20-3 vasco, uno del PP y dos de UPN.