La Defensora del Pueblo de la UE investiga el papel de Frontex en operaciones de rescate
La Defensora del Pueblo Europea, Emily O’Reilly, ha abierto una investigación sobre el papel que desempeña Frontex en las operaciones de búsqueda y rescate de migrantes en el Mediterráneo. La investigación se enmarca en el naufragio del barco Adriana, con cientos de personas migrantes a bordo.
La Defensora del Pueblo Europea, Emily O’Reilly, ha abierto una investigación sobre el papel que desempeña la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex) en las operaciones de búsqueda y rescate de migrantes en el Mediterráneo.
Según ha explicado la Defensoría en un comunicado, O’Reilly ha solicitado inspeccionar «una amplia gama de documentos relacionados con las responsabilidades de Frontex para rescatar a las personas en peligro en el mar, incluido el informe formal sobre cómo se desarrollaron los eventos con el barco Adriana», la embarcación que se hundió el 14 de junio con cientos de personas a bordo.
También ha pedido informes de otros incidentes recientes que supusieron «pérdidas considerables de vida» en el Mediterráneo. Y ha reclamado los detalles sobre cómo la información relativa a las operaciones de búsqueda y rescate se comparte entre Frontex y las autoridades estatales.
Además, ha preguntado si hay normas específicas para el uso de cámaras instaladas en los barcos durante las operaciones conjuntas y sobre si Frontex informa de violaciones de los derechos fundamentales en relación con las interacciones de las autoridades de los Estados miembros con embarcaciones de ONG que rescatan personas en el mar.
Investigación conjunta
La Defensora del Pueblo Europea está coordinando su investigación con su homólogo griego, Andreas Pottakis, que se encarga de estudiar cómo actuaron las autoridades helenas durante el naufragio del Adriana.
«Si bien el papel de las autoridades griegas se está investigando a nivel nacional, el papel de Frontex en la operación de búsqueda y rescate también necesita ser aclarado. Se ha informado de que en este caso Frontex alertó a las autoridades griegas sobre la presencia del barco y ofreció asistencia, pero no está claro qué más podría o debería haber hecho», ha declarado O’Reilly.
Y ha destacado que una tragedia de una magnitud como la sucedida el 14 de junio «requiere que todos los involucrados reflexionen sobre sus responsabilidades y dejen claro al público quién es responsable de estas muertes».
«Mi oficina se centrará en el papel de Frontex mientras tratamos de reconstruir los eventos que llevaron al naufragio del barco y la muerte de al menos 500 personas», ha añadido.
Naufragio del Adriana
De acuerdo con los testimonios de algunos rescatados, unas 700 personas viajaban en la abarrotada embarcación, muchas de ellas menores de edad, lo que significa que el hundimiento del barco podría ser una de las mayores tragedias migratorias en el Mediterráneo. Fueron rescatadas con vida 104 personas y se recuperaron 82 cadáveres.
O’Reilly ha subrayado que la migración a Europa «continuará» y que corresponde a la Unión Europea «garantizar que actúa de un modo que preserva los derechos fundamentales y no pierde de vista el sufrimiento humano que obliga a las personas a buscar una vida mejor más allá de sus países de origen».
Sin acuerdo en Bruselas
Sin embargo, los embajadores de los Estados miembros ante la Unión Europea (UE) han sido incapaces de lograr este miércoles un acuerdo sobre el mecanismo para hacer frente a crisis migratorias, que servirá para que el club comunitario reaccione ante llegadas masivas de personas migrantes.
En concreto, no ha habido un acuerdo sobre el expediente de gestión de crisis, la única pieza del Pacto europeo de Migración y Asilo sobre la que los Estados no han logrado aún un pacto que les permita después negociar el texto definitivo con el Parlamento Europeo, según indicaron a Efe fuentes comunitarias.
Las principales instituciones de la Unión Europea se marcaron el año pasado como objetivo cerrar un acuerdo sobre el pacto migratorio antes de que acabe esta legislatura comunitaria en la primera mitad de 2024. Pero este no ha sido posible por la oposición de Polonia, Hungría, Austria y Chequia. Alemania, Países Bajos y Eslovaquia se han abstenido
Tras no conseguir el acuerdo este miércoles, los Estados de la Unión Europea volverán a intentar cerrar un pacto sobre el mecanismo de crisis a principios de septiembre.