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La Fiscalía investigará la controvertida tala de árboles en Deustu

La Fiscalía ha admitido a trámite la petición de la asociación Hiri Berdeak de que se investigue la tala de 128 olmos adultos en la avenida Lehendakari Agirre, en el barrio bilbaino de Deustu, dentro del proyecto de urbanización. Aún quedan en pie 65 árboles que se trata de evitar que se corten.

La diferencia entre el porte de los árboles que se han salvado y los nuevos es muy evidente. (NAIZ)

Satisfacción entre los opositores a la tala de árboles en la avenida Lehendakari Agirre, en Deustu, después de que la Fiscalía les haya comunicado que ha incoado la apertura de expediente tras la solicitud de la asociación Hiri Berdeak para que se investigue la decisión del Consistorio bilbaino de cortar 128 olmos adultos dentro del proyecto de urbanización de dicha calle. Vecinos y ecologistas defienden que «carece de justificación», incidiendo en que no hay ningún informe técnico que lo avale.

En el escrito remitido a la Fiscalía de Medio Ambiente, el colectivo sostiene que los argumentos esgrimidos por el Ayuntamiento –raíces mermadas y falta de estabilidad del arbolado– no están basados en datos reales. Apuntan los opositores a los «múltiples beneficios ambientales» de los olmos que se pretenden salvar frente a los ejemplares «jóvenes y pequeños» con los que el Consistorio propone repoblar la avenida.

Actitud municipal

La intervención del Ministerio Público se produce después de que los responsables municipales no hayan atendido reclamaciones previas y se hayan limitado a justificar la actuación, que ha terminado con más de 60 árboles en parte de la avenida. «Nos encontramos con muchas dificultades, el Gobierno municipal no se sienta a hablar ni a aclarar sus actuaciones, y no paramos de encontrarnos negligencias», advierten en el escrito.

La primera tala de olmos, en la acera frente al colegio Salesianos, motivó en diciembre pasado una primera protesta de Ekologistak Martxan. Más tarde, en mayo, al ver que seguían adelante los planes de tala, tuvo lugar en junio una primera manifestación, a la que siguió una segunda en julio. En ellas, hubo un emplazamiento directo al alcalde, Juan Mari Aburto, que reside en la zona, para que se implique en el caso y salve los árboles.

Se da la paradoja de que, en la primera fase de la urbanización de la avenida Lehendakari Agirre, entre la rotonda de Pío X y la plaza San Pedro, se mantuvieron varios olmos, similares a los que luego se han cortado en la segunda fase del proyecto.

Pretenden que se mantenga la paralización de la tala hasta que el Gobierno Aburto dé «explicaciones completas y satisfactorias» a la petición de información desde partidos de la oposición como EH Bildu y Elkarrekin Podemos, que se suman a las del movimiento ciudadano que trata de salvar los actuales árboles.

Desde el vecindario, apoyándose en los testimonios de una bióloga y del mismo técnico que ha participado en la tala, se defiende que los árboles que se deben reponer son «solo una pequeña minoría, estando el resto en perfectas condiciones».

Hiri Berdeak incide en la importancia de la presencia de vegetación en la trama urbana como «efecto regulador sobre el clima». La urbanización de la plaza San Pedro, en Deustu, ya originó la protesta vecinal, al quedar una parte de ese espacio público sin arbolado donde cobijarse en los días de altas temperaturas. Esas mismas quejas tuvieron lugar a raíz de la urbanización del paseo del Canal, entre Deustu y San Inazio, donde no hay árboles que den sombra.