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Las afecciones por la cascada de obras viarias en Gipuzkoa llegan ahora al Puerto de Pasaia

La actividad en el Puerto de Pasaia modificará su horario este mes de agosto como consecuencia de las obras en la N-I en Andoain y las restricciones impuestas. Esta afección se añade a las que sufren los conductores por dos obras en Loiola y dos «by-pass» ralentizando el tráfico en la A-15.

Responsables del Ayuntamiento de Donostia y la Diputación, supervisando el nuevo acceso de Marrutxipi (en la GI-20) hace unos meses. (Andoni Canellada | Foku)

El mapa viario de Gipuzkoa, desde las mugas con Nafarroa hasta el norte de Donostia, se ha convertido este mes de agosto en una carrera de obstáculos por diversas obras acumuladas. Una de ellas es la reforma del puente ubicado en el kilómetro 440 de la N-I, en Andoain, que ha tenido como consecuencia última el cambio de horarios de operaciones en el Puerto de Pasaia.

Según se ha comunicado este martes, la Autoridad Portuaria de Pasaia va a adaptar su operativa, «habilitando de manera excepcional el trabajo de manipulación de productos siderúrgicos en turno nocturno los días laborables». Se debe a las restricciones impuestas para camiones de peso superior a  3,5 toneladas entre las 6.00 y las 22.00, «y que inevitablemente afectan en el flujo del tráfico de las actividades portuarias».

El ajuste quiere «garantizar que la producción siderúrgica continúe su actividad, de manera que el tráfico de acero procedente del Goierri llegará al puerto durante la noche para su distribución en diferentes mercados».

David Candelario, director de la APP, ha afirmado que se tratarán de «minimizar las molestias»: «Se trata de una circunstancia sobrevenida y ajena al Puerto de Pasaia, a la que tenemos que dar solución», argumenta.

A-15, obras hasta 2025

Este corte parcial en la N-I está provocando intensas colas en las horas del día de tráfico más intenso, especialmente entre las 8.00 y 9.00 para quienes se desplazan del interior del herrialde hacia Donostia. Pese a tratarse del mes de menos actividad laboral y educativa, la N-I tiene un importante flujo estos días por los desplazamientos vacacionales.

Se le suma a los perjuicios que sufren quienes llegan desde Iruñea o parten hacia la capital navarra, por las obras de rehabilitación en dos túneles de la A-15. Han dado pie a sendos «by-pass» con la consiguiente ralentización del tráfico. Los trabajos en estos túneles de Oindolar y Gorosmendi se iniciaron en febrero y la previsión inicial era acabarlos a finales del próximo setiembre.

En la A-15 habrá «by-pass» hasta 2025, con lo que serán cuatro años desde la primera intervención en uno de los túneles de Belabieta en 2021

Sin embargo, con ello no concluirán las molestias en la A-15, que se iniciaron ya antes con la reforma de uno de los tubos del túnel de Belabieta. Tras esta fase se renovarán los tubos de Oindolar y Gorosmendi en el otro sentido, y posteriormente le llegará el turno al de Belabieta en dirección Iruñea, con lo que los «by-pass» serán un obstáculo a afrontar al menos hasta 2025.

La Diputación de Gipuzkoa explica que se trata de implantar mejoras de seguridad impuestas por normativa europea para todos los túneles con más de 500 metros de longitud.

Loiola, dos obras a la vez

Otro punto afectado, en este caso por partida doble, es el barrio donostiarra de Loiola. Por un lado, se está procediendo a la restauración integral del viaducto sobre el Urumea en la GI-20, que se levantó en 1972. La Diputación afirma que «en algunos puntos el tráfico y la erosión propia de la ría han provocado un importante deterioro».

Como primera fase, «se ha optado por adelantar las actuaciones a realizar a corto plazo en ambas calzadas, con el fin de contener mejor la carga que soporta el puente, antes de acometer el planteamiento definitivo», señala la diputada de Infraestructuras Viarias, María Ubarretxena.

Estos primeros trabajos han comenzado también el 1 de agosto, tienen un presupuesto de 4.840.000 euros (IVA incluido) y el plazo de ejecución será de seis meses. La obra definitiva, en cambio, «comenzará dentro de un plazo de cuatro años y en otoño se iniciará la preparación del nuevo proyecto», ha adelantado Ubarretxena.

La obra del viaducto de Loiola es el preludio de otra más amplia. La de Marrutxipi debería concluir en unos meses

 

Para poder realizar estas obras no es necesario interrumpir la circulación de vehículos ligeros. En cambio, sí se prohíbe el paso al tráfico pesado de más de 3,5 toneladas, incluido el transporte público.

La zona de Loiola en esta GI-20 ya estaba afectada antes por la obra del nuevo enlace de Marrutxipi, que dará pie a una nueva entrada y salida a Donostia en la zona de Ategorrieta, junto a Cocheras. Estos trabajos arrancaron ya el pasado año y fueron presentados por la entonces portavoz foral y hoy diputada general de Gipuzkoa, Eider Mendoza, como «alternativa a la entrada por el paseo del Urumea. Disminuirá el colapso del tráfico y generará menos dependencia del vial paralelo al río».

Esta nueva conexión de Marrutxipi se ubica entre los túneles de Polloe e Intxaurrondo. Se construirán dos pasos bajo la calzada de la variante, con un presupuesto de unos 13 millones de euros, cosufragados por la Diputación (tres cuartos) y el Ayuntamiento donostiarra (un cuarto). La pretensión es que esté abierto para el primer trimestre de 2024.

Queja de Hiru

En este contexto, transportistas autónomos de Hiru han mostrado su «malestar y desasosiego» con los responsables de la Diputación foral de Gipuzkoa por «ningunearles» y no comunicarles directamente «los perjuicios» por las obras de Andoain y Loiola iniciadas este agosto.

Tras indicar que se han enterado «por la prensa» de que «durante todo el mes de agosto los camiones tendrán restringida la circulación desde las 6.00 de la mañana hasta las 22.00 de la noche en los citados tramos», los transportistas autónomos de Hiru consideran que la Diputación debería haberles comunicado «oficialmente» estos proyectos.

Hiru denuncia que se han enterado «por la prensa» de las obras de Andoain y Loiola, pese a sus importantes afecciones

 

Además, han señalado que tampoco entienden que se les «obligue a trabajar de noche, cuando la mayoría de las empresas de Gipuzkoa funcionan de 9.00 a 16.00 horas».

En un comunicado, Hiru ha subrayado además que «desde el día 22 de febrero los camiones pesados de más de 15 toneladas tienen prohibida la circulación en ambos sentidos por la variante de Donostia GI-20 a la altura de Loiola con motivo de los trabajos de inspección de los citados viaductos sobre el río Urumea que se ubican en la zona». «Esta decisión ya produjo la preocupación y el malestar de los transportistas», ha apuntado.

En cuanto a la obra de Andoain, consideran que «sería más normal que los trabajos de reforma se realizarán en horario nocturno y los transportistas pudieran dar servicio a las empresas y trabajar de día, como la mayoría de las industrias del territorio».