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El Casco Viejo bilbaino recuerda a Igor González Sola tres años después de su muerte en prisión

Un centenar de personas se ha manifestado este lunes a la tarde en el Casco Viejo bilbaino para recordar a su vecino Igor González Sola tres años después de que apareciese muerto en una celda de la cárcel de Martutene.

Manifestación por la calle Correo, en el Casco Viejo bilbaino. (NAIZ)

El fuerte aguacero que ha caído este lunes a la tarde en Bilbo no ha impedido a un centenar de personas manifestarse por las calles del Casco Viejo para recordar a Igor González Sola, preso que apareció muerto en su celda de Martutene hace tres años. Había sido repatriado a Euskal Herria apenas dos meses antes tras quince años de prisión, con graves problemas de salud y habiendo superado las tres cuartas partes de su condena.

Las condiciones meteorológicas han condicionado la movilización en la que, además de rememorar el caso del fallecido y su trayectoria vital, se ha demandado el fin de la política de excepción que soportan hoy en día presos y presas vascas. «No nos hartaremos de repetir que los queremos en casa y, sobre todo, que los queremos vivos. Las leyes de excepción llevan a la muerte y es responsabilidad de todos terminar para siempre con esta política», han enfatizado en el sencillo acto que se ha desarrollado en el pórtico de la plaza Nueva.

La manifestación, encabezada por una imagen de González Sola, ha partido de la plaza Santiago para finaliza en el recinto neoclásico, repleto de turistas que han observado con sorpresa la movilización, en la que han coreado consignas en recuerdo del preso y del fin de la actual política carcelaria.

«¿Cómo no te vamos a recordar?»

A quienes les ha podido sorprender la manifestación les han dicho que Igor González Sola es «una víctima más de la crueldad del Estado español a través de una política contra los derechos humanos, una política penitenciaria brutal». «¿Cómo no te vamos a recordar? ¿Cómo no vamos a denunciar su muerte?», han destacado.

Han añadido que no solo hay que acordarse de su vecino, sino del resto de presos que han perdido la vida «por esta criminal política penitenciaria» o de los 16 familiares y amigos que también lo hicieron por la misma razón.

«La muerte violenta de cualquier preso supone el fracaso del sistema penitenciario, y eso es lo que este Pueblo ha tenido que denunciar desgraciadamente durante décadas. La cárcel no puede ser un almacén de personas donde viven hacinados hasta que acaba la condena», han denunciado.

«Igor, como en el caso de muchos otros presos, perdió la vida por un sistema inhumano, como consecuencia de enfrentarse en condiciones extraordinarias a su propia pena de prisión, derivada de la legislación de excepción. Esto debe hacer reflexionar a todas las instituciones y partidos», han incidido en otro pasaje de la intervención, para finalizar haciendo un nuevo llamamiento a la movilización hasta lograr el retorno de presos y presas a casa.