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Marcha fúnebre por los olmos talados en Deustu y denuncia de la actuación del Gobierno Aburto

Una marcha fúnebre ha denunciado la actuación del Gobierno Aburto respecto a los árboles que ha talado y los que pretende cortar en los próximos días en Deustu. Los opositores a la actuación municipal han señalado que seguirán movilizándose, aunque son conscientes de que va a ser difícil salvarlos.

Cabeza de la marcha que ha recorrido esta tarde la avenida Lehendakari Agirre, en Deustu. (Monika Del Valle | FOKU)

Un centenar de personas ha participado este jueves a la tarde en una nueva protesta para mostrar su rechazo a la tala «indiscriminada e injustificada» de 128 árboles en la segunda fase de la reurbanización de la avenida Lehendakari Agirre, en Deustu, impulsada por el Ayuntamiento de Bilbo.

Desde el movimiento vecinal han alertado de que la próxima semana puede que se proceda a cortar los 65 olmos que aún se mantienen en pie y que han sido un socorrido refugio en estas jornadas de calor sofocante. Estiman que la razón para hacerlos desaparecer es que «molestan» al trazado de las nuevas conducciones que se van a instalar y no razones relacionadas con su estado.

La movilización, caracterizada como una marcha fúnebre, ha partido desde la rotonda de Don Bosco hasta la plaza San Pedro bajo la amenaza de la lluvia, que finalmente ha hecho acto de presencia. Encabezada con una pancarta con el lema «En memoria de los olmos talados y de los que quieren talar», la manifestación se ha desarrollado en silencio.

Los vecinos han vuelto a recordar que los árboles no están enfermos y que ha sido el único argumento que ha esgrimido el Gobierno municipal para «justificar esta barbarie». Además, han censurado que se haya negado a hablar del tema mientras responsables del Ayuntamiento se pronuncian sobre la necesidad de habilitar refugios climáticos ante el aumento de las temperaturas. «Nuestros árboles son refugios climáticos», les han recordado.

En una reciente entrevista en NAIZ, Marta Olazabal, investigadora del Centro Vasco de Cambio Climático (BC3), señalaba que a Bilbo «le faltan soluciones basadas en la naturaleza e infraestructura verde». Para el movimiento surgido en Deustu, la ciudad necesita de «árboles adultos, maduros y grandes, para las vidas del presente y las del futuro, ya que los beneficios que nos aportan son muchos e infinitamente más que los pequeños que nos van a poner a cambio». Advierten de que van a pasar de tener 128 árboles maduros a 88 arces tridentes que no van a dar la sombra de los actuales. «Una auténtica estafa», han enfatizado.

¿El Consejo Verde?

Asimismo, han denunciado que el Consejo Verde municipal no se haya pronunciado respecto a un asunto que consideran que le compete. Por el contrario, han agradecido el apoyo recabado del movimiento asociativo de Bilbo, así como de los grupos políticos de la oposición en el Consistorio.

Han lamentado que la Fiscalía haya cerrado el expediente que abrió en agosto, justificando la tala por no tratarse de una especie de árbol protegido. Sacan la conclusión de que «pueden hacer lo que quieran mientras no infrinjan la ley existente, sin tener en ningún momento en cuenta la actual situación climática y bienestar de la ciudadanía».

El caso de la avenida Lehendakari Agirre, han apuntado, es similar a otras actuaciones que se vienen repitiendo en otros barrios de la villa y en otros puntos de la geografía. Estiman que a partir de 2026 habrá que cumplir unos baremos medioambientales «que por ahora se pueden saltar a la torera».

En ese contexto negativo para sus intereses y conscientes de que la tala de los 65 olmos es inminente, han anunciado que van a continuar movilizándose y que piensan presentar una moción al Pleno municipal.