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El turismo de cruceros se va afianzando en el muelle de Arriluze

Septiembre, en especial la semana que acaba, muestra el avance del turismo de cruceros en el muelle getxotarra de Arriluze. La primera escala del MSC Fantasia con 2.978 turistas, junto al desembarque y embarque de 4.500 pasajeros del Norwegian Gem, es señal de la apuesta estratégica por este sector.

El MSC Fantasia atracado el pasado miércoles en la terminal de cruceros en Getxo. (Monika Del Valle | FOKU)

Septiembre será el mes en el que el Puerto de Bilbo recibirá más cruceros, al arribar a los muelles de Arriluze, en Getxo, 20 de los 80 barcos de ocio que escalarán en 2023. Supone un hito en la apuesta estratégica de la Autoridad Portuaria por captar ese tráfico marítimo y convertirse en referente en la cornisa cantábrica en las rutas de estas «ciudades flotantes».

El año pasado se alcanzaron los 78 cruceros, con más de 100.000 pasajeros en una campaña récord, a lo que hay que añadir los de los ferris que llegan a la terminal de Santurtzi, que situaron el número de viajeros en 214.028. Esa cifra, avanzan fuentes de la Autoridad Portuaria de Bilbao (APB), se dejará atrás en este ejercicio, al convertirse Getxo en centro de operaciones de grandes navieras como la ítalo-suiza MSC y la estadounidense Norwegian Cruise Line. El último balance a mes de julio, muestra esa tendencia en el acumulado desde enero con 54.818 cruceristas frente a 54.413 del ejercicio pasado, un 0,7% más, que es mayor si se suman los ferris, 122.743 pasajeros frente a 110.351, un aumento del 11,2%.

Getxotarras y quienes habitualmente frecuentan la franja costera de este municipio están ya acostumbrados a las escalas de estos grandes buques dedicados al ocio. Septiembre es un mes clave, ya que arranca la temporada de invierno y muchos de los cruceros que han surcado las aguas del norte de Europa inician sus nuevos itinerarios por el Mediterráneo.

Es el caso del MSC Fantasia –con una capacidad de hasta 4.363 pasajeros, 1.370 tripulantes y 1.637 camarotes–, que realizó el pasado miércoles escala por primera vez en Getxo procedente de La Rochelle para dirigirse luego A Coruña con destino a Barcelona. En los próximos meses recorrerá el Mediterráneo con escalas en la propia capital catalana, Vàlencia, Palma de Mallorca, Marsella, Génova, La Spezia y Nápoles.

Piscinas del MSC Fantasia que ha hecho escala en Getxo. (Monika Del Valle/FOKU)

A bordo en esta travesía 2.978 turistas que partieron de Hamburgo y que en su mayoría aprovecharon la parada en Getxo –de 8.00 a 16.00– para acercarse a Bilbo a visitar el Museo Guggenheim, entre otras excursiones organizadas. Habitualmente a los cruceristas se les ofertan salidas en autobús a la propia capital vizcaina, Burgos, bodegas de Guardia y Haro, Cantabria, Bermeo y Gernika, Hondarribia y Donostia, así como a Donibane Lohizune, Biarritz y Baiona.

El movimiento de autocares en la terminal Olatua, en Getxo, es constante cada vez que arriba un buque de las dimensiones del MSC Fantasia. «Aquí tienes que bajar», enfatiza Sofía Basterra, responsable de Relaciones Públicas de MSC, quien incide en el atractivo de Bilbo, «una ciudad con una gran riqueza gastronómica y cultural, que tiene ganas de acoger a visitantes de todas las partes del mundo».

MSC Cruceros es la tercera firma del sector a nivel mundial y una de las navieras que los responsables de la APB han hecho esfuerzos por atraer. Esta temporada han realizado seis escalas en Getxo y, según Basterra, «esperamos seguir creciendo». Es en lo que confían desde el Puerto de Bilbo, conscientes de la importancia que tiene que les conozcan. Por eso, la trascendencia de la promoción en ferias del sector para captar su atención y, una vez conseguida, exponer qué se ofrece. «Las compañías tienen en cuenta muchos factores a la hora de elegir puertos. Los informes de los capitanes, las operativas, las excursiones...», enumeran.

De cara a hacer atractivo el destino, la APB ofrece a las navieras que lo soliciten servicio de autobús de enlace para acercar a la capital vizcaina al pasaje que prefiere efectuar visitas no guiadas.

Reto operativo

Una ocasión excepcional para probar la capacidad de gestión se produjo el jueves pasado cuando el Norwegian Gem desembarcó a partir de las 8.00 a 2.274 pasajeros y tres horas después comenzó a embarcar a los 2.234 del siguiente viaje. Para atender a los que abandonaron el barco con su equipaje y recibir a los nuevos viajeros, se habilitaron carpas en la explanada de la terminal para asistirles mientras los distintos servicios procedían al abastecimiento y limpieza del buque. Además, se tuvo que atender a los cerca de 300 cruceristas del Star Legend, que estaba atracado en el segundo muelle de la terminal de Getxo. Todo un reto que se salvó no sin apuros y mucho desbarajuste a la mañana dada la dimensión de la operación.

El nuevo circuito de Norwegian Gem partió de Getxo para visitar Burdeos, Ámsterdam, Londres, Bruselas, París, Lisboa, Vigo y A Coruña, para después volver el 19 de septiembre al punto de partida. Será su última ruta por el norte europeo antes de marchar destino a Civitavecchia en Roma, donde llegará el 1 de octubre tras hacer escala en Lisboa, Portimao, Cádiz, Gibraltar, Motril, Ibiza, Palma de Mallorca, Saintz Tropez y la Spezia

El 30 de octubre, añade Basterra, Getxo será el puerto de embarque de la ruta MSC Grand Voyages a bordo del MSC Virtuosa con destino a Dubai a través del Canal de Suez en 23 noches. Otro viaje de tránsito de cara a que este espectacular crucero, que puede acomodar 6.334 pasajeros en sus 2.421 camarotes, cubra en invierno rutas en esa zona del planeta.

A partir de diciembre hasta abril, esta compañía ofrecerá vuelos desde Bilbo hacia Southampton para embarcar a bordo del MSC Euribia, así como vuelo de vuelta del crucero que sale en octubre de Génova al puerto egipcio de Shram El Sheik.

Este buque, con capacidad para 6.327 pasajeros, es el más moderno de los 22 que componen en la actualidad la flota de la naviera ítalo-suiza. En junio completó un viaje con cero emisiones netas de gases de efecto invernadero en su primera travesía de Saint-Nazaire a Copenhague utilizando el combustible de transición GNL, un gas sintético licuado. Es, subrayan, el combustible marino «más limpio» disponible a escala comercial.

 La huella contaminante de esta actividad no la rebaten ni las propias navieras, que se defienden como MSC Cruceros asegurando que tienen como objetivo emisiones netas de gases de efecto invernadero cero para 2050.

La huella contaminante de esta actividad no la rebaten ni las propias navieras, que se defienden como MSC Cruceros asegurando que tienen como objetivo emisiones netas de gases de efecto invernadero cero para 2050. Prometen inversiones para mejorar su gestión medioambiental pero lo cierto es que 2 de los 22 buques de los que disponen en la actualidad pueden navegar gracias al gas licuado.

No es el caso del MSC Fantasia, uno de los barcos más grandes de la compañía y su referencia hasta el año pasado. Esta «ciudad flotante» de 17 pisos (18 cubiertas ya que el 17 está vetado para los armadores italianos por ser el número de la mala suerte para ellos) y 135.000 toneladas de registro bruto se propulsa gracias al gasóleo «que quema».

A pesar de tener una antigüedad de 15 años, se ha ido renovando tecnológicamente, lo que le permite, por ejemplo, que una vez en puerto puede engancharse a la red eléctrica para reducir la contaminación, aunque solo el 2% de los muelles que frecuenta disponen de este equipamiento. En el caso de Bilbo, la Autoridad Portuaria trabaja en ello, de cara a hacer más atractiva su oferta.

Nada más entrar al imponente buque el visitante se encuentra en el atrio de la recepción con unas escaleras decoradas con cristales plateados de Swarovski, muestra de la ornamentación interior de las dependencias, en la que aseguran participa la matriarca del clan que lidera el multimillonario italiano Gianluigi Aponte. Tres piscinas, teatro, discoteca, casino, simulador de Fórmula 1, cine 4D, ocho restaurantes temáticos, bares y clubes de diferentes características y tiendas con artículos de lujo que abren en aguas internacionales, por lo que están libres de impuestos.

Máquinas tragaperras en el casino del MSC Fantasia. (Monika Del Valle/FOKU)

«Un yate dentro del barco»

También dentro del crucero hay clases. La mayoría de los pasajeros pagan una media de 90 euros al día por persona en este viaje de transición entre la temporada estival y la invernal, que se convierten en 300 para lo que Basterra define como «un yate dentro del barco». Se trata del exclusivo MSC Yacht Club, que cuenta con su propia recepción con escaleras decoradas también con cristales de Swarovski (en este caso dorados), salón panorámico en proa, terraza y restaurante de lujo, cerca de una piscina y yakuzi para quienes ocupan las 71 suites con balcón y servicio de mayordomo las 24 horas que presta, por ejemplo, Michel Pascal, de Madagascar, que incide en que hay decenas de compatriotas entre la tripulación de 1.200 personas.

El responsable de este espacio de lujo es el croata Ratko Strbac, al frente de personal de origen asiático y africano en su mayoría. En el resto del crucero, donde aseguran que «puede haber 70 o 80 nacionalidades distintas», también predominan, aunque los mandos son europeos, como el capitán italiano Giuseppe Maresca. Arribó por primera vez a Bilbo en 1994, al mando de un portacontenedores, la otra rama de actividad de la naviera.

MSC Yacht Club es fiel reflejo de las dos marcas diferenciadas de la división de cruceros del conglomerado naviero y logístico con sede en Ginebra, la contemporánea y la de lujo, que se ha estrenado en 2023 y se denomina Explora Journeys, que contará con una flota propia.

Uno de los interrogantes que surge es el relacionado con las condiciones laborales. «Son muy diferentes, hay muchos niveles», responde Basterra, que asegura que no tienen problemas para encontrar personal para sus tripulaciones. La compañía realiza campañas de captación y son muchos los aspirantes en países como Italia, México, República Dominicana y una larga lista, aunque confiesa que no sucede lo mismo en Euskal Herria.

«Son condiciones de hostelería, sin pagar la manutención ni el alojamiento. Yo aconsejaría a cualquier joven trabajar un año o dos en un crucero, en cualquier tarea», comenta la responsable de Relaciones Públicas, que es getxotarra.

Hace unas semanas, Facua-Consumidores en Acción denunció ante el Ministerio de Consumo a esta multinacional por incluir en el precio que cobra una «cuota de servicio de hotel» que, según parece desprenderse en su propia web, se correspondería con una propina obligatoria destinada al personal. La asociación ha solicitado que se investiguen los hechos y se incoe un expediente sancionador, al entender que podría tratarse de una cláusula abusiva que va en contra de los derechos de los consumidores.

Para MSC Cruceros, se trata de «una práctica habitual del sector» y forma parte de las condiciones generales de contratación de sus cruceros, «debidamente explicada y desglosada en el precio, términos y condiciones de reserva».

Salón panorámico en la proa del crucero, en el exclusivo Yacht Club. (Monika Del Valle/FOKU)