La UE aplaza la decisión sobre las lenguas entre críticas a Madrid de EH Bildu y PNV
Los Estados de la Unión Europea quieren conocer el dictamen jurídico del Consejo de la UE sobre las consecuencias y un análisis de su impacto económico y práctico. El ministro español de Asuntos Exteriores ha planteado «periodos transitorios» e «iniciar su despliegue primero con el catalán».
Los Estados de la Unión Europea han aplazado la decisión sobre la petición del Gobierno español de oficializar el uso del euskara, el catalán y el gallego en la Unión Europea hasta que no haya sobre la mesa un dictamen jurídico del Consejo de la UE sobre las consecuencias de la medida y un análisis de su impacto económico y práctico en el funcionamiento del bloque.
Así lo han decidido tras 40 minutos de discusión en la reunión de ministros de Asuntos Generales de la Unión Europea celebrada en Bruselas y que ha concluido sin que el asunto se sometiera a votación, porque las delegaciones necesitan «más tiempo» para estudiar el asunto, según han informado a Europa Press fuentes europeas.
Una veintena de ministros han tomado la palabra para expresar sus dudas y la presidencia de turno que ejerce el Estado español ha «tomado nota» de las posiciones de sus socios en la UE, anunciando que el Consejo «retomará el asunto en una reunión futura», sin aclarar los plazos.
Una vez constatado que los Estados reclaman más detalles sobre el coste de la medida y su impacto para el presupuesto comunitario, así como el estudio jurídico de su impacto para otras lenguas europeas, le corresponde ahora a la presidencia española preparar los siguientes pasos, tanto derivar la discusión técnica a los grupos de trabajo previstos en el seno del Consejo como encargar la opinión de los juristas de la institución.
Para salvar las reservas de sus socios en la UE, el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez ofreció que fuera el propio Gobierno español quien asumiera el coste de traducir e interpretar el euskara, el catalán y el gallego en las mismas condiciones que el resto de lenguas oficiales de la UE, pero ello también planteó dudas jurídicas porque el reglamento europeo establece que debe ser financiado por las arcas comunitarias.
Antes del arranque de la reunión en Bruselas, el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se ha referido al derecho a expresarse en euskara, catalán y gallego que desde este martes se aplica en el Congreso de los Diputados para instar al resto de Estados de la Unión Europea a permitir su reconocimiento como lenguas oficiales del bloque comunitario.
Primero el catalán; después euskara y gallego
«No se trata de una propuesta nueva o inédita, hace casi 20 años que España viene solicitándolo», ha insistido Albares en una declaración sin preguntas, para subrayar después que ya existen «arreglos administrativos» en el seno del Consejo y de la Comisión Europea que permiten la traducción de muchos de sus documentos a las lenguas cooficiales, aunque no hay un régimen equivalente con el Parlamento Europeo.
En declaraciones al término del Consejo de Asuntos Generales, el ministro ha explicado que ha planteado a sus socios «periodos transitorios» e «iniciar su despliegue primero con el catalán y seguidamente con las otras dos lenguas». Además, ha añadido que su Gobierno «ha cumplido con su compromiso» de iniciar el debate.
EH Bildu y PNV: «Decepcionante»
Desde los partidos vascos han recibido con sorpresa esta «priorización» del catalán, calificándola de «decepcionante». El representante de EH Bildu en el Parlamento Europeo, Pernando Barrena, cree que el Gobierno español ha jugado al «tacticismo» en Bruselas al priorizar el catalán al resto de lenguas, «cuando es obvio que esta Europa de los estados, viene poniendo excusas técnicas para no enriquecerse con la realidad que aglutina en su seno. Esto evidencia, a su vez, la necesidad de una Europa los pueblos».
En ese sentido, ha añadido que «esperamos que el Gobierno español en funciones no emplee las mismas excusas que Europa para implementar algo que hoy se ha hecho realidad en el Congreso español y que nada tiene que ver con problemas técnicos, sino con la voluntad política de reflejar la realidad sociopolítica en su seno».
Por su parte, el portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha considerado que es «decepcionante» que el Gobierno español haya decidido desplegar antes el uso del catalán que el del euskara y el gallego si la UE aprueba las respectivas oficialidades, y ha advertido de que eso «no ayuda» para su apoyo al PSOE en la investidura.
Esteban ha explicado que «es una mala noticia» y que «en Euskadi no se entiende», porque «el uso, la promoción y la protección de una lengua no se basa o no se debería basar en el número de hablantes, porque si fuera así con el inglés y el chino probablemente ya sobrarían todos los demás».
ERC: «El Gobierno español puede hacer mucho más»
La portavoz de ERC en el Parlament, Marta Vilalta, ha considerado el Gobierno español «puede hacer mucho más» para defender la oficialidad del uso del catalán en la UE. «Tiene las herramientas, los recursos, los contactos y las vías para hacerlo, y puede hacer mucho más para defenderlo. Lo podría haber hecho antes», ha recalcado en rueda de prensa en la Cámara.
«Exigimos al PSOE que espabile», ha manifestado Vilalta, que ha salido en defensa de la vía de la negociación para avanzar en éste y otros ámbitos.
«Discutirlo con más profundidad»
A su llegada a la reunión de ministros de Asuntos Generales de la UE que ha examinado la cuestión en Bruselas, la secretaria de Estado para Europa francesa, Laurence Boone, señalaba que «nunca tenemos miedo. Hay un marco constitucional y un marco jurídico en el Consejo Europeo y creo que es importante que todo el mundo estudie este asunto».
Una mayoría de ministros han dejado claro el compromiso con el multilingüismo como parte fundamental de la identidad europea, pero también han advertido de que echan en falta detalles sobre las consecuencias legales, prácticas y políticas de lo que supondría el cambio antes de tomar una decisión, por lo que son partidarios de dejar abierta la cuestión hasta que tales informes estén sobre la mesa y puedan ser examinados.
«Es una propuesta que realmente necesita ser considerada con atención, queremos ver y tener más detalles sobre el estatus de estas lenguas a nivel nacional en España», ha indicado la secretaria de Estado para Asuntos Europeos de Croacia, Andreja Metelkometelko-Zgombiczgombic, que también ha considerado «útil» esperar a tener un análisis del servicio legal del Consejo.
De manera similar se ha expresado, el secretario de Estado para Asuntos Europeos de Eslovaquia, Peter Misik, quien a preguntas de los periodistas ha mostrado la disposición a «escuchar los argumentos» del Gobierno español porque es consciente de que es un asunto «importante y sensible», si bien ha considerado «prematuro» hablar de la toma de decisiones porque hay elementos «legales y prácticos» por explicar.
La encargada sueca de Asuntos Europeos, Jessika Roswall, por su parte, ha advertido de que las dudas de Suecia tienen que ver fundamentalmente con las consecuencias de la modificación del reglamento porque «hay muchas lenguas minoritarias dentro de la UE que no son lenguas oficiales» y quieren tener claro cuáles serán las «consecuencias legales y financieras» antes de tomar ninguna decisión.
Para el secretario de Estado irlandés, Peter Burke, no hay duda de que se debe apoyar el multilingüismo en la Unión Europea y dar pasos para que las lenguas sean tan accesibles como sea posible, pero Dublín quiere que se examinen las «consecuencias operativas» de incluir el euskara, el catalán y el gallego como lenguas oficiales de la UE.
El jefe de la diplomacia checa, Martin Dvorak, a su vez, ha adelantado que el asunto lo han discutido de manera informal las delegaciones antes del arranque de la reunión y convenido que «es necesario discutirlo con más profundidad» porque es una propuesta «absolutamente sin precedentes» sobre la que hay que examinar las consecuencias.
El ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Anders Adlercreutz, en un guiño a las lenguas cooficiales, ha recurrido al catalán a su llegada para explicar que pese al compromiso con la diversidad lingüística es «demasiado pronto» para tomar una decisión sobre el reconocimiento del catalán, euskara y gallego como lenguas de la UE porque no se han resuelto las dudas sobre las consecuencias que tendría esta decisión.