Un proyecto transmedia condensa la historia de supervivencia de Montxo Rejano
‘El que no ve’ es un proyecto transmedia que gira en torno a la dura experiencia vital de Montxo Rejano, un ejemplo de cómo cualquiera puede caer en la exclusión social y es posible tocar el fondo del infierno volviendo a salir a flote. Toda una vivencia que estremece y te lleva a reflexionar.
Civican ha acogido este martes a la tarde la presentación de ‘El que no ve’, un proyecto transmedia compuesto por un libro de Montxo Rejano, una exposición de Fermín Urdánoz y un documental de Natxo Leuza, que se sustenta en la descarnada experiencia vital del primero, un donostiarra afincado en Iruñea desde 2006, que tras sufrir un accidente laboral fue arrastrado por el sistema a las profundidades de la exclusión social durante tres lustros.
«Veía que iba adentrándome en un agujero negro, que me absorbía. Estaba solo, sin dinero, sin confianza en nada», confiesa Rejano ante la cámara.
Leuza andaba buscando una historia de corte social para su nuevo trabajo y no quería ir lejos. Realizador, productor, guionista, montador y postproducción de cine desde hace 15 años, perseguía algo cercano después de realizar documentales en lugares como Sierra Leona, Benin, Togo, Mauritania, Uganda, Perú, Guatemala, El Salvador, Qatar o Ucrania, por citar algunos. También es suyo el largometraje ‘El Drogas’, estrenado en 2020 en Zinemaldia.
Gracias a un amigo que trabaja en el comedor social París 365, el iruindarra entró en contacto con Rejano. Entablan una relación de confianza, que les lleva a que ambos perfilen el documental, donde el protagonista es el guionista. Ese trabajo les empuja a plantearse ir más allá, al proponerse plasmarlo en un libro de 70 páginas, que contiene una veintena de ilustraciones de Fermín Urdánoz que dan pie a una exposición. Ya está conformado el proyecto transmedia que cuenta con el apoyo de Innova Cultural, un programa impulsado por las fundaciones Caja Navarra y La Caixa, y el Gobierno navarro a través de las ayudas Generazinema Producción 2022.
Pero ‘El que te ve’ no es una creación artística más. El propio libro, presentado con éxito en la feria de Madrid, es una manera de superar una etapa. Es el relato de la experiencia vital de Rejano durante 15 años años en la que aporta claves para entender por qué hay tantas personas excluidas y conocer quiénes son los responsables de esta situación.
Varios años de lucha por la supervivencia, transitando por albergues, roperos, residencia de Cáritas y comedores solidarios, le han servido para explicar en un cortometraje de 25 minutos lo fácil que es llegar al infierno y lo complicado que resulta salir a flote. «Me sentía mirado y despreciado. me veía totalmente acabado», apunta. En el comedor de París 365 entró como usuario y ha llegado a ser voluntario.
«Viaje poético a la oscuridad»
Los impulsores del proyecto hablan de «un viaje poético a la oscuridad, donde personas rotas, solitarias y marginadas deambulan como fantasmas alejados de la luz», pero lo cierto es que la mera reflexión sobre lo que narra el protagonista estremece y nos lleva a pensar que cualquiera puede caer en un pozo del que pocas personas logran salir.
«La oscuridad es la falta de objetivos en la vida, la falta de alicientes para vivir. El no ser nada ni nadie, caminar por las calles y no ver nada», señala.
La vida de Rejano, por ejemplo, se fue a pique cuando, a los 50 años, sufrió un accidente laboral. Hasta entonces, había tenido una experiencia vital rica que se fue al traste y le llevó a hundirse. Se vio sumergido, así lo confiesa, en un «submundo existente en el mismo espacio físico y temporal que la sociedad, pero sin pertenecer a ella». No es fácil «desnudarse» ante la cámara y relatar cómo fue esa vida que ha dejado atrás, donde alcohol y pastillas eran el combustible y no quería despertar para hundirse en un nuevo día de pesadilla.
Defiende que «es condición del ser humano la cobardía, la frustración y el caer en el infierno». «Me miraba a mí y es que solo veía un fantasma», añade.
En esa dura realidad de la supervivencia pasó años, luego le costó salir y aún más contactar, de nuevo, con la familia. El caso de Montxo puede ser el de cualquiera de esas personas que resultan invisibles para la mayoría pero que ahí están. «Soy una mirada que se aparta, una mirada que nadie mira», expone.
Nadie elige por capricho ponerse a pedir en la puerta de una iglesia o buscar cobijo en un albergue, basta con tener una mala racha o un «accidente». Lo importante para Montxo Rejano es no rendirse, aunque el sistema tampoco ayude. No tiene buena opinión de las ayudas, a las que califica de «migajas».
«A los amigos y a la familia hay que tratarles bien, no hay que ir siempre a ellos con problemas», señala el protagonista. La crisis, la precariedad laboral, cualquier otra experiencia, puede llevarte al mundo de la exclusión si no tienes un «colchón» o una red social en la que te puedes proteger. «Son circunstancias de la vida», una frase manida, que no lo es tanto para quien le ha tocado vivirlas.
La de Rejano es una «historia potente», de la que Montxo consiguió salir. Este proyecto coral es algo más que una creación con un trasfondo social. Es parte de la vida de una persona. Es un trabajo, así como manifiesta el protagonista, «destinado a personas como yo, rotas, solitarias, marginadas. Personas que deambulamos como fantasmas en búsqueda de la luz».