INFO

Cita de grandes electores en Pau para designar a los tres senadores de Pirineos Atlánticos

Son 1.879, todos ellos electos, y en su condición de miembros del colegio electoral, en sus manos queda decidir el nombre de los tres senadores del Departamento de Pirineos Atlánticos. En total, este domingo se renuevan 170 de los 348 escaños de que se compone el Senado francés.

El hemiciclo del Senado, en un debate nocturno sobre la reforma de pensiones, en marzo pasado. (Hans LUCAS | AFP)

1.879 cargos electos, entre los que se cuentan parlamentarios en París, consejeros regionales en Burdeos, consejeros departamentales en Pau y cargos municipales, acudirán a votar este domingo a la capital del Departamento de Pirineos Atlanticos, según los datos aportados por la Prefectura.

La cita para todos ellos es en el Palacio Beaumont donde podrán ejercer el sufragio entre las 8.30 y las 17.30.

En la jornada de votación del domingo se procederá, de forma más global, a la renovación parcial del Senado francés. Concretamente, se elegirá a la mitad de sus 348 miembros.

En total, son 170 los escaños en liza, y el interés por el escrutinio es bastante limitado quizás porque, salvo sorpresa mayúscula, nada indica que la preeminencia de los conservadores en la Cámara Baja francesa esté en juego.

Menos todavía si se tiene en cuenta que el macronismo tiene un déficit de implantación en el ámbito local -que cubren mejor formaciones centristas como MoDem- y de que estas elecciones son la primera oportunidad para testar su desgaste tras la convulda tramitación de la reforma de las pensiones.

Desde 1958, y salvo la ola rosa de 2011-2014, la derecha se ha garantizado siempre el bastón de mando de una institución que se siente lejana y que desprende aroma palaciego, pero que destaca en debates cruciales.

Y la eventual reforma constitucional en 2024, de haber acuerdo en las negociaciones en Nueva Caledonia y en Corsica, es uno de ellos.

La hegemonía de la derecha se atribuye a su mejor implantación en el mapa departamental, y particularmente en los territorios rurales.

Por su parte, la izquierda, que ha logrado pactar listas comunes -en base a la fórmula de la Nueva Unión Popular Social y Ecológica, Nupes- en una treintena de departamentos aspira a reforzar su impronta en un escrutinio que no se ajusta al principio de «una persona, un voto», lo que, paradójicamente, tampoco genera demasiado debate en las tribunas políticas y mediáticas hexagonales.

La ventaja teórica de los senadores salientes

En 2017 fueron elegidos como senadores del departamento que enlaza a Euskal Herria y Biarno dos electas bearnesas, Frédérique Espagnac, miembro del Partido Socialista que renovó su escaño, y la centrista Denise Saint-Pée, que sigue la estela en el parisino Palacio de Luxemburgo del todavía hoy presidente del consejo departamental, Jean-Jacques Lasserre.

En la parte vasca del departamento bicéfalo se estrenó como senador el biarrota Max Brisson (Les Républicains), que como los otros dos salientes aspira a renovar hoy por otro sexenio en París.

La ausencia de campaña al uso y la mayor facilidad de acceso de los senadores salientes a los electos a los que deben convencer para que les den su voto juegan a favor de los que ya han calentado el escaño. Aunque nunca se puede dar nada por sentado.

Con escasas comparecencias públicas, su campaña se ha centrado en cabildear por las instituciones que designan a los grandes electores que decantan estos comicios.

Por espacios políticos, tanto la centrista Saint-Pé como el conservador Max Brisson no tendrán competidores internos, aunque hay un candidato «outsider», Michel Lamarque, empresario y fundador de la televisión local TVPI, que aspira a hacerse un hueco con una ligera capa de populismo.

Por lo demás, la existencia de dos listas, una de Rassemblement National y otra de Renaissance, resta oportunidades a una ultraderecha que, aunque muy por debajo de los resultados estatales, saca cada vez más la cabeza también en el escenario más cercano.

En la izquierda, Espagnac, que ya fue la más votada en 2017, cuando renovó su escaño, dispone de la experiencia y la red de influencia que cuentan y mucho en una elección reservada a una minoría.

No será, con todo, una candidata de consenso para la familia de la izquierda.

A falta de alianzas, se presentan otras tres listas del espacio Nupes: una ecologista, una de la Francia Insumisa y una tercera del Partido Comunista.

Los abertzales no concurren en estas elecciones. A falta de una alianza con Espagnac que, en algún momento antes del verano pareció posible, y que de haberse materializado habría lanzado un mensaje nuevo sobre las alianzas políticas, ese centenar de grandes electores de que dispone Euskal Herria Bai (EH Bai) -dos consejeros departamentales a los que se suman los alcaldes y delegados municipales- no tienen consigna de voto.

Podrán optar por la candidatura que estimen susceptible de representar mejor los valores de la formación en materia de política social, medioambiental, lingüística o de proyecto territorial.

Con una implantación más modesta, EAJ-PNB se ha hecho presente, pese a todo, en la campaña senatorial, poniendo en marcha una relación epistolar con algunos de los candidatos, y recibido, según ha informado en un comunicado, algunas respuestas a sus demandas sobre agricultura y vivienda, lengua o evolución institucional. No las suficientes, sin embargo, para decantarse por una lista en concreto.