INFO

Denuncian que la CHE quiere prolongar las obras de Esa 22 años más de lo inicialmente previsto

La CHE se plantea concluir el recrecimiento de Esa en 2027, 22 años más tarde que lo inicialmente previsto, según denuncia Río Aragón, que denuncia que la cuarta modificación del proyecto no podrá hacer frente a la inseguridad del proyecto debido a los deslizamientos.

Vista del entorno del pantano de Esa en junio de 2021. (Jagoba MANTEROLA | FOKU)

La Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) plantea como fecha de fin de obras del recrecimiento del pantano de Esa el 30 de noviembre de 2027, por lo que se tardarán 22 años más que lo previsto en concluirlas, según ha denunciado la asociación Río Aragón.

Este colectivo había solicitado información a la CHE y en la respuesta se reconoce «la complejidad y dificultad para aprobar el modificado 4», en referencia a los cambios que se han visto obligados a introducir por la inseguridad derivada del deslizamiento de la ladera derecha.

En este sentido, Río Aragón recuerda de que desde la crisis de 2013, que obligó al desalojo y derribo de 103 viviendas en Esa, viene denunciando que «los asentamientos de la actual presa han quedado tan fracturados e inestables que resulta imposible garantizar factores de seguridad homologables a la normativa internacional», lo que ha sido corroborado por estudios realizados en los últimos años.

Por ello, denuncian que los responsables políticos de la obra se hayan amparado en términos como «equilibrio estricto» para continuar con la obra, cuando científicamente se ha demostrado su peligrosidad.

En este sentido, destacan que una de las claves es la dificultad que están teniendo para realizar la cuarta modificación del proyecto, «que como dijimos será de alto coste económico y gran dificultad técnica».

Seis años con una modificación del proyecto

De este modo, recuerdan que ya han pasado seis años desde que se aprobara la redacción de la modificación, que califican de «nuevo proyecto en la práctica, ya que, entre otras cosas, debería dar soluciones a problemas que se desarrollan a más de cien metros de profundidad, actuar sobre los efectos del agua en episodios de lluvias intensas, que se introducen en las fisuras de unas laderas no suficientemente conocidas, contribuyendo a su desestabilización, o debe resolver un nuevo emplazamiento para aliviaderos que han sufrido importantes movimientos».

Río Aragón reclama que esa cuarta modificación sea sometida a información pública y destaca que las soluciones que se planteen «resultarán tan insuficientes como lo han sido las dadas hasta ahora». En este sentido, denuncia que las solicitudes de información que han realizado a la CHE no han recibido respuesta adecuada.

«Llegados a este punto, constatamos que una obra adjudicada en 2001 y que debía terminarse en 2005, pasa a tener que aplazarse por tantos años como los que entonces se anunciaron, que el presupuesto de 113 millones de euros ha pasado a ser de más de 500 (de ellos ya gastados más de 400) y, lo más importante, que las incertidumbres constructivas y de estabilidad que pesan sobre ella lejos de relativizarse se han visto agravadas como consecuencia de la nefasta gestión en los trabajos de recrecimiento, actuando sobre un terreno de enorme fragilidad y en un entorno de sismicidad histórica más que relevante», añaden.