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Multitudinaria respuesta en las calles de Gasteiz a la detención de Barbado y Zelaia

Una gran manifestación respondió ayer a la detención de Galder Barbado y Aitor Zelaia. Castigar la militancia entre la juventud es un «guion» conocido, pero la apuesta siempre fue recoger el testigo del compromiso militante y seguir adelante con la construcción de una Euskal Herria mejor, sentenció.


Una multitudinaria manifestación recorrió ayer las calles de Gasteiz en solidaridad con Galder Barbado y Aitor Zelaieta. dos jóvenes muy conocidos en sus municipios por su compromiso con distintas causas, condenados a cuatro años de cárcel acusados del depósito de explosivos con fines terroristas. Ambos habían sido detenidos minutos antes del comienzo de la marcha en un edificio del Gobierno militar español en la capital alavesa donde aguardaron a su detención después de que dos días atrás concluyera el plazo de ingreso en prisión señalado por la Audiencia Nacional.

Allí colocaron una bandera de Nafarroa y una ikurriña, al tiempo que eran aplaudidos por decenas de jóvenes que se encontraban en la inmediaciones. Pronto fueron centenares las personas reunidas en el lugar. No dejaron de corear consignas como ‘Utzi bakean euskal gazteria’, ‘Ez gaituzte geldituko’ o ‘Segi borrokan, segi antolakuntzan’. Permanecieron en el lugar hasta que efectivos de la Ertzaintza accedieron al interior del edificio y practicaron la detención de ambos jóvenes, momentos de tensión en los que arreciaron los gritos de apoyo de los congregados. Ambos jóvenes fueron trasladados posteriormente a la prisión de Zaballa.

La detención de ambos jóvenes retrasó durante media hora el inicio de la manifestación convocada por la plataforma ANkerkeriari Stop. Con una notable presencia de jóvenes, la marcha arrancó en las inmediaciones del Artium y se adentró en las arterias principales de la capital alavesa entre consignas de apoyo a ambos jóvenes alaveses. En varios puntos del recorrido aparecieron mensajes como ‘Eta dena iraultzeko birjaio gara’, que fueron respondidos por los aplausos de los participantes.

Una pancarta con el lema ‘Aitor eta Galder aske. Euskal Herriak aurrera’ portada por miembros de la plataforma ciudadana que ha encabezado las protestas contra el proceso, junto al educador social Jesús Valencia encabezó la marcha.

La movilización concluyó en la Plaza de los Fueros, punto en el que la imagen de Barbado y Zelaia abrazados con el puño en alto recibió a los manifestantes. Desde allí, la iniciativa ciudadana surgida para denunciar la «crueldad» contra ambos jóvenes comenzó lanzando un mensaje de cariño, solidaridad y apoyo a Barbado y Zelaia y a familiares y amigos.

«Siempre somos culpables»

Recordaron desde la iniciativa popular la multitud de iniciativas desarrolladas durante estos últimos cuatro años para explicar el proceso y denunciar la desproporción de las penas solicitadas desde su inicio hasta su resolución en la Audiencia Nacional, una lógica que ya hacia presagiar lo peor, porque «a los ojos de ese tribunal de excepción, las militantes vascas siempre seremos culpables, más allá de la falta de pruebas o las acusaciones desmedidas y sin sentido».

Destacaron que donde la Ertzaintza ha presentado a dos jóvenes como terroristas, «nosotras hemos visto a dos jóvenes comprometidos». De hecho, desde su detención en 2019, movimientos y agentes de diversas ideologías han denunciado públicamente el anacronismo del proceso abierto por terrorismo a dos personas muy conocidas en sus localidades de origen por su compromiso y participación en distintas causas.

Incidieron desde la plataforma en que es ese compromiso político el que se ha querido castigar, pero «han vuelto a perder los que pretenden hacernos pequeñas a base de golpes represivos». «Han vuelto a perder los que pretenden ahogar a este pueblo en la cárcel», agregaron, en un mendaje final en el que destacaron la apuesta por la lucha «barrio a barrio y pueblo a pueblo» para dejar atrás «la persecución de la Ertzaintza y la Audiencia Nacional». Dejaron sentado que el recorrido de la plataforma concluyó ayer tras el arresto de Aitor y Galder, tras el que lanzaron un mensaje de agradecimiento a la ola de solidaridad que se ha levantado en Euskal Herria para con ambos jóvenes.

Además de la plataforma, representantes de diversos movimientos sociales hicieron referencia tras la manifestación a la represión que ha rodeado la lucha, pero no ha logrado detenerla. En la misma Plaza de los Fueros, se proyectó asimismo un vídeo en el que Barbado y Zelaia explicaron su compromiso militante.

La fragilidad de las pruebas

El hallazgo en Durana de un bidón con objetos que la Ertzaintza vinculó con la elaboración de artefactos puso en marcha en 2019 proceso judicial contra Barbado y Zelaia. La inconsistencia de las pruebas y la «desproporción» de las penas, que han acabado en una condena de cuatro años de cárcel, un año de libertad vigilada y diez años de inhabilitación para cada uno de los jóvenes alaveses, ha sobrevolado el proceso desde su inicio.

Material hallado en los registros de los domicilios se ligó, asimismo, a actos de sabotaje, como una mochila presentada como «de kale borroka», que contenía material empleado en un turno de seguridad del Hatortxu Rock a finales de 2018. En aquella mochila había bridas para atar vallas, guantes, talkies, teléfonos móviles o cinta americana, entre otros objetos propios de esa tarea.

El atestado de la Policía autonómica ligó el hallazgo de Durana a actos de sabotaje en Abetxuko, Agurain e Igorre. Sin embargo, durante el juicio, el instructor reconoció no tener ninguna prueba de ello, más allá de la sospecha. Manifestó, asimismo, que no había evidencia de que el bidón estuviera relacionado con ETA «ni con otro grupos afines al MLNV y a la kale borroka» salvo que era «material típico» de estos grupos».

De la crónica del juicio resalta, asimismo, que quien halló el bidón apuntó que podía llevar allí 25 años. Las huellas aparecidas en bolsas de plástico fueron prueba «suficiente» para su condena pese que sus defensas advirtieron de que podían haber sido transportadas allí desde otro lugar.

Ambos jóvenes manifestaron su adhesión a la estrategia de la izquierda abertzale en su apuesta exclusiva por las vías pacíficas. Desde su inicio, la detención y los cargos que se les imputaban se interpretó como un castigo a su militancia política. A lo largo de los más de cuatro años en que se ha dilatado el proceso, distintos agentes políticos y sociales se han pronunciado asimismo en contra de una operación que se ha intentado vincular a dos jóvenes con ETA años después del fin de la actividad de la organización y pese a que ambos han reiterado su apuesta por las vías políticas.

Numerosas movilizaciones y protestas, entre ellas una masiva comparecencia en Amurrio que reunió a más de mil persona el pasado junio, han denunciado la «excepcionalidada» del proceso. «Hace ya una larga década que este país se esfuerza por avanzar hacia un contexto diferente», manifestaron desde la plataforma ANkerkeriari Stop!.