Osasuna tratará de sacar provecho de una ardua visita ante un rival con problemas atrás

Osasuna vuelve a visitar el Bernabéu –sábado, 16.15, Movistar– ante un líder que tiene problemas en su defensa y a sabiendas de que la escuadra navarra ha sido un rival incómodo en sus dos últimos precedentes, obteniendo sendos empates.

Después de obtener una balsámica victoria en Mendizorrotza y alcancar la decena de puntos, Osasuna quiere crecer exponencialmente en lo deportivo obteniendo un resultado positivo en su desplazamiento al Santiago Bernabéu.

No es algo que le resulte ajeno a la escuadra navarra, ya que lo logró en sus dos últimos desplazamientos, sumando sendos empates a base de una férrea y solidaria defensa, amén de saber aprovechar sus escasas llegadas al marco contrario.

No será de otra forma como el cuadro rojillo pueda volver a repetir éxito. La manifiesta calidad individual de su oponente obliga a no cometer errores, estar concentrados de manera exigida y sacar tajada de cualquier oportunidad que se presente.

Entre ellas, intentar explotar los problemas que tiene el Real Madrid en defensa, al contar con un solo central específico –Rudiger–, quien podría estar acompañado por una solución de urgencia, recolocando a los laterales Carvajal o Mendy en el eje de la zaga, retrasando a Tchouameni a dicho puesto o utilizando al canterano Carrillo.

Un punto flaco del que sacar tajada con un Budimir que vive un momento dulce y que debe ser la boya de referencia para envíos largos, máxime siendo conscientes de lo peligroso que es plantearse conducciones desde atrás ante un adversario que ejecuta como nadie robar y salir rápido y preciso.

También Osasuna cuenta con ausencias importantes de cara a este complicado duelo. A la ya conocida de Unai García, hay que sumarle las lesiones de Moi Gómez y Mojica, quien tuvo que retirarse a los cinco minutos de saltar al césped de Mendizorrotza.

Vuelve a entrar en la lista Darko –más como una medida de reintegración en la dinámica del grupo que como posibilidad real de que juegue– y también Chimy Ávila tras cumplir su sanción después de pisotear a Morata.

En esas dos últimas visitas con premio, el técnico rojillo, Jagoba Arrasate, alternó defensa de cinco –en el primer caso– con medular poblada de guerreros –segundo–, por lo que es difícil adivinar qué se sacará de la chistera el preparador vizcaino.

Arrasate: «El ánimo ha cambiado»

A este respecto, Arrasate ha señalado que «tienes que tener un plan y creer en él. Luego, intentar ejecutarlo, que es lo más complicado. La idea es que el partido no solo tenga una dirección».

«En ese ida y vuelta se encuentran cómodos y tenemos todas las de perder. Tampoco puedes tapar todos los espacios y vamos a intentar que no tengan muchas opciones de correr porque son letales», ha añadido.

El entrenador osasunista ha incidido en que «siempre piensas qué es lo que puede ser mejor para el equipo y mañana necesitamos ese orden, pero también piernas, frescura. En ese aspecto puede haber algún cambio», se ha referido a la posibilidad de un once diferente al de Mendizorrotza.

Sabedor de que el fútbol es cuestión en su mayor parte de sensaciones, el míster de Berriatua ha reconocido que «el ánimo ha cambiado esta semana. Una victoria te cambia el estado anímico y, a partir de ahí, sabemos que es uno de los campos más complicados, pero que ya hemos sido capaces de hacerlo bien».

Arrasate ha afirmado que, si suma en el Bernabéu, se irá «encantado» al parón de selecciones –David García ha sido convocado con la absoluta e Iker Muñoz por primera vez con la sub21 españolas–, añadiendo que le gustaría ser «protagnista» en el feudo blanco.

Para el Real Madrid, y después de ganar a domicilio al Nápoles, su objetivo es marcharse a ese descanso liguero comandando la competición, por lo que necesita la victoria ante el conjunto navarro.

Su entrenador, Carlo Ancelotti, ha advertido de que «tenemos que jugar un fútbol rápido, porque es un equipo que defiende muy bien. En sus dos últimas visitas a Madrid no hemos ganado. Defienden bien y nos intentarán atacar cuando estemos descolocados».