INFO

Un reencuentro con el fascinante enigma literario de Silvina Ocampo

Silvina Ocampo decía sobre sí misma: «No soy sociable, soy íntima». Su obra fue reflejo de su personalidad enigmática y su legado es un referente de la literatura latinoamericana. Cuando se cumplen 120 años de su nacimiento y treinta de su muerte, Lumen recupera sus obras más referenciales.

La escritora argentina Silvina Ocampo. (ALDO SESSA | PENGUIN LIBROS)

Coincidiendo con el 120 aniversario de su nacimiento y el treinta de su fallecimiento, la escritora Silvina Ocampo retorna a las librerías con sendas reediciones. Fascinante y enigmática, la escritora argentina cautivó a referentes literarios como Jorge Luis Borges, Alejandra Pizarnik y Julio Cortázar, figurando con todo merecimiento como una de las cuentistas más relevantes del siglo XX.

Su legado literario ha experimentado un renacimiento en los últimos tiempos, recibiendo el reconocimiento de destacadas autoras contemporáneas, incluyendo a Mariana Enriquez, Leila Guerriero, Samanta Schweblin y Lucía Lijtmaer, entre otras.

En este contexto de revitalización de su obra, Lumen ha publicado dos de sus obras más emblemáticas, ‘La promesa’ y ‘Autobiografía de Irene’.

‘La promesa’, una obra maestra

‘La promesa’ supuso para la propia autora su obra maestra, su narrativa nos introduce en una trama intrigante. Una mujer, en un momento crucial, se inclina sobre la barandilla de un transatlántico para recoger un broche, pero un giro del destino la lleva a caer accidentalmente por la borda. Mientras el barco se aleja implacablemente, ella formula una promesa a Santa Rita, la patrona de las causas imposibles: si sobrevive, relatará la historia de su vida.

En este viaje a través de su memoria, los recuerdos afloran ante sus ojos, tejiendo un ‘diccionario de recuerdos’ a menudo oscuros y desconcertantes, todo mientras el mar la envuelve con su furia incontenible.

Gradualmente, la imaginación de la náufraga comienza a entremezclarse con esas imágenes del pasado, como si quisiera distanciarla de los peligros que la acechan.

A medida que avanzamos en la narración, las líneas que dividen lo vivido de lo soñado se desdibujan, dando paso a una prosa cada vez más exuberante y poética, revelando la maestría de Ocampo. Escrita en los albores de los años sesenta y sometida a múltiples reescrituras a lo largo de las décadas siguientes, esta ‘novela fantasmagórica’ permaneció inédita durante la vida de su autora.

Finalmente, en 2011, vio la luz y sedujo a lectores y críticos con su audacia formal, su intrincada trama y la infalible prosa de la escritora.

Por su parte, ‘Autobiografía de Irene’, publicada por primera vez en 1948, representa en su esencia el fértil caudal imaginativo de la escritora argentina. Este libro ofrece una narrativa límpida y un estilo en el que prima la economía de palabras, permitiendo que la imaginación de Ocampo se despliegue con total libertad.

A lo largo de los cinco cuentos que componen el libro, ambientados en escenarios tan diversos como la Roma antigua, una ciudad en China o los campos de la provincia de Buenos Aires, explora conceptos como la identidad, la mentira, el rencor, la muerte, la melancolía, los sueños y las incertidumbres sobre lo acontecido o no. Frecuentemente, las líneas temáticas se confunden en la tranquilidad, revelando un giro en su despliegue narrativo impregnado de violencia.

Más allá de Bioy Casares y Borges

Nacida en Buenos Aires en 1903 y fallecida en 1993, Silvina Ocampo trazó su camino literario después de estudiar dibujo y pintura en París bajo la tutela de Giorgio de Chirico y Fernand Léger.

A partir de 1935, tras su encuentro con Adolfo Bioy Casares, con quien contrajo matrimonio en 1940, dedicó su vida por completo a la literatura.

A pesar de rodearse de figuras imponentes, como Bioy Casares, su hermana Victoria y su amigo Jorge Luis Borges, Ocampo nunca dejó de manifestar su singularidad desafiante.

A lo largo de su carrera, publicó obras notables, incluyendo ‘Viaje olvidado’ (cuentos, 1937), ‘Enumeración de la patria’ (poesía, 1942), ‘Los traidores’ (teatro, en colaboración con J. R. Wilcock, 1956), ‘La furia’ (cuentos, 1959), ‘Las invitadas’ (cuentos, 1961), ‘Lo amargo por dulce’ (poesía, 1963), ‘Los días de la noche’ (cuentos, 1970), ‘Árboles de Buenos Aires’ (poesía, 1979) y ‘Cornelia frente al espejo’ (cuentos, 1988).

Además, su extenso archivo de textos inéditos, añade una dimensión adicional a su legado, fusionando lo cotidiano y lo fantástico.

Las obras de Silvina Ocampo han trascendido las fronteras y hoy en día, es reconocida como una de las escritoras más originales y distintivas de la literatura latinoamericana.