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Sener, «ejemplo» para Urkullu, refuerza su apuesta por los misiles en plenas escaladas bélicas

El lehendakari Urkullu ayudó el lunes a poner la primera piedra de una nueva factoría de Sener en Zamudio. Dentro de la denominación de Aeroespacial se disimula un área de Defensa que supone un negocio creciente para la empresa de Getxo, a través sobre todo del diseño y fabricación de misiles.

Andrés Sendagorta, presidente de Sener, e Iñigo Urkullu, lehendakari de la CAV, en el acto del lunes. (Jon Rodríguez Bilbao | Irekia)

Sener Aeroespacial, enclavada dentro del grupo que creó en los años 50 la familia Sendagorta en Getxo, tendrá una nueva factoría en Zamudio. En la colocación simbólica de la primera piedra participó este pasado lunes, pala en mano, el lehendakari de la CAV.

Los medios destacaron que suponía el reencuentro de Iñigo Urkullu con Andrés Sendagorta, con el que había tenido un sonoro encontronazo solo una semana antes, puesto que el presidente de Sener es también el máximo mandatario del Instituto de la Empresa Familiar en cuyo congreso celebrado en Bilbo Urkullu fue interrumpido con un despectivo ataque colectivo de tos cuando empezó a hablar en euskara. Pero más desapercibido pasó el fondo de la cuestión: en plena escalada bélica en Gaza y también en Ucrania, se refuerza una empresa que cada vez da más peso a la fabricación de armamento.

La denominación de Aeroespacial sirve desde la creación de esta filial para camuflar, aunque no ocultar, el área de Defensa, que se está convirtiendo en especialmente lucrativa. Y es que Sener está en la vanguardia del diseño y producción de sistemas para misiles. En los últimos tiempos se va distinguiendo en la rama concreta de los hipersónicos, cuya velocidad supera entre 5 y 25 veces la barrera del sonido. Sener despunta hace años en la elaboración de sensores para dirigir misiles.

Tras los bombardeos israelíes de hace una década (las llamadas operaciones Plomo Fundido y Pilar Defensivo) que costaron la vida a cientos de palestinos, colectivos antimilitaristas vascos emprendieron una investigación. Concluyeron que Sener tenía compromisos de colaboración con la israelí Rafael y había diseñado los sensores de los aviones atacantes, lo que facilitaba precisar objetivos de sus bombardeos. En 2017, la misma fuente añadió que existían acuerdos con la empresa Israel Aircraft Industries LTD, además de con Rafael.

Oficialmente, Sener solo informa de proyectos de colaboración con OTAN, Estados Unidos y países europeos. En ellos queda muy claro su liderazgo creciente en el área de misiles. De hecho, el informe anual del Ministerio de Defensa español de 2020 indica que ha exportado el 18,6% de los misiles vendidos en total a otros países, solo por detrás de Indra. Se trata de un sector muy volcado en la importación: 19 de cada 20 misiles producidos en el Estado español se venden al exterior (94,7%).

 

Un indicio más: Amnistía Internacional ha denunciado recientemente que desde el Estado español se han vendido armas a Israel en 290 operaciones por valor de «más de 80 millones de euros en los últimos siete años, entre las que destacan las de las categorías de aeronaves (37 millones) y sistemas de dirección de tiro (17 millones), además de munición (1,5 millones) y bombas, torpedos, cohetes y misiles (1,7 millones)».

Meteor, NSM, Iris-T...

La información seguramente parcial publicada por la empresa radicada en Getxo se centra en las ventas a otros países europeos. Así, Sener participó hace una década en el programa del misil aire-aire Meteor como subcontratista del grupo europeo MBDA, líder mundial en misiles, teniendo al Reino Unido como principal cliente. Detalló que se encargaba del «movimiento controlado de las aletas del misil para obtener la trayectoria deseada».

En paralelo se convirtió en el fabricante único para el mundo del subsistema de actuación de aletas del misil NSM. Su aportación se centró en un elemento «encargado de iniciar y secuenciar diferentes dispositivos energéticos del misil, así como el arranque del motor» del artefacto.

También diseñó y fabricó la sección de control del misil IRIS-T, en este caso un tierra-aire, para Alemania. Su misión aquí era «fijar su trayectoria mediante el movimiento de las aletas y la vectorización del empuje del motor de acuerdo a los comandos de la Sección de Guiado, lo que permite cambios extremos de dirección, incluso a bajas velocidades y elevados ángulos de ataque».

Ello permitió a Andrés Sendagorta afirmar en 2020 que «Sener participa en casi todos los programas europeos de producción de misiles. Por lo menos todos los que últimamente España ha adquirido».

En los últimos tiempos han llegado dos nuevos saltos. Por un lado, su inclusión como empresa líder en un proyecto europeo de interceptor hipersónico, dotado con 110 millones de euros (Sener Aeroespacial se ha jactado de una potente «capacidad de inversión»). Y hace apenas tres meses, un acuerdo estratégico con la multinacional estadounidense Raytheon para el diseño y producción del misil GEM-T, que aspira a formar parte de los sistemas Patriot de defensa antiaérea españoles y de la OTAN.

69 millones de ventas anuales

En el acto del lunes, que además de la polémica del acto del Palacio Euskalduna llegaba tras dos enormes movilizaciones contra la masacre de Gaza en Donostia y Bilbo, Urkullu no hizo referencia alguna a esta apuesta por la producción de armamento.

En su intervención, el mandatario de Lakua agradeció a Sener esta inversión y prometió que la institución que dirige acompañará la actitud emprendedora de las empresas vascas, «empezando por las más pequeñas hasta llegar a las más grandes». «Sener es un ejemplo y referente. Sin duda, esta primera piedra servirá para dar continuidad a un sueño que comenzó hace años», dijo Urkullu.

El CEO de Sener, Jorge Sendagorta, destacó la parte aeroespacial de la producción del grupo, pero Andrés Sendagorta no ocultó la parcela militar en este nuevo proyecto: «Toda la actividad de Sener en aeroespacial y defensa está creciendo a gran ritmo y requiere urgentemente unas nuevas instalaciones».

Los datos apuntan a que esta producción militar está potenciando el crecimiento general de un grupo que tuvo algunas dificultades en 2020, lo que llevó a un ERE. En 2022. el conjunto de Sener obtuvo un 33% más de beneficios que un año antes. En cuanto a Sener Aeroespacial, acreditó ventas por valor de 69 millones de euros, y ha pasado de 298 empleados a 486 entre 2019 y 2022.

 

Casa Real, Legión y Guardia Civil, en los historiales de Sendagorta y Orbe

El perfil militar de Andrés Sendagorta, presidente del grupo Sener, resulta archiconocido. Pero menos lo son en Euskal Herria las conexiones con aparatos militares españoles del director general del área de Defensa de Sener Aeroespacial, Rafael Orbe, que por contra sí es un personaje en Madrid.

Rafael Orbe, director de Defensa de Sener, en la reciente firma del acuerdo con la estadounidense . (Sener)

Orbe asumió la dirección de la parte militar de Sener tras un paso controvertido por la dirección del elitista Casino de Madrid. Acumuló polémicas tanto por adjudicaciones como por cuestiones políticas: se le acusó de intentar convertir en presidente de honor del Casino a Juan Carlos de Borbón, cuando ya había caído en desgracia; de militarizar la seguridad privada del centro; y de editar una revista de 28 páginas sobre el centenario de la Legión. «Queremos rendir tributo a este cuerpo de élite y recordar parte de su historia, acercándola a nuestros socios y amigos. Cien años de historia y honor», escribió Orbe.

Hijo de Rafael Orbe Cano, que acumuló cargos y distinciones en el franquismo, el responsable de Defensa en Sener ha sido laureado con la Cruz de la Órden del Mérito de la Guardia Civil con distintivo blanco y es diplomático de carrera.

En cuanto a Sendagorta, sobresale que es «capitán de corbeta y piloto naval de reactores Harrier a bordo de portaaviones (US Navy y Armada española)» y que en 2009 fue condecorado con la Gran Cruz del Mérito Naval, con distintivo blanco, por Juan Carlos de Borbón.

Ambos tienen estrecha relación con la Corona española. Orbe fue recibido hace un par de años por Felipe de Borbón como representante de la llamada Sociedad Civil Ahora.