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El militar responsable de torturar y matar a Víctor Jara será extraditado a Chile desde EEUU

El antiguo oficial chileno Pedro Barrientos, condenado por torturar y matar al célebre cantante Víctor Jara, será extraditado este jueves desde EEUU a Chile.

Retrato de Víctor y Joan Jara, en el reciente funeral en memoria de ella. (Francisco PAREDES | AGENCIAUNO | DPA )

El exteniente Pedro Barrientos, autor de la muerte de Víctor Jara, llegará en la mañana del viernes 1 de diciembre al aeropuerto internacional de Santiago de Chile escoltado por agentes de la Policía de Investigaciones (PDI) en un vuelo procedente de Miami, donde está custodiado por el Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) estadounidense.

Una vez pise tierra chilena, los mismos agentes de la PDI le trasladarán en helicóptero, desde la pista de aterrizaje, «hasta el Batallón de Policía Militar de Peñalolén, donde quedará detenido en calidad de procesado».

«Una vez que esté allí, el ministro (juez encargado del caso) Guillermo de la Barra llegará a Peñalolén para notificarle el procesamiento y explicarle qué sigue en la causa», explican fuentes jurídicas citadas por Efe.

«No lo interrogará, sólo le explicará lo que viene. Una vez que termine, el ministro de la Barra volverá a su despacho», agregan.

Juzgado en 2016

Barrientos, que fue uno de los oficiales que organizaron la multitudinaria represión a civiles en el Estadio Nacional en los días posteriores al golpe de Estado del Ejército contra el Gobierno democrático de Salvador Allende, fue arrestado el pasado 5 de octubre en Florida (EEUU) por miembros de la oficina de Investigaciones de Seguridad Nacional (HSI).

El arresto del oficial, cuyo nombre completo es Pedro Paulo Barrientos Núñez, se produjo en la ciudad de Deltona en relación con «su participación en torturas y ejecuciones extrajudiciales tras el golpe militar de 1973» en Chile y en base a un dictamen emitido en 2016 por unas corte estadounidense que le hallaba «responsable» de la tortura y la ejecución extrajudicial en 1973 del Víctor Jara.

Meses antes del arresto, el 14 de julio, un juez local le había despojado de la ciudadanía estadounidense por «ocultar intencionalmente hechos materiales relacionados con su servicio militar en sus solicitudes de inmigración», lo que llevó a una investigación de HSI.

Barrientos adquirió de forma irregular la ciudadanía porque carecía de buen carácter moral al cometer actos ilegales, dar falso testimonio y participar en ejecuciones extrajudiciales, según el expediente judicial.

Responder en Chile

En 2016, un jurado de un tribunal federal en Orlando (centro de Florida) había responsabilizado al exmilitar de la «tortura y el asesinato» de Jara, tras una demanda presentada por la esposa del cantante, la recién fallecida Joan, y sus dos hijas, Manuela Bunster y Amanda.

El jurado pidió en 2016 al exmilitar chileno el pago de una compensación millonaria por daños y perjuicios para la familia Jara.

«El arresto de Barrientos es un testimonio de las sólidas alianzas policiales forjadas durante años de servicio con nuestros socios estatales, locales y federales», dijo el agente especial a cargo de HSI Tampa, John Condon.

Barrientos «tendrá que responder a los cargos que enfrenta en Chile por su participación en torturas y ejecuciones extrajudiciales de ciudadanos chilenos», añadió Condon en el comunicado.

Falsedad de documentos migratorios

Según los documentos judiciales, el exmilitar ingresó a Estados Unidos en julio de 1990 con una visa de visitante y siete años después se casó con una ciudadana estadounidense.

Barrientos contestó en los trámites migratorios, entre ellos los de residencia permanente y ciudadanía, que no había estado vinculado a ninguna organización política ni servicio militar.

Igualmente, negó que hubiera participado en algún genocidio o en la muerte de cualquier persona por motivos de raza, religión, nacionalidad, origen étnico u opinión política.

La demanda civil fue presentada en 2013 por el Centro de Justicia y Responsabilidad (CJA), con sede en San Francisco, bajo la ley de protección de víctimas de tortura de 1991.

Desde entonces, la familia de Jara, y en particular su viuda, que falleció semanas atrás, presionaron para que Barrientos fuera extraditado a Chile.