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Multitudinarias marchas pese a la lluvia en las capitales por un sistema público de cuidados

Multitudinarias manifestaciones en las capitales, pese a la lluvia, han puesto el broche a la huelga general feminista en defensa de un sistema público de cuidados. Se ha realizado un llamamiento a quienes gobiernan para que hagan frente a quienes se enriquecen con los cuidados.

El Paseo de Sarasate de Iruñea, lleno pese al remojón. (Iñigo Uriz | Foku)

La lluvia no ha frenado a las miles y miles de personas que respondiendo al llamamiento del Movimiento Feminista de Euskal Herria han salido este jueves a la tarde a manifestarse por las principales calles de las capitales. Ha sido el colofón a una intensa jornada de movilización en la que los cuidados han estado en el centro, la defensa del carácter público y de los derechos de las miles de mujeres que los sustentan.

Sin duda, la de Bilbo ha sido la más numerosa de las movilizaciones. En los prolegómenos del inicio, desde el movimiento feminista se han mostrado «muy contentas y muy orgullosas» por la respuesta «masiva» a la convocatoria de huelga general feminista. Según han apuntado, ha llegado el momento de exigir responsabilidades y respuestas.

«Nuestra propuesta ya está elaborada. Ahora la respuesta y el compromiso político de cara al futuro, a partir de mañana, es por parte de la Administración Pública, de los gobernantes y de quienes tienen mayor responsabilidad de hacer frente y parar ya el negocio de los cuidados en Euskal Herria», han destacado.

Han demandado que «las vidas de todas y de todos estén en el centro, que los cuidados sean un derecho colectivo para todas las personas y que se deje de lucrar y mercadear con las vidas».

Encabezada por una pancarta con el lema 'Zaintza sistema publikoa orain', la marcha ha arrancado de las cercanías del Sagrado Corazón para discurrir por la Gran Vía hasta alcanzar la casa consistorial entre consignas de «Gora gora gora borroka feminista antiracista antikapitalista», «Zaintza sistema publikoa», «Ez ez ez pribatizaziorik ez», «La ley de extranjería es una porquería», «Nuestros cuidados no son negocios», «La precariedad también es violencia», «Denon bizitzak erdigunean» o «No estamos todas, faltan las internas», entre otros.

Ante el palacio foral, a través de una pancarta instalada, se ha señalado que «aquí se negocia con nuestra vidas», algo que las miles de manifestantes rechazan. Al lado, otra pancarta ha denunciado que con un kilómetro de TAV se podría emplear a 1.600 trabajadoras en residencias, financiar 375 plazas en residencias públicas o dar trabajo a 1.600 personas en ayuda a domicilio.

Más adelante, todavía en una Gran Vía cuyos negocios han ido bajando la persiana al paso de la manifestación, se denunciaba que más de 1.300 personas han fallecido en lista de espera de dependencia en lo que va de año, que una trabajadora de residencia tiene 12 minutos para asear, vestir y peinar a una persona, o cómo la mayoría de los centros son negocios privados.

Iruñea, al grito de «No estamos todas, faltan las internas»  

La protesta principal de la tarde en Iruñea ha arrancado puntual bajo una lluvia intensa. La primera de las pancartas la portaban mujeres y, al fondo, las banderas de los sindicatos, en su mayoría con todo morado. «Greba, greba, greba feminista orokorra!», ha sido el cántico con el que han tomado al asfalto.

Justo antes de arrancar, Amaia Zubieta, portavoz del colectivo feminista, ha señalado que «ha sido un día muy importante, ha sido un día histórico porque no hay precedentes de una huelga feminista general».

En la acera, al pie del Edificio Singular, esperando ese arranque, permanecía el bloque de las mujeres rurales. Este ha sido el grupo más ruidoso y que mejor se ha sacudido el frío cantando y bailando, paraguas arriba y abajo, a lo largo el camino.

Tenían como principales gritos de guerra: «El bloque rural, en contra del capital» y «Herriak bizigarriak». Aunque, al final, han demostrado tener repertorio más que amplio. A su paso por un conocido centro comercial de la ciudad que siempre permanece acordonado en las huelgas generales, las mujeres de los pueblos de Nafarroa han coreado: «El Corte Inglés asesina en Bangladesh».

El avance de la manifestación ha sido particularmente lento, no solo por el temporal, también por la incompetencia de los policías españoles que debían de abrir camino. Así, a la llegada a la Plaza de La Paz, la cabecera ha sido redirigida por un itinerario no previsto, lo que ha provocado un parón de varios minutos.

Ha sido mientras la cabecera permanecía detenida en ese punto cuando han terminado de salir los últimos desde Antoniutti, por lo que la protesta ha llenado por completo la Avenida del Ejército. Con la particularidad de que, como los asistentes estaban prácticamente detenidos, la manifestación ha cubierto también la acera casi al completo, lo que solo sucede en manifestación de entidad relevante. En ese momento, entre punta y cola había, aproximadamente, unos 700 metros.

Los asistentes pueden contarse por miles, pero por las circunstancias antes descritas (lluvia, parones, ocupación de zonas no habituales) no se ha podido hacer una estimación rigurosa del total. Además, un importante número de personas no ha completado el recorrido debido al mal tiempo, que perjudicaba en particular a las numerosas madres y padres que se habían sumado a la protesta con niños pequeños bajo paraguas o en carritos burbuja.

Finalmente, la pancarta principal, en la que se leía 'Zaintza duinak, denontzat' ha alcanzado el Parlamento foral, desde donde ha embocado el Paseo Sarasate, donde se había colocado el escenario a para la lectura final. A este último tramo han entrado gritando: «No estamos todas, faltan las internas».

Gasteiz: recuerdo a detenidas e internas

Miles de personas se han manifestado por las calles de Gasteiz en defensa de un sistema de cuidados público y comunitario. Lo han hecho después de una jornada de huelga que, aunque las convocantes han valorado positivamente, ha quedado marcada en esta ciudad por la detención de dos mujeres en el piquete de Michelin y la identificación de otras ocho por parte de la Ertzaintza a las que han mostrado su solidaridad durante todo el día.

Tal y como ha subrayado Argiñe Khiari, miembro del Movimiento Feminista de Gasteiz, cuando la manifestación estaba a punto de comenzar, «hemos llenado de contenido los piquetes y ha quedado claro que este día de huelga es otro día de lucha más y que no dejaremos las calles hasta que todas las reivindicaciones sean realidad».

Su compañera Tania Siriany, por su parte, ha recalcado en que «no nos podemos olvidar de las que están en casa cuidando, porque recordemos que esta Huelga Feminista General también se hace en casa».

El recorrido ha discurrido desde la plaza San Antón de la capital alavesa hasta la Plaza de la Virgen Blanca, que ha quedado prácticamente llena. En el recorrido se han podido oír consignas como «No estamos todas, faltan las internas», «Gora borroka feminista» o «Zaintza sistema publikoa».

Una vez en el final de la movilización, en una Plaza de la Virgen Blanca a la que no paraba de llegar gente, los colectivos convocantes de la huelga han subrayado el trabajo que ha supuesto la organización de la misma, que han calificado de «histórico».

Así, han dejado claro que «lo que hemos vivido el día de hoy no termina aquí» porque «todavía nos queda mucho camino y habrá muchos mas hitos como el de hoy». Han asegurado que de esta jornada «saldremos fuertes», incidiendo en la importancia de «tejer redes» y «construir alianzas» entre mujeres.

Donostia: Derecho colectivo

En Donostia, la movilización también ha quedado muy afeada por la incesante lluvia. Pese a ello, varios miles de personas han marchado desde el túnel del Antiguo al centro de la ciudad, con una pancarta que añadía al lema global el secundario que incidía en el derecho colectivo al cuidado.

Durante el recorrido se han escuchado consignas feministas y lemas como ‘Mikel cariño, cambia tú al niño’, ‘Si dejamos de cuidar, os vais a cagar’ o ‘Régimen de internas, esclavitud moderna’, entre otros, además de constantes ‘Gora borroka feminista’.