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Un equipo que impone respeto con los menos habituales y siete canteranos en la Champions

Imanol y Struber coincidieron al destacar que el Salzburgo renunció a su forma de jugar para limitarse a defender a un conjunto plagado de suplentes y jugadores formados en Zubieta. La Real solo concedió una ocasión. Es el equipo menos goleado de esta edición de la máxima competición continental.  

Alineación presentada por Imanol ante el Salzburgo con siete jugadores formados en la cantera de Zubieta. (Andoni CANELLADA/FOKU)

El aspecto más destacado del empate sin goles entre Real Sociedad y Salzburgo en el partido de la Liga de Campeones jugado el miércoles en Anoeta fue el respeto de un rival habitual en la competiciçon a pesar de que Imanol presentó una alineación plagada de suplentes con siete jugadores formados en Zubieta.

Aunque Imanol anunció el martes que iba a alinear su mejor once para ganar al Salzburgo, introdujo seis cambios con respecto al que jugó el domingo contra el Sevilla por la cercanía del derbi contra Osasuna. Solo repitieron Zubeldia, Aihen, Zubimendi y Brais en una alineación con siete canteranos al acompañar a los tres primeros Odriozola, Elustondo, Turrientes y Oyarzabal.

Completaron el equipo Remiro, que es el portero menos goleado en la Champions con solo dos tantos recibidos ante el Inter y el Benfica en Anoeta, y dos jóvenes como Momo Cho y Zakharyan a los que Imanol quiso dar su primera titularidad en la Champions.

Descanso a los internacionales

El oriotarra no utilizó en todo el partido a dos internacionales como Merino, apercibido, para que pueda participar contra el Inter, y Le Normand. Además Kubo y Traoré solo jugaron 15 minutos, Barrenetxea 25 a pesar de que el equipo necesitaba la chispa de sus dos extremos e Imanol dio descanso a Brais en los últimos 25.

Una gestión motivada por la incomprensible decisión de la Liga de programar un domingo el duelo entre dos equipos que jugaban Champions el miércoles como Real y Sevilla y el sábado el derbi de El Sadar ante Osasuna. De separar cuatro días cada partido Imanol podía alinear más titulares, pero prefirió dar descanso a los que más lo necesitan a pesar de los 2,8 millones que tenía como premio una victoria que habría logrado con más titulares para asegurar además que el empate valga en Milán.

También Inzaghi presentó un equipo plagado de suplentes en el partido que el Inter empató contra el Benfica (3-3)  tras ir por detrás 3-0 por los goles de Joao Mario en los primeros 34 minutos. Independientemente de los resultados del miércoles, el primer puesto se iba a jugar el 12 de diciembre en San Siro en un partido en el que a la Real le vale el empate para jugar contra un segundo los octavos de final.

Dominio absoluto

A pesar de dar menos importancia al partido que a cualquiera de los de Liga y Champions jugados esta temporada, el dominio de la Real fue absoluto ante un Salzburgo con más titulares. Las estadísticas oficiales de la UEFA son muy significativas. La Real remató veinte veces por cuatro del Salzburgo, con ocho paradas de Schlager y una sola de Remiro. Realizó 62 ataques por 21 del equipo austríaco, con un 67% de posesión de balón, nueve saques de esquina sacados y dos defendidos y 526 pases por 195 de los de Struber, que dieron por bueno el punto y se limitaron a defender.

El técnico del Salzburgo declaró que «los jugadores pueden estar orgullosos de este punto porque ya sabemos lo que ha conseguido la Real y su nivel. Mis jugadores han mostrado un nivel defensivo y táctico importante. Ya conocíamos que a la Real le encanta jugar por el centro y no les hemos querido dejar espacios».

También Imanol incidía en eso al señalar que «ellos han hecho algo que habitualmente no hacen y eso quiere decir que nos tenían muchísimo respeto. Siempre van a apretar al rival arriba y no se han atrevido. Hemos hecho méritos para ganar, ha habido cambios y la gente que ha entrado lo ha hecho bien. No hemos dejado de intentarlo porque queríamos ganar. No hemos acertado de cara a portería, pero estoy contento con el trabajo del equipo».