El BEI, banquero de la Unión Europea
El Banco Europeo de Inversiones es uno de los mayores prestamistas supranacionales con alrededor de 437.000 millones de euros. Nació con la Unión Europea como instrumento para contribuir a un desarrollo equilibrado y a partir del 1 de enero de 2024 lo dirigirá Nadia Calviño
El Banco Europeo de Inversiones se creó al mismo tiempo que la Unión Europea con la firma del Tratado de Roma en 1958. La institución financiera se estableció primero en Bruselas y desde 1968 tiene su sede en Luxemburgo.
De acuerdo con el artículo 309 del Tratado de Funcionamiento de la Unión Europea, la misión del BEI es contribuir al desarrollo equilibrado y estable del mercado interior en interés de la Unión Europea. En la práctica, esto se traduce en que el BEI financia proyectos de acuerdo con las directrices que emanan de los órganos de la UE.
Aunque el artículo 309 solo hace mención al mercado interno, lo cierto es que también financia proyectos en el exterior siguiendo dos grandes líneas: la financiación de proyectos en países que han comenzado el proceso de adhesión a la UE, y proyectos relacionados con la cooperación al desarrollo que la UE considera prioritarios.
Sin embargo, el monto de las inversiones en el exterior queda lejos de las operaciones internas. A pesar de que el BEI financia inversiones en más de 150 países de todo el mundo, solamente suman el 10% de todas su actividad de prestamista. El 90% financia proyectos propuestos por los Estados miembro.
El balance de 2022 recoge que el BEI tenía en su activo préstamos por un valor de 437.000 millones de euros. Cada año otorga aproximandamente alrededor de 65.000 millones en nuevos créditos. Unas cantidades que le convierten en uno de los mayores prestamistas supranacionales del mundo.
Funcionamiento
El BEI cuenta con 248.000 millones de euros de capital que los países miembros de la UE desembolsan al ingresar en la Unión. La cuota se calcula en función del PIB que tengan el país en el momento del ingreso. A pesar de que la aportación es proporcional a la riqueza de los Estados miembro, los principales órganos de gobierno del banco tienen una composición paritaria.
El principal órgano es el Consejo de Gobernadores que está formado por los ministros de Economía de los 27 Estados miembro. El Consejo determina la orientación general del banco y decide, entre otras cuestiones, la política de créditos, la participación en operaciones de financiación fuera de la UE o los aumentos de capital. Asimismo, es el encargado de realizar los nombramientos.
El Consejo de Administración está constituido por 28 directivos, uno por cada país miembro más uno designado por la Comisión Europea. Es el órgano que decide sobre los préstamos, garantías y créditos, es decir, sobre todas las operaciones del banco. Se encarga asimismo del control de la gestión del banco.
Finalmente, está el Comité de Dirección, que está formado por nueve miembros y que será el órgano que a partir del 1 de enero presida Nadia Calviño. El presidente de este órgano ejecutivo es también el presidente del Consejo de Administración del banco. El Comité de Dirección se encarga de la gestión cotidiana, así como de preparar las decisiones del Consejo de Administración.
Independiente de este organigrama está el Comité de Auditoría, formado por seis miembros que son los encargados de velar por el correcto funcionamiento de la institución.
Principales operaciones financieras
El BEI capta sus recursos en los mercados financieros, generalmente con la emisión de obligaciones, y después utiliza esos recursos para financiar proyectos. Tres son las líneas principales de actuación del banco.
En primer lugar, está la financiación a largo plazo de proyectos privados o públicos. En esos casos la participación del BEI no suele exceder del 50% del coste total y los programas de inversión comienzan a partir de los 25 millones. En el caso de proyectos de las instituciones públicas, el BEI puede ofrecer préstamos marco a partir de 100 millones para financiar programas de inversión que constan de varios proyectos más pequeños. Para aquellas inversiones que quedan por debajo de esos límites, el BEI suele conceder préstamos a bancos privados, como Deutsche Bank AG en Alemania o Intesa Sanpaolo en Italia, que actúan como intermediarios para las pequeñas y medianas empresas. En estos casos, los préstamos no suelen superar los 12,5 millones de euros.
Otra línea de actuación del banco es la participación cuasi directa en empresas por medio de operaciones de capital riesgo. Está abierta a empresas de determinados sectores, fundamentalmente biotecnología, software y TIC, ingeniería y automatización, renovables y tecnologías limpias. Este tipo de inversiones se realizan fundamentalmente a través del Fondo Europeo de Inversiones, que ha sido creado durante el mandato del actual presidente Werner Hoyer. En estos casos de inversiones de capital riesgo, la participación del banco suele ser bastante menor, cubre entre el 10% y el 20% de la inversión con un máximo del 25%.
Un tercer aspecto de su actividad está relacionado con la concesión de avales y garantías a pequeñas y medianas empresas, lo que permite a las compañías buscar financiación adicional con el aval de BEI.
Por último, el banco también ofrece asesoramiento a proyectos públicos y privados, tanto sobre mecanismos de inversión específicos como sobre el desarrollo de mercados u orientación estratégica y técnica en la definición de un proyecto. De hecho, el BEI emplea a casi 3.000 expertos europeos en finanzas.