La presión de EEUU obliga a posponer por cuarta vez la votación de una resolución sobre Gaza
La amenaza de veto por parte de Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU ha obligado a posponer por cuarta vez la votación de una resolución para pedir un alto el fuego en la Franja de Gaza que permita el paso de ayuda humanitaria. No acepta que se hable de ataques «indiscriminados».
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas ha aplazado por cuarta vez consecutiva la votación de una resolución, impulsada por Emiratos Arabes Unidos, para pedir un alto el fuego en la Franja de Gaza que permita el paso de ayuda humanitaria.
La decisión se ha tomado después de «intensas negociaciones a puerta cerrada» por parte de los representantes de varios Estados que han llevado a cabo varias reformas en el texto de Abu Dabi, que pedía una «suspensión urgente» de las hostilidades que permitan un acceso seguro y sin obstáculos a la ayuda humanitaria para los palestinos en Gaza.
Tras las reuniones, la representante de Estados Unidos ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, ha declarado que su país estaba listo para votar sobre un proyecto de resolución, siempre y cuando se introdujeran cambios en el último borrador.
Según ha podido saber la agencia de noticias DPA, varios Estados han expresado su descontento con el texto «diluido» propuesto por EEUU, que tiene derecho a veto y que ya ha impedido resoluciones de este tipo anteriormente.
Al parecer, Washington, ha presionado para que se eliminaran varios puntos del documento, entre ellos una condena a «todas» las violaciones del Derecho Internacional Humanitario o los ataques «indiscriminados» contra civiles.
La votación requiere de al menos nueve votos a favor de un total de quince miembros, no obstante, también se necesita que ninguno de los cinco países que tienen poder de veto –Estados Unidos, China, Rusia, Gran Bretaña y el Estado francés– se opongan a ello.
Mientras que la comunidad internacional negocia la resolución, las autoridades de la Franja han cifrado en 20.000 los fallecidos, incluidos 8.000 niños, por los ataques del Ejército de Israel contra el enclave. A esta cifra se suman unos 300 muertos a manos de militares israelíes y colonos en Cisjordania y Jerusalén este.