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Entrevue
Loren Juarros
Director deportivo del Málaga

«Dije al presentarme con un contrato de dos años que mi objetivo es estar diez como en la Real»

Un día antes del encuentro de Copa entre sus dos equipos, el de Ibarra transmite su deseo de repetir en Málaga lo que consiguió en la Real, llevarle con su confianza en la cantera de la peor situación de su historia deportiva y económica a la mejor. Es la referencia que se marca en su nueva etapa. 

Loren llegó al final de la pasada temporada a Málaga para sacarlo de su peor situación. (Juan Carlos RUIZ/FOKU)

Si al cumplirse quince años de su llegada a la presidencia de la Real Jokin Aperribay repasaba en NAIZ lo vivido desde entonces, el responsable deportivo de sus diez primeros también se siente orgulloso de su gestión. Empezó con un equipo en Segunda y unos fondos propios negativos de 42,9 millones y lo dejó en Europa con unos positivos equivalentes a 74,2, 117,1 de diferencia a base de beneficios en todas las temporadas.

Hay que sumarles otros 100 de ingresos posteriores que se pueden atribuir a su gestión por Odriozola, Griezmann, Llorente, Juanmi, Rulli, Willian José y Navas. Todos esos ingresos permitieron a la Real pagar sus deudas, construir el nuevo Anoeta y acceder a jugadores de mayor coste económico después gracias una gestión que acabó en 2018, 32 años después de subir al primer equipo para ayudarle a ganar una Copa esa temporada.

Logró una Copa con la Real en 1987, que no jugó la final al lesionarse en la semifinal con el Athletic, dos subcampeonatos en 1988, un tercer puesto peleando hasta la última jornada el segundo de Champions en 1998, ¿pero su logro más importante fue subir a Primera en 2010?

Diría que sí. La Copa tuvo repercusión, era algo muy grande con un equipo en el que se mantenían campeones de Liga con jóvenes que empezábamos, pero por encima de entrar en Europa, lograr el ascenso con un grupo de jugadores que muchos no esperaban que íbamos a ascender, ni mantenernos ni al tercer año jugar la Champions, está ese hito del ascenso porque nos saca de una situación complicada.

«Cuando entramos Jokin y yo había 16 jugadores de fuera. Decidimos que la solución debía venir por los activos propios»

El club estaba en concurso de acreedores, el tercer año en Segunda y al límite. Era fundamental subir para solventar la crisis económica y volver a la normalidad y a los principios y valores de la Real, a apostar por la cantera. Cuando entramos Jokin y yo en la dirección deportiva, había dieciséis jugadores de fuera. La solución a estar en Segunda se buscaba fuera y decidimos que la solución, en lo económico y lo deportivo, tendría que venir por los activos propios generados en Zubieta.

Y esa gestión comienza en un ambiente de desconfianza y crispación social.

El riesgo era de desaparición. No solo por lo deportivo y económico, la institución estaba en peligro en lo social por el proceso vivido esos tres años y la llegada de Badiola, con una fractura total de la masa social y en el aspecto económico, como ha quedado en evidencia con la entrada de personas como él en el Racing o Alavés, que bajaron a Segunda B en situaciones límites.

La parte fundamental de los jugadores debía ser de casa. Era la primera premisa. No es fácil estar en Primera, la exigencia deportiva y los cambios generacionales no te permiten cubrir todas las posiciones con los de casa. La cantidad económica que disponías no era tan importante para aspirar a jugadores que se fueran del precio. Se acertó con ellos y dieron rendimiento para complementar a los que generamos en Zubieta. El éxito fue mantener un rendimiento deportivo sin perder los patrones y los fundamentos de lo que se inició en 2008.

Pese a ascender tuvo que convivir siempre con un ambiente crítico. 

Tras ascender, había jugadores y un entrenador que tenían una impronta social y tuvimos que tomar decisiones drásticas porque queríamos ir por otra vía, dar entrada a Iñigo Martínez y Asier Illarramendi y apostar por jugadores como Xabi Prieto, Agirretxe, Carlos Martínez o De la Bella.

«Badiola generó una fractura social y no era fácil tomar decisiones con los que defendían que había habido un golpe de Estado»

Una parte de la masa social y la prensa nos decía que esos jugadores no eran capaces de ascender, ni mantenernos en Primera ni llegar a Europa. La etapa de Badiola generó una fractura social y mediática y no era fácil tomar decisiones impopulares con los que defendían que poco menos que había habido un golpe de Estado.

Es destituido en 2018 tras una eliminatoria ante el Salzburgo y unos meses en los que se junta todo, con lesiones de jugadores titulares y la salida de Iñigo Martínez.

Con esa eliminación aumentó un ambiente negativo alrededor de la dirección deportiva. La llegada de Roberto Olabe y su salida deja un caldo de cultivo propicio para que pasara alguna cosa alimentada por una parte de la prensa que desde el principio estuvo en contra. Hubo que pelear con muchas cosas y mantenernos firmes y es a lo que doy mayor valor.

A sostenernos en nuestra idea que dio al club viabilidad y estabilidad con un rendimiento deportivo que nos permitió entrar tres años en Europa afianzando un grupo de jóvenes que en unos parámetros sostenibles permitieron al club tener estabilidad. Salir competiendo en Europa es una buena salida, por mucho que te elimine el Salzburgo, que parecía que no era nadie, pero llegó a semifinales y desde entonces ha competido en la Champions. Y fue una eliminatoria en la que no acompañó nada porque nos empataron en el 94 en Anoeta y en la vuelta expulsaron a Raúl Navas, se lesionó Rulli y nos ganaron de penalti.

La Real jugó la Champions 2013-14 con una cuarta parte del presupuesto actual y esa Europa League con la mitad.

Con más dinero tienes más acceso a jugadores y a mantener a los que se forman. En aquellos años acababan de subir Oyarzabal y Zubeldia y a Le Normand lo fichamos para el Sanse, donde estaba Zubimendi. Las dos cosas supone que la masa salarial se incremente. Llegar a un status superior con esos jugadores compromete lo económico y te puede dar resultados como a la Real ahora para mantener la competitividad y estar en Champions.

«Nuestro modelo fue viable, el club no hizo más que crecer y generamos una situación que permite tener un nuevo campo»

Hay que controlar dónde está el riesgo. Tenemos el ejemplo del Sevilla, que ha estado años compitiendo en Europa y en la Liga, tiene que vender jugadores, flojea lo deportivo y aflora una deuda de 80 millones. Nuestro modelo fue estable, viable y de rendimiento, el club no hizo más que crecer y generamos una situación económica que permite tener un nuevo campo porque Zubieta nos da los valores para que el club sea sostenible. La remodelación de Anoeta ha supuesto un salto cualitativo, más gente joven se ha incorporado a la Grada Aitor Zabaleta y todo eso ha sido fruto de ese trabajo inicial y de la continuidad que tiene ahora.

Fue coherente con una apuesta por Eusebio hasta el final.

Lo que aportó Eusebio al fútbol de la Real está en otra dimensión. Con Lasarte se busca un perfil muy motivador para conseguir un ascenso. Más que conceptos futbolísticos aportó al equipo autoestima, estuvo dos años y consiguió los objetivos. Salvo Moyes, todos los han cumplido. Con Montanier le dimos una vuelta con un entrenador de modelo francés, con un estilo juego atrevido que buscamos para el perfil que generábamos en Zubieta. Además de intensidad y agresividad, lleva a la Real a mucho más en lo futbolístico y tras unos comienzos difíciles llegamos a la Champions.

Jagoba Arrasate consigue un hito al clasificarnos para la fase de grupos tras superar al Lyon y nos lleva al año siguiente a la previa de la Europa League. Tras su salida llega David Moyes, el mayor error que cometimos en la elección de un entrenador, y lo sustituye Eusebio porque tengo claro que era lo que necesitaba el equipo y nos dio dos temporadas de un fútbol fantástico. No he disfrutado tanto al ver a la Real como en ese momento, con respeto a los demás, que todos lo hicieron bien.

¿Por qué no sustituye a Eusebio cuando el equipo encaja muchos goles porque se expone demasiado e Imanol demostraba en el Sanse, con casi todos los partidos sin recibir gol, que era lo que necesitaba el equipo, como se comprobó al final de temporada?

Fue un año difícil. Se va en enero Iñigo, aunque no contamos con él desde agosto porque estaba y no estaba. Tuvimos lesiones de jugadores importantes. En lugar de fichar de fuera subimos a varios del Sanse y en ese tiempo Imanol convive con Eusebio. Apuesto por él para el filial con Labaka y Zulaika porque queremos dar un paso más en el modelo de juego y el tipo de futbolista.

Imanol lo entiende perfecto y, al estilo de juego atrevido, le añade ser más proactivos en defensa. Si estoy por mantener a Eusebio era porque se acusaba un desgaste por jugar dos competiciones con un modelo de mucha exposición. Al ser muy atrevido, el equipo tiene que estar redondo. Pensaba que no era el momento de quitar a Eusebio y se mejora cuando salimos porque se concentra solo en la Liga y vuelve a coger parámetros de los años anteriores.

«Planteo a Imanol un futuro en el primer equipo y me dice que ni se me pase por la cabeza. Cuando salgo lo último que les dije al Consejo fue "cuidad a Imanol porque creo que tenéis ahí un entrenador"»

Imanol le da en esos partidos empaque. El equipo necesitaba automatismos más de seguridad, no corre tantos riesgos y eso lleva a recuperar la excelencia. Mi obligación siempre es mirar en casa antes que fuera y sí hay un momento que le planteo a Imanol, no para hacerlo de manera inmediata, un futuro en el primer equipo y me dice que ni se me pase por la cabeza. Cuando salgo lo último que les dije al Consejo fue "cuidad a Imanol porque creo que tenéis ahí un entrenador". No sé si había mucha confianza en él en el club porque entra, sale y vuelve a entrar.

Introdujo en el Sanse el estilo de juego y de futbolistas de Eusebio en lo técnico y lo ha mejorado en defensa, partiendo de la base de defender con el balón, con una presión alta. Imanol viene de todo el trabajo anterior a nivel de entrenadores y me siento orgulloso de haber trabajado con dos técnicos de la casa como Jagoba y él, que vemos donde están, como con Martín, Philippe o Eusebio.

Decía Aperribay que decide cambiar la dirección deportiva porque al equipo le costaba competir con dos partidos a la semana y para mejorar los procesos de trabajo, pero ¿la clave es que la Real maneja presupuestos muy superiores para aumentar su estructura y fichar jugadores de otra dimensión?

La clave es que no se equivoque la Real económicamente porque nadie te va sacar de la situación como entonces, que gracias a la Kutxa, Diputación y Ayuntamiento se pudo gestionar un concurso de acreedores. Porque todo está en función de lo económico. También me hubiera gustado tener doce ojeadores, más analistas, fisios... Teníamos una limitación económica y no había más proceso que ir sacando jugadores de abajo, defendiendo la filosofía del club.

«Teníamos una limitación económica y no había más proceso que ir sacando jugadores de abajo, defendiendo la filosofía del club»

Quiero destacar el trabajo de Luki Iriarte en Zubieta junto a la dirección deportiva. Cuando se habla de procesos, de aumentar la estructura y la organización, de controlar más el fútbol externo con más gente ojeando en otros países, para nosotros lo más importante era la cantera, que también hay mucha gente en la estructura interna, que me hubiera gustado tener más, pero era la situación que teníamos.

Algunos hemos tenido que trabajar con recursos limitados. Jokin Aperribay nos pidió una reducción de los servicios médicos, del cuerpo técnico... En la dirección deportiva estábamos solo Javi Pérez y yo, con Luki Iriarte y toda la estructura del fútbol formativo. Entre todos dimos la vuelta a la situación deportiva con poco dinero.

No podíamos aspirar al perfil de jugador que viene ahora. Sacas a Vela del Arsenal porque la situación es la que es, a Rulli cuando llega parece que no traes nada, Willian José había pasado por Zaragoza, Castilla y Las Palmas, sin pagar nada vienen Navas, De la Bella, Yuri, Le Normand... La primera conversación con los representantes de Remiro y Merino la tengo yo en enero de ese 2018. Debíamos movernos en parámetros que no era fácil encontrar jugadores que dieran rendimiento. No aciertas en todos, antes y ahora. Todo se hizo con mucha medida buscando una progresión, no venían consagrados. Pero el mayor valor fue demostrar la confianza a jugadores de casa que estaban cuestionados.

«No tengo reproches. He sido feliz y como jugador y director deportivo he contribuido a salir de una situación catastrófica»

No tengo reproches, sí algunas decepciones porque diez años son muchos para cualquiera. He sido feliz y he contribuido en la Real como jugador y como director deportivo a salir de una situación catastrófica. Estar diez años en cualquier sitio no es fácil.

Y ahora busca lo mismo en Málaga, que viene de una situación parecida a la Real porque también gastó lo que no podía para jugar la Champions y ha acabado en la 1ªRFEF.

En la primera conversación me dicen que quieren dar una vuelta a un modelo que ha fracasado en el Málaga, con una propiedad qatarí que busca su negocio y se cae el club y toca fondo en lo deportivo y lo económico. Desde un peldaño más abajo que en la Real se busca lo mismo. Les digo que me tienen que dejar hacer lo que me ha dado resultados, primero por necesidad, porque lo que hicimos en la Real era necesidad, y por convencimiento de creer en la gente joven y en la cantera.

Había hablado con otros clubes. Te llamaban, hablábamos de lo que había hecho en la Real y de lo que supone eso, y la gente tiene más dudas porque en el fútbol lo inmediato se come al medio y largo plazo y ningún presidente me transmitió la confianza del Málaga, que tiene similitudes con la Real.

«Hay talento y población para trabajar. No se podrá imitar al 100% el modelo de la Real, pero nos sirve como referencia»

En mi presentación dije que venía con un contrato de dos años con opción a un tercero y mi objetivo es estar diez como en la Real. El carácter del malagueño es diferente al guipuzcoano, pero deportivamente creo que hay talento y población para trabajar. No se podrá imitar al 100% el modelo de la Real, pero nos sirve como referencia y creo en ello.

Y hay un potencial demográfico. En la capital de Málaga viven 600.000 personas y en toda la provincia 1,7 millones, más del doble que en Gipuzkoa.

Eso me motiva, aunque en Málaga trabajas con la amenaza de Real Madrid, Barcelona, Atlético Madrid, Villarreal, Sevilla y Betis, que tienen ojeadores aquí. No tenemos la normativa de Gipuzkoa para que cada chaval juegue en el equipo de su pueblo. Hay dos de siete años y uno de cinco que los llaman el Betis y el Sevilla y sus padres se los llevan dos veces a la semana a Sevilla a entrenarse. Coincidí con el responsable de Deportes de la Junta de Andalucía y le planteaba el problema. ¿Cuando va a estudiar ese chaval y qué será de él si no triunfa en el fútbol? A un juvenil le puedes convencer para que se quede, pero con los niños son los padres o los políticos los que deben ver eso.

Que con las instalaciones deportivas que tenía el Málaga salieran futbolistas nos parece un milagro para los que hemos conocido las de Zubieta desde 1982. Si han salido así, con la Ciudad Deportiva que acabamos de inaugurar se va a dar un salto. Ahora hay que fidelizar a los jugadores, que vean el Málaga como un fin y no como un medio para salir a otros equipos. Tenemos mucha ilusión porque hay posibilidades.

«Tras el Athletic, somos el que más canteranos utiliza y nos dan rendimiento. Mejoran cada mes y somos optimistas»

El Málaga es el equipo que más canteranos utiliza en la categoría, sin contar los filiales, catorce, seguido con siete por Deportivo y Cornellá, y son mayoría en el once más utilizado con muchos jóvenes.

En la 1ªRFEF los sub'23 se utilizan por la obligatoriedad de tener seis. Tenemos once y muchos compitiendo regularmente. Tras el Athletic, somos el que más canteranos utiliza, compiten y nos dan rendimiento. Uno ha debutado con 16 años y tenemos varios por debajo de los 22.

No están en su mejor edad de rendimiento. Jugarían en un filial, pero mejoran cada mes. Somos optimistas. Los chavales de la academia ya ven que si se quedan tienen posibilidades de llegar al primer equipo. Se empiezan a fidelizar, a tener sentido de pertenencia. Estamos construyendo, convenciendo a la gente, a las entidades públicas, a los organismos deportivos. Hasta los que tenían más dudas empiezan a creer.

Acabamos de renovar a cinco jugadores de entre 18 y 22 años que el año pasado tuvimos alguna propuesta de salida. Confían en el proyecto. Los jugadores, los representantes y las familias entienden que el Málaga es el mejor sitio para ellos, que les ofrece la oportunidad de ser futbolistas, y renuevan.

Para retenerlos es importante subir y el II es el grupo más difícil para lograr el primer puesto que da el ascenso directo a Segunda.

De los dos que tenemos por delante, el Castellón tiene propiedad extranjera y ya estuvo a punto de volver a ascender el año pasado y en el Ibiza, recién descendido, está Amadeo Salvo, que vendió el Valencia a Peter Lim y tiene una empresa potente. Es un grupo más fuerte que el 1, en el que los filiales de Celta, Real y Barcelona están arriba. En nuestro grupo los de Real Madrid y Atlético van en la zona media. Los tres primeros del grupo 2 seríamos líderes del 1.

«Sabemos la exigencia, pero este proyecto se ha establecido para al menos dos años. Si subimos mejor, pero no es una obligación»

Sabemos la exigencia del Málaga, pero sin obsesionarnos. Debemos seguir el camino marcado y construir el modelo de club diferencial y alejarnos de la obligación inmediata. Este proyecto se ha establecido para al menos dos años. Si subimos mucho mejor, pero tampoco es una obligación. Y si no acabamos primeros, un play-off en La Rosaleda con 30.000 no será fácil para los rivales.

¿En Málaga hay presión por subir cuanto antes?

No es fácil. Hay muchos medios de comunicación. El primer día en la rueda de prensa me quedé asustado porque hay muchos más que los que siguen a la Real. En 1ª RFEF tenemos 20.000 socios y van al campo 25.000. Es una presión, pero la gente se está identificando con el modelo a pesar de no ser lideres. Vamos a aspirar a acabar primeros, pero no arrancar líderes no quiere decir que las cosas vayan mal. La gente ve un equipo comprometido, competitivo, que transmite a la grada y hasta los más escépticos empiezan a pensar que a ver si vamos tener razón...

Se ha llevado a dos jugadores de Zubieta como Luca Sangalli y Jokin Gabilondo.

Luca empezó jugando, se lesionó y se ha recuperado ahora. Jokin ha tenido continuidad desde el primer día y da un rendimiento altísimo. Se le queda pequeña la categoría y se ha comprometido con un proyecto que le ilusiona. No tenía dudas y no solo aportan en lo deportivo. Decidí traerlos porque me hacían falta esas posiciones e iban a aportar rendimiento, pero también para meter profesionalidad, entrega, compromiso e identidad a un vestuario joven. Como ha venido Einar Galilea, del Alavés, que también es referencia. Nos han dado un plus de lo que es el modelo que queremos construir. Saben transmitirlo y lo hacen muy bien.

Ha mantenido a Pellicer, el entrenador.

Lo había seguido el año pasado, estuvo peleando por no descender, en la época del covid salvó al equipo, conoce la cantera y la filosofía del club porque trabajó en el juvenil y el filial. Es la persona idónea para armar este proyecto, estoy contento con su compromiso.

«Es un encuentro para disfrutar la afición, que vea un equipo de Champions similar a lo que queremos hacer con gente joven»

¿Cómo plantean la eliminatoria con la Real?

En la anterior con el Eldense de Segunda el equipo compitió y la superó. El mister decidirá cuales son los mejores para competir y que no nos afecte en la Liga, pero se ha generado mucha ilusión. Dependerá de la gente de la Real que pueda animarse, pero con los de Málaga se rozará el lleno, 30.000, a pesar de ser un domingo a las 21.00 con televisión en abierto. Es un encuentro para disfrutar la afición, para que vea un equipo de Champions similar a lo que queremos hacer, que compitiendo con gente joven se pueden conseguir logros. Para nosotros lo más importante es la Liga, pero vamos a competir juegue quien juegue.

¿Cómo ve a la Real?

Lleva una linea muy regular. Disfruto de lo que veo. Con la situación que se dio en 2018 de cambio de todo, Imanol ha dado al equipo una impronta estable en cuanto a criterios. Tiene una virtud. A casi todos, a los chavales y a los que llegan de fuera, les saca rendimiento. Me alegro mucho porque confiamos en él y me parece el principal artífice del momento que vive la Real.