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Denuncian una agresión a una trabajadora en la estación de Abando de Bilbo

El comité de empresa de Renfe Cercanías ha denunciado la agresión que sufrió una trabajadora el 6 de enero en la estación bilbaina de Abando en presencia de menores. Recuerdan que es la tercera agresión en un año y la achacan al sistema de gestión de la empresa.

Imagen de archivo de la estación bilbaina de Abando. (Monika DEL VALLE | FOKU)

El comité de empresa territorial de Renfe Cercanías ha denunciado la agresión sufrida por una trabajadora en la estación bilbaina de Abando el pasado 6 de enero, cuando colaboraba con la venta de abonos recurrentes debido a la gran avalancha de viajeros debido al Día de Reyes.

A través de un comunicado, el sindicato UGT ha desvelado que esta agresión se produjo «en presencia de menores» ya que era el día de Reyes y, además, se trata de la tercera agresión sufrida por personal de Cercanías en los últimos doce meses. En mayo, un interventor de la línea Bilbo-Balmaseda fue apaleado tras pedir el billete a dos viajeros.

Por ello, el comité denuncia «la concurrencia» de varios factores que amplían la exposición de la plantilla a este tipo de amenazas para su seguridad y salud.

En primer lugar, el comité considera que la actual falta de plantilla «redunda en un peor servicio y provoca frustración y agresividad por parte del pasaje».

En segundo lugar, han tildado de «caprichosa» la orden de jefatura de salir de las taquillas, para «presuntamente» acercar el servicio a la clientela, medida que, a su entender, «lo único que hace es privar al personal de la seguridad que ofrece la taquilla y exponerle a riesgos de agresión física o verbal».

En ese sentido, el comité ha recordado que, en muchos otros medios de transporte donde se han implantado estos sistemas de gestión, «se ha experimentado un aumento en las agresiones».

En tercer lugar, el comité de empresa ha asegurado que «las medidas de protección ofertadas por la empresa para este incremento del riesgo no funcionan» ya que, tal y como ha añadido, «las alarmas silenciosas que porta el personal no funcionan en ciertos puntos de las estaciones subterráneas y su tiempo medio de respuesta es muy superior al de cinco minutos que manifiesta la empresa».

Además, prosigue el escrito de denuncia sindical, parte del servicio de circuito cerrado de televisión con que cuentan las instalaciones, «o no enfoca o no graba gran parte del espacio de las estaciones» lo que, a su entender, conduce a «una falta de seguridad tanto para el pasaje como para la plantilla».