A Imanol le sale casi perfecta la primera parte de su plan para el doble asalto de Vigo
Solo la lesión de Aihen Muñoz –psoblemente grave– entristece una victoria liguera para la que Imanol ha apostado por reservar a numerosos titulares pensando en la Copa, con un once inicial formado por ocho jugadores salidos de Zubieta. El único gol lo ha anotado Brais Méndez (0-1).
Como si fuera Hannibal Smith, el líder del mítico ‘Equipo A’, Imanol Alguacil puede recitar esta noche aquella famosa frase de «me encanta que los planes salgan bien». Obligado por las bajas, y pensando también en los cuartos de Copa, el técnico ha planteado para el primer asalto en Balaídos un once con variaciones no solo de nombres, sino también en lo táctico, y su equipo le ha respondido de manera inmejorable, con chavales jóvenes llamando a la puerta y tres puntos que mantienen la distancia con Valencia y Las Palmas, y dejan las posiciones Champions a 6 puntos de distancia.
El de Orio ha metido por delante de Remiro tres centrales –Pacheco junto a los habituales Zubeldia y Le Normand– con Aihen por el carril izquierdo y el potrillo Jon Aramburu por la derecha (Traoré y Odriozola no están disponibles y Aritz terminó tieso en El Sadar).
En el centro, Turrientes y Olasagasti han suplido al lesionado Zubimendi y a Merino, mientras que Brais –suplente en Iruñea– ha sido titular en el regreso a su casa. Arriba, sin Kubo ni Barrene, Imanol ha sentado a Oyarzabal para ubicar en punta a Magunazelaia y Sadiq.
Los gallegos, que este curso celebran su centenario, llegaban al partido con una única derrota en los siete últimos partidos de Liga –también es cierto que les cuesta ganar–, y Balaídos presentaba un gran ambiente para recibir a los donostiarras.
Gol y ocasión de Sadiq
Pero son los goles los que hacen buenos los planes, y un zurdazo de Brais desde 29 metros, perfectamente ajustado al palo derecho de Guaita, ha puesto pronto por delante a esta Real ‘made in Zubieta’, con ocho titulares que han pasado por el filial (0-1, 10’). El de Mos no marcaba desde el pasado 24 de octubre.
La Real mandaba en el marcador y también sobre el campo, sin acusar el novedoso dibujo, y Sadiq ha tenido el 0-2 antes de llegar al ecuador de la primera parte, tras bajar con el pecho una asistencia de Brais al corazón del área, pero no ha definido con precisión y se ha topado con el meta vigués. A pesar de este fallo, el nigeriano ha jugado todo el partido y se ha fajado como el que más.
La respuesta del Celta ha llevado al firma de Larsen, tras un balón a la espalda de la defensa y pase de la muerte de Dotor, pero ahí ha aparecido la milagrosa mano de Remiro para evitarlo. Ha sido la más clara para los locales en todo el partido.
Ahien se rompe
Algo más tarde ha llegado la peor noticia de la noche con la lesión de Aihen. El de Etxauri, un fajador que ya se rompió el cruzado en 2016 y que se ha ganado su lugar en esta plantilla contra viento y marea, se ha dañado la rodilla izquierda en una disputa del balón. Por la tele se apreciaba su cara de dolor y miedo ante una lesión que pinta a grave, ya que ni siquiera podía enderezar la pierna. A falta de confirmación médica, otra más en una larga lista que asola al club.
Tierney ha entrado en su lugar, y todo hace prever que el protagonismo del escocés será mayor en lo que resta de campaña. Restaban unos diez minutos para el descanso y el equipo ha notado el shock. Lógico. Bastante ha hecho con aguantar en pie.
En el arranque de la segunda mitad Imanol se ha protegido al quitar a Aramburu, que tenía amarilla, para colocar a Aritz Elustondo en el lateral derecho.
Los blanquiazules han vuelto a retomar la manija y a punto han estado Brais y Magunazelaia de meter el segundo. En la otra trinchera, Benítez movía el banquillo buscando la reacción.
El martes, segundo asalto
Imanol ha respondido dando entrada dos pesos pesados como Oyarzabal y Merino por Magunazelaia y Olasagasti, que han cumplido de largo durante más de una hora. Los dos canteranos han firmado muy buenos minutos, al igual que un Turrientes que está para tareas mayores.
El Celta buscaba la igualada con más voluntad que precisión, mientras la Real se defendía sin excesivos apuros. El primer asalto cae del lado de los donostiarras, y el martes a las 21.30 ambos conjuntos volverán a verse las caras en el mismo escenario. Se supone que Imanol saldrá con toda la artillería de la que dispone, aunque las bajas se le acumulan. En juego estará el pase a semifinales de Copa.