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El PNV pausa el desembarco del Guggenheim Urdaibai por el escenario convulso al que se enfrenta

A las puertas de las elecciones al Parlamento de Gasteiz, con una tramitación urbanística compleja y una renovación de la cúpula norteamericana del Guggenheim, Diputación y Lakua abren un periodo de reflexión de dos años sobre si amplían la pinacoteca a la Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

Elixabete Etxanobe e Iñigo Urkullu, en el encuentro mantenido en Ajuria Enea. (Bizkaiko Foru Aldundia)

El Patronato del Museo Guggenheim Bilbao, en el que participan la matriz americana y las instituciones vascas, se ha dado dos años de reflexión, este y 2025, para decidir si sigue adelante con la ampliación en Urdaibai, según ha adelantado este lunes el lehendakari, Iñigo Urkullu.

Con los comicios al Parlamento de Gasteiz próximos y una tramitación administrativa complicada por los distintos agentes implicados, este anuncio es mera pose. Mientras PNV y PSE continúan dando pasos para adaptar el planeamiento urbanístico al proyecto que pretenden desarrollar en la Reserva de la Biosfera con el plácet del Gobierno español, aguardan a que se despeje el panorama político para ver si es posible aprobar, por ejemplo, la modificación del Plan Territorial Parcial del Área Funcional Gernika-Markina.

El lehendakari se ha reunido este lunes en Ajuria Enea con la diputada general de Bizkaia, Elixabete Etxanobe, para analizar los proyectos conjuntos, especialmente en Busturialdea, donde está la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, afectada por la ampliación del museo.

En la rueda de prensa posterior, Iñigo Urkullu ha explicado que el Patronato del Guggenheim se ha dado «un tiempo de reflexión» sobre este proyecto. Hasta el momento, la Diputación ha sido la impulsora de la idea, en concreto el PNV, que hizo bandera de él en las pasadas elecciones municipales y forales, mientras que el Ejecutivo de Lakua no ha dado un apoyo explícito manteniendo una posición prudente.

Incluso preguntado directamente si es partidario del museo en Urdaibai, Urkullu ha contestado: «No es fácil una postura concreta cuando no conocemos el proyecto ni la gestión».

A ello se añade que la dirección del Guggenheim en Nueva York, la casa matriz, está en proceso de cambio de su patronato y dirección, que no culminará al menos hasta junio de este año.

«No tenemos una decisión tomada»

Esto lleva a las instituciones vascas a plantear este «tiempo de reflexión». Según el lehendakari, «no tenemos una decisión tomada. Veremos si esa idea es factible, hay mucho que reflexionar», ha insistido.

La diputada general ha compartido con el lehendakari la necesidad de «una reflexión», aunque ha explicado que, mientras esta se realiza, la Administración foral sigue dando pasos para «adelantar trabajo», como las modificaciones de los planeamientos urbanísticos.

Será en la tramitación de esos cambios, ha agregado Etxanobe, cuando está prevista la participación ciudadana que demandan varios colectivos de la zona. La de Otxandio sigue defendiendo que el Guggenheim Urdaibai es un proyecto estratégico «de país» con «impactos positivos» para Busturialdea, aunque no niega los efectos en el medio ambiente.

Mientras se aclara el futuro, Urkullu y Etxanobe han hablado de la colaboración de ambas instituciones en Busturialdea. Distintos agentes llevan décadas reclamando una intervención integral en la comarca tras el acusado declive económico al que la Diputación y Lakua aún no han respondido.

Ambas administraciones ya trabajan conjuntamente en Bizkaia en las llamadas Zonas de Actuación Preferente de Ezkerraldea-Meatzaldea, Enkarterri y Aiaraladea (que comprende los municipios de Arakaldo, Arrankudiaga, Urduña y Orozko), con planes especiales comarcales.

Ambos cargos públicos jeltzales han compartido la oportunidad de ampliar este modelo de colaboración interinstitucional para la revitalización de Busturialdea.

Según Etxanobe, Busturialdea, que acoge la única Reserva de la Biosfera del país, «demanda un modelo propio que ofrezca soluciones para el bienestar de las 46.000 personas que viven en la comarca a través del desarrollo económico y la generación de oportunidades», siempre contando con la sostenibilidad ambiental como el eje.

Entre los ámbitos de actuación ha señalado la actividad económica, el desarrollo de un turismo sostenible, la dinamización cultural, el abastecimiento de agua –suele sufrir restricciones en verano–, el saneamiento o las comunicaciones. Se trata, por cierto, de ámbitos asociados al desembarco del Guggenheim, ya que sin esas mejoras el proyecto no es sostenible ni bajo los parámetros del PNV.

Este martes, tras el gran eco que ha tenido la noticia, la presidenta del BBB del PNV, Itxaso Atutxa, ha querido remarcar que el proyecto no se para «en absoluto» sino que se «acotan tiempos», en concreto a dos años, para las preceptivas tramitaciones. Aunque ha admitido que cabe la posibilidad de que al final no se haga el proyecto, no cree que se encuentre «ningún obstáculo insalvable» que impida su consecución.

Urdaibai Stop y ELA

No han tardado en producirse reacciones. Desde la plataforma Guggenheim Urdaibai Stop, el anuncio realizado por el lehendakari «no es admisible» y han anunciado que seguirán trabajando para que «el proyecto quede definitivamente paralizado» a través de la movilización ciudadana y los juzgados.

«Un proyecto concebido utilizando la forma más deplorable de gobernanza, basado en la imposición y a espaldas de la ciudadanía, no es viable. Un proyecto –han añadido— que pretende acoger a 144.000 visitantes en un plazo de 4 meses en una Reserva de la Biosfera con una capacidad de carga totalmente superada, no es viable ni aceptable».

Critican que se haya dejado de lado la participación pública y que la decisión última sobre la implantación del museo está en manos de la Fundación Guggenheim. Y también rechazan que no se atiendan «las necesidades reales de la comarca» y prioricen las «de un museo».

«La comarca merece un proyecto socioeconómico hecho con seriedad y nuestra propuesta es PADAS (Programa de Armonización y Desarrollo de las Actividades Socioeconómicas), han defendido, recordando que ese plan fue aprobado por unanimidad en 1998. «¡Ya es hora de que lo desarrollen!», han espetado a los responsables institucionales.

Por su parte, ELA ha atribuido el parón a «las numerosas movilizaciones para denunciar la insensatez del proyecto de construcción de otro Guggenheim en la comarca. Al final, el Gobierno Vasco les ha dado la razón, ya que ha quedado claro que este proyecto no es lo que necesita la comarca».

En la nueva situación creada, ELA «exige la participación de la ciudadanía y de los movimientos sociales de la comarca en el proceso de reflexión a realizar en los próximos dos años, para repensar entre todos y todas el proyecto de futuro que la comarca quiere y necesita. Es un grave error que el futuro de esta comarca se fundamente en la turistificación y las grandes infraestructuras; no hay más que observar las graves consecuencias que este tipo de apuestas han ocasionado en otros  lugares y espacios. Lo que la comarca necesita es un proyecto de futuro basado en los principios de la transición ecosocial, poniendo en el centro la vida y las personas, respetando los límites del planeta y pensando en el bienestar de la ciudadanía, en lugar de beneficiar grandes negocios».

Elkarrekin Podemos aplaude la decisión

La portavoz parlamentaria de Elkarrekin-Podemos-IU, Miren Gorrotxategi, ha aplaudido la decisión de parar el proyecto.

A través de las redes sociales, Gorrotxategi ha considerado que el Guggenheim en Urdaibai «era un proyecto antiecológico, innecesario, absurdo, insostenible, en mitad de una reserva de la biosfera, absolutamente alejado de las necesidades reales de la comarca porque no garantizaba ningún tipo de retorno».

Por ello, «su paralización es una buena noticia para Euskadi. Ahora la única decisión correcta es su abandono definitivo».