Touré y «la pequeña África» de Bilbo: un gol al racismo en forma de serie de televisión
Con menos crudeza que en la saga creada por Jon Arretxe, no en vano se busca un público más ‘familiar’, pero con una gran galería de personajes, aterriza este jueves en la plataforma Primeran, en euskara, la serie ‘Touré detektibea’. Ingredientes: intriga, humor... y varios goles al racismo.
Mediodía en la sala BBK de la Gran Vía bilbaina. Una entrevista se sucede tras otra, antes del preestreno por la tarde del miércoles, y con público, de la versión en euskara de la serie ‘Touré detektibea’.
Producida por Tornasol Media, DeAPlaneta, AIE, RTVE y EITB, con el apoyo del programa Europa Creativa Media, este jueves se estrena en Primeran, la plataforma gratuita de streaming más grande en euskara. A partir de ahora se podrán ver los tres primeros capítulos de los seis de los que consta la primera temporada, aunque no parece descabellado que, si funciona, haya una segunda.
De Primeran se supone que saltará a ETB1. Y respecto a la versión en castellano, no hay todavía fecha para el estreno en La Primera, aunque se habla de este mes de febrero. «Tenía ya ganas de que llegara el estreno y ha llegado por fin el momento más hermoso de mi recorrido literario o artístico, como quieras llamarlo», reconoce Jon Arretxe.
Arretxe encuentra a Touré
Autor de la saga protagonizada por un carismático migrante sin papeles, que hace de detective, gigoló, sicario y lo que haga falta para poder sobrevivir, el escritor euskaldun confiesa que solo le encuentra un defecto a Malcolm Treviño-Sitté, el actor que interpreta a Mahamoud Touré: Treviño-Sitté no es tan alto como imaginó a su personaje. «Yo lo veo perfecto, aunque le tomo el pelo con que no tiene el metro y 80 y pico, mecagüen diez», dice entre risas.
«Malcolm Treviño-Sitté –añade– es un tipo guapo, atractivo, con una gran planta y, lo más importante, tiene muchísimo carisma. El personaje tiene ese carisma que hace que funcione tan bien y que le hace convertirse en alguien muy querido. Creo que los espectadores le tomarán tanto cariño como lo han hecho los lectores».
Se le ve contento al escritor de Basauri, no en vano el ‘universo’ que ha creado en las diez novelas de su serie de novela negra ha dado el salto a la pequeña pantalla. Desde 2012, fecha en la que se publicó ‘19 cámaras’, sus lectores han ido siguiendo los casos y la vida de un detective atípico, un inmigrante sin papeles con el que, en la más pura tradición de la novela negra, ha plasmado la vida real de un barrio tan multicultural como San Francisco, en Bilbo.
Las novelas han sido traducidas a diferentes idiomas. La última entrega, publicada en la pasada Azoka de Durango, es ‘Musker amarruak’, donde Touré ha viajado a Canarias. En estos años ha ido a París, le han mandado de vuelta a Mali, se ha perdido en el Pirineo... y ahora salta a la pequeña pantalla.
Touré, corre, corre
Mahamoud Touré tira las conchas a un cliente en la trasera del teatro Arriaga. Aparece la Ertzaintza y tiene que salir corriendo. Así arranca el primer capítulo de la serie, en el que hay incluso un cameo de Jon Arretxe.
Creada por el ganador del premio Goya al mejor guion adaptado en 2021 David Pérez Sañudo (‘Ane’) y por Carlos Vila Sexto (‘Los Misterios de Laura’), guionista con una larga experiencia en series detectivescas, y con la participación de Flora González Villanueva en el guion, la serie está dirigida por Esteban Crespo.
El actor madrileño Malcolm Treviño-Sitté –«soy afrovallecano», puntualiza– interpreta al vital y carismático Touré, en el que es su primer papel protagonista en la pequeña pantalla al cabo de 20 años de carrera. Aún más, es el primer protagonista negro en una serie en la historia del audiovisual estatal. En el siglo XXI, aunque parezca mentira.
Actor de origen ecuatoguineano, aunque vive desde pequeño en Madrid, es diplomado en Arte Dramático y tiene una trayectoria de veinte años en la interpretación, con muchos trabajos en teatro –y algunos en televisión, donde se hizo conocido por su papel de Balotelli en la serie ‘El chiringuito de Pepe’.
Con Touré da un salto importante, puede ser un gran espaldarazo a su carrera. Y también a la de otros actores de la diáspora africana, porque puede abrir puertas a su encasillamiento en personajes estereotipados. Esa es una de sus peleas.
«Cuando me llegó el personaje, dije: Si hay una persona blanca en este país que se ha preocupado por que haya un protagonista negro, se merece mi tiempo, mi salud y mis respetos. Entonces empecé buscando ‘19 cámaras’», nos cuenta. Por cierto, es el único de la serie que se ha leído las novelas, nos confiesa el escritor vasco. «Repartí novelas entre el equipo, también los técnicos, pero es el único que se las leyó», confiesa.
De Sanfran a Neguri
El Touré de la serie no es tan crudo como el de la saga literaria. Estaba dentro de lo previsto, con la finalidad de hacerlo más fácil de digerir por todos los públicos. Pero el espíritu sigue allí, también en los personajes que, aunque no corresponden exactamente a los de las novelas originales, componen un crisol en el que aparece representado fielmente el barrio bilbaino de San Francisco, la ‘pequeña África’ en la que Jon Arretxe se instaló para escribir sus novelas.
Le acompaña un reparto coral que incluye a actores como Lander Otaola (‘La vida padre’) Loreto Mauleón (‘Los renglones torcidos de Dios’), Itsaso Arana (‘La virgen de agosto’), Urko Olazabal (‘Maixabel’), Gorsy Edu (‘Querida Bamako’) o Emilio Buale (‘Adú’).
También la pareja más ‘negurítica’ formada por una estupenda Itziar Ituño, quien interpreta a la decidida Charo, y un Unax Ugalde metido en un papel poco habitual en él, de marido infiel que pertenece a las altas esferas de la vida bilbaina. Es curioso, pero el actor recuerda que, cuando estudiaba teatro en Basauri, vivió en el barrio de San Francisco. «Tomaba un autobús y dos trenes para ir a Basauri y otro tanto para volver a Abando. Salía de casa a las 7 de la mañana y llegaba a las 8. Era una paliza terrible, pero luego en el segundo curso alquilé un piso en Sanfran. La serie está muy bien ambientada, pero el barrio ha cambiado mucho. No en vano han pasado veinte años y entonces era mucho más cutre y más gueto. Ha cambiado mucho, y a mejor, aunque creo que el encanto del barrio se ha mantenido».
Protagonista de ‘Entre tierras’, la serie de Antena 3 que funciona estupendamente –un 15% de share, apunta–, Unax Ugalde actualmente rueda también en Bilbo: es otra serie detectivesca, esta sobre una detective sorda. «De detective Touré a detective Romi», dice. Titulada ‘Romi’, es una produccción de Mediaset dirigida por Inés París y protagonizada por la actriz María Cerezuela. «Espero estar una temporada por Euskal Herria», apunta, porque el rodaje les llevará a Donostia y Gasteiz.
Las ayudas fiscales que ofrece Bizkaia al sector audiovisual están haciendo que el herrialde sea, de facto, un gran plató de rodaje. «El cine también trae mucho dinero a al ciudad. Es una promoción de la ciudad, como cuando “Intimidad” (Netflix, protagonizada por Itziar Ituño) fue vista en todo el mundo, algo que fue muy bueno para la ciudad».
Malcolm Treviño-Sitté también rueda actualmente en la capital vizcaina. «Estoy en ‘Sin instrucciones’. ¡Soy un excelente actor euskaldun!», dice entre risas. Marina Seresesky dirige este largometraje, protagonizado por Paco León, sobre un mujeriego que se descubre padre de una pequeña.
«Cuando ‘Ghost’, la película, termina Sam le dice a Molly: ‘No sabes cuánto amor me llevo’. Para mí resume mi estancia en Bilbao con el detective Touré y con los actores vascos: ha sido como ‘ojalá me toque siempre esto’. Ya les conocía, les sigo a Itziar Ituño, Loreto Mauleon... pero les tienes delante, y Urko y Lander ya son mis hermanos. Pero era como: Tengo esta gente delante, me están dando todo lo que necesito y el resultado ha sido una pasada. Estoy feliz».