Esta Real desconoce lo que es levantar el pie y suma en Girona un punto que paga caro
Los donostiarras cosechan un empate en Montivili, un campo casi inexpugnable, en un encuentro en el que durante muchos minutos han sometido a la revelación del campeonato (0-0). Odriozola, Becker y Oyarzabal se han retirado con problemas físicos.
‘A todo gas’, ese es el nombre en castellano de una afamada saga de películas. A todo gas juega esta Real, que desconoce lo que es levantar el pie del acelerador. Imanol y los suyos no saben qué es eso de pensar en el siguiente partido y saltan a cada campo a comerse la hierba.
Y tiene un peaje que hay que pagar, pero para bien o para mal es lo que les hizo campeones de Copa, lo que lleva metiéndoles en Europa varios años seguidos y lo que les tiene esta temporada muy vivos en las tres competiciones. O se toma o se deja.
Se opinaba largo y tendido en la previa de este partido acerca de cuánto debía reservar Imanol de cara a la ida de la semifinal copera en Mallorca, el próximo martes. Finalmente el de Orio ha guardado de salida a jugadores como Le Normand, Merino, Barrenetxea o Sadiq, y ha regresado al 4-3-3 con un once formado por Remiro bajo palos; Odriozola, Zubeldia, Pacheco, Galán; Zubimendi, Turrientes, Brais; Becker, Oyarzabal y André Silva.
En el otro bando, su goleador, el ucraniano Artem Dovbyk –suma 14 dianas– ha sido baja de última hora, sin duda un alivio para los donostiarras. El hombre más adelantado de los de Michel era un viejo conocido como Portu.
Lesión de Odriozola
La Real también ha sufrido una baja pronto, en este caso en el primer minuto de juego. Odriozola ha pisado mal tras un despeje y su rodilla ha girado de manera extraña. El fantasma de otra grave lesión de ligamentos sobrevolaba el ambiente, aunque el de Aiete ha salido por su propio pie y habrá que esperar a las pruebas médicas. El primer parte hablaba de «hiperextensión de la rodilla derecha».
En su lugar ha salido Aramburu en un día en el que la afición blanquiazul ha celebrado la derrota de Mali en la Copa África, porque ello supone el retorno de su lateral derecho titular, Hamari Traoré. También ha perdido en la Copa Asia la selección japonesa de Take Kubo, aunque habrá que ver si están en disposición de jugar en Mallorca, debido al desgaste del torneo y a los largos viajes.
Sobre el verde de Montivili se han visto las caras dos equipos con algunas características muy similares, como la presión muy arriba y salir con el balón tocando desde atrás, lo que pone a prueba la salud cardíaca de sus respectivas parroquias.
El Girona pisaba campo contrario con más facilidad y los centrocampistas de la Real echaban mano de las faltas tácticas. Así han visto la amarilla Turrientes y Brais. También es cierto que Gil Manzano era más rápido con el silbato que Harry el Sucio con la pistola.
Ello no ha impedido que las mejores ocasiones hayan sido rojiblancas, como un libre directo de Tsygankov o un córner ensayado y muy mal defendido por la Real que ha terminado con disparo de Aleix García. En ambos casos Remiro ha salvado la papeleta.
El VAR sonríe
No así en un remate en plancha de Yangel Herrera. El 1-0 iba a subir al marcador, pero el VAR ha retrocedido al inicio de la jugada, casi 40 segundos atrás –el gol era el tercer centro al área– y ha señalado un fuera de juego por centímetros. En este caso la Real no se puede quejar.
En la recta final la Real ha tenido dos buenas oportunidades. Primero gran control y remate de André Silva, rechazado por Gazzaniga y enviado a la red por un Oyarzabal en posición incorrecta. Y ya con el tiempo cumplido, Remiro ha roto el guion con un balón largo, el ariete portugués ha peinado y Brais no ha acertado en dar a Becker un pase que le hubiera dejado solo ante el meta rival.
La Real ha salido mejor tras el descanso y ha ido a por el partido, sin complejos frente a un Girona que le está tuteando en Liga a todo un Real Madrid.
Silva ha disparado fuera por poco y Becker casi repite su gol de Vigo, pero se ha resbalado al chutar y se ha hecho daño en la parte posterior del muslo derecho. ¿Rotura de fibras? Hay que empezar a creer en vudú o en algún maleficio de ese tipo, en las dos velas negras de la bruja Lola, porque no tiene ningún sentido. Afortunadamente estaba en el banquillo Barrenetxea, disponible tras varias semanas ausente. Merino ha entrado al mismo tiempo por el amonestado Turrientes.
El remate de Brais
La parroquia local se pellizcaba, poco acostumbrada a ver a su equipo con problemas para pasar a campo contrario. Gazzaniga ha salvado con la punta de los dedos un durísimo remate de Brais en el 72. El Girona estaba sometido, pero no muerto, y ha mostrado los dientes. Un disparo de Yangel Herrera lo ha despejado un salvador Remiro.
Los rojiblancos se lanzaban al ataque, el punto no les valía de gran cosa en su pelea por el liderato. El sábado que viene duelo de altura en el Bernabéu. Ya con el tiempo cumplido, el que se ha hecho daño ha sido Oyarzabal, por ir con todo a un balón dividido con el meta del Girona.
Con la Real en inferioridad numérica, la última la han tenido los locales en un error defensivo de Barrene, pero el balón se ha ido fuera. Otra puerta a cero, esta vez en el campo del equipo más goleador de la Liga, casi 2,4 de media por partido. A Mallorca con la moral a tope, como la enfermería.