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Osasuna quiere resarcirse en Anoeta de la dura derrota ante el Celta, pero deberá mejorar atrás

Osasuna tendrá que mejorar en la faceta defensiva si quiere sacar algo positivo en Anoeta, donde va camino de las dos décadas sin ganar, para resarcirse de la dura derrota que sufrió ante el Celta.

Arrasate ha avanzado que habrá variaciones en el once rojillo respecto al que perdió frente al Celta. (Osasuna)

Con un colchón de nueve puntos sobre el descenso, Osasuna sigue empeñado en mantener una línea de irregularidad que tiene en vilo a la parroquia rojilla después de la sobresaliente temporada anterior.

Tras encadenar una consistente solidez casera, con tres victorias consecutivas en El Sadar frente a Rayo, Almería y Getafe, el importante traspiés cosechado frente al Celta el pasado domingo ha vuelto a desatar las dudas.

Y es que la escuadra navarra está encajando más goles de los esperados, cuando el año pasado la faceta defensiva era una de sus señas de identidad. No está ocurriendo lo mismo en el presente ejercicio, pese a haber probado el técnico osasunista, Jagoba Arrasate, con diversos dibujos tácticos.

Parecía que el 5-3-2 manejado en los últimos compromisos estaba restableciendo esa seguridad atrás, pero lo ocurrido ante el cuadro gallego ha supuesto que el equipo vuelva a las andadas.

Pese a ello, todo apunta a que en Anoeta se mantendrá el mismo esquema –ya utilizado frente a los txuri urdines en varias ocasiones–, aunque deberá ser bastante más eficaz si se quiere sumar algo positivo en el estadio donostiarra.

El preparador de Berriatua no cuenta con demasiados efectivos en ataque después de que esta misma mañana se confirmase la lesión de Arnaiz, quien sufre una dolencia miofibrilar en el bíceps femoral de la pierna derecha.

Osasuna va camino de las dos décadas sin ganar en Anoeta –la última vez fue el 5 de noviembre de 2005– y acumula ya más de cuatro meses sin vencer lejos de Iruñea, una rémora que se está notando en la clasificación.

Arrasate: «El menú es más importante»

Arrasate ha empleado una metáfora gastronómica para que el equipo se centre en la Liga. «El menú es lo más importante para nosotros. Hemos estado comiendo carta, está bien, pero hay menús caseros buenísimos que cuestan mucho hacerlos y que luego los saboreas. Tenemos que volver a esa esencia», ha ejemplificado.

Y de ahí ha pasado a una alegoría cromática. «Nos está costando aceptar a todos. Lo que era arcoíris, ahora es gris. Habrá que aceptar el gris y, dentro de ese gris, trabajar sobre ese color e intentar buscar sus claros poco a poco. No estoy echando balones fuera. Contexto, aceptación y crítica», ha reflexionado.

También lo ha hecho en primera persona. «Claro que lo he pasado mal. Era un año súper ilusionante, pero al final la aceptación creo que es clave. Te guste o no, para intentar seguir adelante y crear unas bases y así marcar una hoja de ruta para llegar al objetivo, que es lo más importante», ha resaltado.

Arrasate ha avanzado que «va a haber cambios porque tengo claro el partido que se puede dar. Entiendo que saco a los mejores. Ya veremos si acertamos en el once y en el desarrollo», ha aventurado.

Esas variaciones buscan que la escuadra navarra vuelva a recuperar el hambre liguera. «Jugamos en Anoeta y lo tenemos como algo rutinario. Sin embargo, le tenemos que dar importancia a eso, nos tienen que brillar los ojos cada vez que jugamos un partido con esta camiseta», ha incidido.

«Es un derbi, la posibilidad de ganarle a la Real allí. Tenemos que volver a ilusionarnos y a sentir esas cosas en el estómago porque, cuando dejas de sentir todo eso, es como que bajas un escalón», ha insistido.

Asimismo, ha reconocido que tras el varapalo frente al Celta, se ha hecho autocrítica en el vestuario. «Ha sido una semana de analizar, de vernos, de corregir y de preparar. Lo que importa es el examen, a las 16:15 se verá si hemos estudiado o no», ha empleado un nuevo símil, en esta ocasión académico.

Ha confiado en que se verá al Osasuna «valiente, que es contundente, que pone las cosas difíciles al rival, que está concentrado y que compite. Eso que hemos demostrado ya durante un tiempo, pero que nos está faltando en esa regularidad».

Una estabilidad que no se está dando por los altibajos del equipo. «No he visto partidos redondos del minuto 1 hasta el 95, que entiendo que es difícil porque hay un rival que quiere todo lo contrario. Son cosas que no pueden pasar», ha comentado.

Y también se ha referido a las 36 dianas encajadas, una cifra que se puede corregir «con una buena organización, pero en momento puntuales con una mejor activación, atención, con más agresividad, con mejores tomas de decisión… es algo que tenemos que mejorar, sí o sí», ha demandado.