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Escepticismo en Parte Zaharrean Bizi ante las inspecciones para evitar incendios en Donostia

El fuego declarado el lunes en el bar Zumeltzegi de la Parte Vieja de Donostia ha colmado el vaso ante una situación que se viene repitiendo con frecuencia en los últimos tiempos. La asociación de vecinos reclama mayor concreción sobre las inspecciones municipales que se llevan a cabo.

El incendio tuvo lugar en el bar Zumeltzegi, en la calle Fermin Kalbeton. (Donostiako suhiltzaileak)

La asociación vecinal donostiarra Parte Zaharrean Bizi ha puesto en duda la efectividad de los controles municipales a la hora de controlar las condiciones de las cocinas de los establecimientos hosteleros del barrio, donde se han originado recientemente varios incendios, el último el pasado lunes en el bar Zumeltzegi.

Un día después, en rueda de prensa, el alcalde, Eneko Goia, aseguró que el Ayuntamiento «realiza inspecciones en distintos establecimientos hosteleros para comprobar que efectivamente las cocinas cumplen las condiciones que deben cumplir».

Parte Zaharrean Bizi, en una nota emitida este viernes, ha lamentado que Goia no ofreciera mayores concreciones y ha planteado una serie de cuestiones al respecto: «¿Existe un plan municipal de control periódico de las cocinas? ¿Cuántas se revisan al mes? ¿Qué se inspecciona? ¿Cuántas irregularidades y de qué tipo se han detectado en un año?».

Como contraste, esta asociación ha expuesto la situación de tres denuncias que aún permanecen abiertas. La primera, sobre una chimenea taponada, de la cual «aún no hemos recibido el expediente –fue solicitado el 5 de febrero–, no sabemos qué diligencias se han realizado». La segunda, relativa a otra chimenea con «orificios y grietas» que sigue sin solucionarse desde 2022. Y la tercera, respecto a «un listado de almacenes hosteleros que no tenían licencia de actividad» del cual dio cuenta Parte Zaharrean Bizi en julio de 2023 y que siguen sin cerrarse.

Por ello, han insistido en su escepticismo sobre las declaraciones de Goia acerca de las inspecciones municipales. «Somos personas de poca fe», concluye la nota.