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El incendio de València deja diez muertos y alarma con el poliuretano

El incendio de un edificio de catorce plantas en València ha sido extinguido a primera hora de la mañana de este viernes y deja un panorama desolador, con diez víctimas mortales confirmadas, la última en la mañana del sábado.

Bomberos inspeccionan el edificio incendiado. (Jose JORDAN | AFP)

La tragedia dejada por el incendio de un gran edificio entero en València ha quedado al descubierto a medida que se han acabado de sofocar las llamas a primera hora de este viernes, tras más de doce horas de trabajo de los bomberos. Finalmente, el número de víctimas mortales asciende a diez, tras hallarse un nuevo cuerpo a primera hora del sábado.

Durante el viernes se ofreció primero la cifra de diez cadáveres, pero luego se concretó que eran nueve, según indicó la delegada del Gobierno español en la Comunitat Valenciana, Pilar Bernabé. Ello hacía que hubiera una persona estaba desaparecida, que sería la que se ha encontrado por agentes  de la brigada de la policía científica y judicial cuando revisaban el edificio.

De acuerdo con algunos medios, cuatro de las víctimas mortales eran miembros de una misma familia: el padre, la madre, una niña de tres años y un recién nacido. 

Secreto de sumario

Preguntada al respecto, Bernabé recordó que un juzgado de València ha decretado el secreto de sumario de esta causa, por lo que ha pedido dejar que la investigación siga su curso, e indicó que todavía no hay una hipótesis clara sobre el origen del incendio.

Señaló que se iban a hacer más inspecciones oculares en el interior del edificio, y agradeció «la humanidad, solidaridad y dedicación» de los profesionales de emergencias y de personas anónimas y de los vecinos del barrio de Campanar, que se han volcado en ayudar y que en la tarde del jueves también salvaron vidas.

La alcaldesa de València, María José Catalá, ha explicado que se ha incrementado el número de personas realojadas en hoteles de la ciudad a 105 –frente a las 35 de esta mañana–, después de que muchos pasaran la noche en casas de amigos o vecinos de la zona.

Además de las víctimas mortales, en el incendio han resultado heridas 15 personas –12 habían sido hospitalizadas, aunque la mayoría ha recibido el alta–, entre ellas siete bomberos, de los que dos continúan ingresados aunque sus vidas no corren peligro. En total han quedado arrasadas 138 viviendas.

Imágenes dantescas

Durante toda la madrugada los servicios de emergencias han estado trabajando en las labores de extinción del edificio del barrio de Campanar donde a las cinco y media de la tarde de este jueves se inició un incendio que rápidamente alcanzó sus catorce plantas y se propagó a otro edificio contiguo. Las pavorosas imágenes circularon rápidamente, con los informativos de televisión españoles emitiendo en directo todo lo que ocurría, incluido el rescate de un par de personas desde una de las terrazas.

A primera hora de esta mañana ya no se ve llama en la zona, que sigue acordonada y cortada al tráfico, y donde los bomberos trabajan por relevos en el objetivo de enfriar la parte exterior del edificio, dado que por el momento no se puede acceder al interior de la estructura, y en la búsqueda de posibles víctimas.

Apuntan al poliuretano

Expertos en la materia ven extraño que el fuego se extendieran tan rápidamente y con un efecto tan devastador, por lo que apuntan a posibles defectos en el material de construcción utilizado o incumplimientos de la legalidad.

Las llamas se han propagado con gran rapidez por la fachada del primero de los edificios, de 14 plantas, según los expertos, como consecuencia del viento que soplaba en ese momento -de poniente, con rachas de entre 50 y 60 km/h- y porque, según ha explicado a Europa Press el catedrático del departamento de Ingeniería Civil de la Construcción y de Proyectos de Ingeniería Civil de la Universitat Politècnica de Valencia, Antonio Hospitaler, estaba construida de un material combustible.

En concreto, según la especialista que peritó el edificio hace unos años, Esther Puchades, la fachada contenía poliuretano, que es altamente inflamable, «y eso es lo que ha ocasionado que el edificio ardiera en menos de media hora», ha señalado en declaraciones a À Punt, recogidas por Europa Press. La construcción es reciente, de alrededor de 2005.

Se da la circunstancia de que en el vídeo promocional del edificio se destacaba que tenía «fachadas revestidas de un innovador material de aluminio».

En el vídeo de la promotora se explicaba que se trataba de dos edificios «vanguardistas y singulares unidos por un espectacular ascensor panorámico», con la «máxima calidad» en los materiales de construcción, con modernas instalaciones y «rigurosos controles de calidad durante todo el proceso de edificación».

El arquitecto y diputado socialista en Les Corts David Calvo ha señalado en su cuenta de X que en ese vídeo de hace 17 años de la promotora «se olvidaron de decir que cada panel solo tenía 0,5 milímetros de aluminio, frente a 5 milímetros de polietileno macizo».

Otras fuentes apuntan a que para el año en que se construyó el edificio ya había habido un cambio legal para impedir este tipo de riesgo, acelerado tras el incendio de la torre Grenfell en Londres que se cobró más de 70 muertos en 2017, pero posiblemente la licencia obtenida fuera anterior.

Gracias al conserje

Durante la tarde se han vivido momentos de mucha tensión, con dos personas que habían quedado atrapadas en un balcón, y a las que los bomberos finalmente han podido rescatar, tras unas horas, con dos grúas, entre los aplausos de los vecinos concentrados en las cercanías del lugar, que ha quedado acordonado por la Policía y con las avenidas Maestro Rodrigo y General Avilés cortadas al tráfico.

Según han explicado vecinos a À Punt, algunos de ellos solo han podido coger lo fundamental antes de salir por las escaleras y otros han detallado que la intervención del conserje del edificio ha sido fundamental para escapar a tiempo.

De hecho, el Centro de Coordinación de Emergencias ha pedido a los ciudadanos y vecinos que no se acercaran al lugar por la peligrosidad de la situación, una petición de la que también se ha hecho eco la alcaldesa de la ciudad, María José Catalá, que se ha desplazado a la zona al igual que el president de la Generalitat, Carlos Mazón, y la delegada del Gobierno, Pilar Bernabé.

Desde la coordinación de la emergencia se han habilitado hoteles para acoger a los vecinos que han perdido sus casas, a los que se ha facilitado el traslado, si así lo decidían, en autobuses de la Empresa Municipal de Transportes. Así, los han reunido, junto al hospital de campaña dispuesto para la atención, para identificarlos y, posteriormente, trasladarles del lugar.