Rocco Siffredi no es tan interesante como para una serie

Se ha estrenado en Netflix ‘Supersex’, la serie sobre el famosísimo actor porno italiano Rocco Siffredi en un periodo en que él mismo casi está arrepintiéndose de su carrera. Y resulta que, al final, los momentos y personajes más eficaces en ese producto son otros...

Sin exageración, Rocco Siffredi es quizás el italiano más conocido en el mundo. Son sobre todo los chicos y los hombres quienes lo conocen y lo han visto «actuar» como rey incontestable del cine porno, gracias a las medidas de su «instrumento», promocionado como la «polla más grande del planeta». 

‘Supersex’ es el título de la serie en Netflix que cuenta su vida. Ha sido estrenada el pasado 6 de marzo en la plataforma tras presentarse en la última Berlinale. Siete episodios, nada del otro mundo, un producto que no se acaba de entender si es cómico o dramático y en el que seguramente el protagonista es el personaje menos interesante.

«Supersex», «la mamma» y Abruzzo

Es importante también comprender el momento del estreno, porque Rocco Siffredi (su verdadero nombre es Rocco Tano, Siffredi viene de un personaje interpretado por Alain Delon en el film ‘Borsalino’) lleva ya bastante tiempo diciendo que se arrepiente de su carrera y culpando de ello a una especie de enfermedad que lo lleva a ser «esclavo del sexo». También está explicando a los jóvenes que «el porno no es la realidad» e incluso ha dado clases definidas como educación sexual.

Siffredi lleva tiempo declarándose arrepentido de su carrera y explicando a los jóvenes que «el porno no es la realidad», aunque sigue en la industria como director y productor

Rocco ha dicho que oficialmente está retirado del cine porno, por lo menos como actor, aunque sigue como director y productor, con una «academia» en que chicos y chicas intentan entrar en ese mundo. De hecho, a sus espaldas tiene miles y miles de películas, desde que era un chaval joven que se escapó de su Ortona, en las laderas sobre el Mar Adriático, en un Abruzzo rural donde la religión mantenía un peso importante y donde las peleas con los gitanos, los zingari, eran el día a día.

[Hay un curioso efecto cómico involuntario de la serie: el actor que interpreta a Rocco Siffredi (Alessandro Borghi), en su primer éxito, otra serie llamada ‘Suburra’ sobre la mafia en Roma, recreaba un personaje que se une con el joven líder de los zingari para convertirse en los nuevos jefes de la criminalidad organizada]

En el papel de Rocco, y mostrándose hasta desnudo, Borghi da cuerpo y voz (excelente el acento abruzzés, en la versión italiana) a un hombre extremadamente conectado con su familia: aquella mamma que incluso tras morir se mantiene muy viva en los recuerdos y su hermano mayor Tommaso (Adriano Giannini), que es de hecho la causa de su transformación en actor porno, cuando se muda a París. Un tipo atormentado con un simulacro de familia que Rocco no sabe si copiar o no.

En la capital francesa empieza a practicar el porno de manera torpe, al principio, y luego aprendiendo todos sus secretos para actuar mejor.

Resulta tremenda la escena durante una de sus primeras pelis, cuando una actriz se queja: «¡Joder, se ha corrido dentro!». Por supuesto, no hay episodio donde Rocco no folle, descaradamente. Si el objetivo de la serie hubiera sido provocar náuseas viendo escenas de sexo, pues objetivo cumplido.

Moana y Franco Caracciolo

Todo resulta muy estereotipado: los clímax están en el momento correcto, y también los bajones, cada episodio concluye con un punto de inflexión en la carrera del «semental italiano», la narración entre flashbacks, unos tonos de color que recuerdan a ‘Barbie’... Pero hay muchos personajes más interesantes del protagonista que desafortunadamente aparecen poco.

El primero es la otra grandísima diva del cine porno en Italia, aquella Moana Pozzi que compartió con Siffredi los pasos iniciales de su vida laboral. Pozzi murió joven, con apenas 33 años, en 1994, y fue un personaje mucho más allá del sexo y del porno, nacida en un entorno burgués, mujer de otro nivel cultural respecto a Rocco, y también amante de importantes hombres políticos hasta llegar a la política con el ‘Partido del Amor’, aliado del Partido Radical Italiano.

Moana Pozzi y Franco Caracciolo son dos personas más interesantes que el protagonista, en las que lamentablemente la serie no profundiza

En ‘Supersex’, Moana (otro nombre que como Rocco es una metonimia) es presentada como una Barbie fría que de repente desaparece, un muñeco más en el mundo del porno.

Otro personaje mucho más interesante que Siffredi en la serie es Franco Caracciolo, el travestido homosexual que Rocco encuentra durante una fiesta y que le regala el traje para el homenaje al fallecido John Holmes. Caracciolo consigue convertirse en amigo de Siffredi, sin más, en una interpretación bastante caricaturizada. Lástima que ‘Supersex’ ahonde en su condición de personaje de culto, un pionero entre el cine y la televisión, antes de fallecer por sida todavía muy joven, igual que Moana Pozzi.

Como señal de la relación, Rosza, la mujer húngara de Rocco y también su compañera de trabajo, adoptó el apellido Caracciolo para su nombre artístico. Y en la serie le dice a Siffredi: «Tú sabes follar, pero no sabes hacer el amor».

Amor, la obsesión de toda la serie, que mezclado con el porno pierde totalmente su sentido: ‘What is love?’ es la canción con la que concluye el séptimo episodio. Pero nadie sabe la respuesta...