Marchas contra la privatización de Osakidetza frente a anuncios «electoralistas»
Miles de personas han denunciado este sábado en las calles de Bilbo, Gasteiz y Donostia un «deterioro, desmantelamiento y privatización de la sanidad pública» que «continúa en aumento con nefastas consecuencias para la salud de la población», pese a anuncios «electoralistas».
Sendas manifestaciones en defensa de una sanidad pública de calidad han recorrido este mediodía las calles de Bilbo y Gasteiz. Una tercera marcha se ha sumado al rechazo a la privatización de los servicios sanitarios esta tarde en Donostia.
Las movilizaciones, convocadas por la plataforma ciudadana OPA, han recabado el apoyo de más de cien colectivos vecinales, ecologistas y del movimiento feminista, en defensa de «cuidados públicos, dignos y de calidad» frente a un proceso de «desmantelamiento y privatización de la sanidad pública» que no cesa y pese a anuncios «electoralistas» que no pueden «creer».
«No podemos creer a aquellos que, desde el Gobierno Vasco, han provocado esta situación. A quienes, durante años vienen desmantelando la sanidad pública, en beneficio de clínicas y seguros privados», han manifestado en el comunicado leído al término de la marcha.
Según han resaltado, las promesas son poco creíbles si provienen del mismo Ejecutivo que promueve «la apertura de centros sin personal médico, que ponen en riesgo la seguridad, la salud y la vida de los pacientes», niegan la existencia de recortes e impulsan medidas que empeoran las condiciones laborales de la plantilla.
Plataformas de distintos municipios han marchado con pancartas propias, entre consignas que han denunciado la política de recortes como “Recortar en sanidad es un acto criminal”, “Menos imagen más personal”. La movilización ha contado, además, con la participación destacada del movimiento de pensionistas, y ha contado con la presencia de representantes de formaciones políticas como EH Bildu, Elkarrekin Podemos y Sumar.
Refundar la atención primaria
Los convocantes han puesto el foco en la atención primaria, para la que han reclamado una «refundación» como «piedra angular del sistema sanitario, con perspectiva comunitaria y de género, fomentando la prevención de la enfermedad y la promoción de la salud».
«Prometen inversiones en nuevos edificios e instrumental médico, mientras falta personal» han destacado, haciendo referencia a la situación de una plantilla «sometida a un estrés continuado» y a medidas para aliviar listas de espera que pasan por derivar cientos de pacientes a clínicas privadas.
Las plataformas ciudadanas plantean que el esfuerzo en las inversiones tiene que tener como destino la atención primaria. «Al menos el 25% del presupuesto sanitario, como recomienda la OMS», han concretado.
La demanda de una sanidad pública de calidad pasa también por la ampliación de servicios sanitarios atendiendo a necesidades conocidas en materia de «salud mental, laboral, comunitaria, preventiva, bucodental, fisioterapia, geriatría, etc».
«Especial repercusión» en las mujeres
A este respecto, Mireia Saiz, del centro asesor de las mujeres Argitan de Barakaldo, ha recordado en declaraciones a NAIZ que la deriva que en las últimas décadas ha tenido la atención médica a las mujeres es un «ejemplo ilustrativo» de lo que está ocurriendo a nivel general en el servicio de salud de la CAV.
Saiz ha subrayado, en Ezkerraldea y Meatzaldea los colectivos feministas llevan años denunciando que «lejos de mejorar y de integrar la perspectiva de género en la atención sanitaria pública, lo que estamos viendo es una pérdida de derechos, recortes que afectan de una manera intensa a las mujeres».
«Están haciendo un nicho de negocio de un derecho específico», ha indicado, al recordar, por ejemplo, que el 95% de los abortos en la CAV se derivan a clínicas privadas, «cuando es un derecho que la interrupción del embarazo se realice en hospitales públicos» y pese a reconocerse que no es una «cuestión de objeción de conciencia».
Según ha destacado, hace años que no se garantizan derechos de atención en prevención ginecológica, lo que ha hecho que se derive «cada vez a más y más mujeres a la sanidad privada y eso para las que pueden costearla, las que no tienen capacidad económica se quedan sin esa atención sanitaria».
A la marcha en Bilbo se ha sumado el mensaje de la plataforma AHT Gelditu! de crítica a la inversión pública en el proyecto del Tren de Alta Velocidad. El coste de un kilómetro del TAV equivale a «112 enfermeras, 112 fisioterapeutas, 112 técnicos sanitarios y 225 médicos», han mostrado en un gran cartel a la llegada de la manifestación a la Plaza del Arriaga.