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La petición de alto el fuego en la ONU enfurece a Israel con su aliado EEUU

Israel mostró su enfado con EEUU por no vetar la resolución del Consejo de Seguridad de la ONU que, por primera vez, pidió un alto el fuego en Gaza, y suspendió una visita de alto nivel de representantes israelíes. Washington dijo sentirse decepcionado y aseguró que la resolución no es vinculante.

La embajadora de EEUU en la ONU, Linda Thomas-Greenfield, se abstiene en la votación. (Angela WEIS | AFP)

Después de más de cinco meses de agresión en Gaza, con cerca de 40.000 muertos, matanzas diarias de casi 200 personas y el territorio devastado en un 80%, el Consejo de Seguridad de la ONU finalmente adoptó ayer una resolución exigiendo un «alto el fuego inmediato», un llamamiento bloqueado hasta en cuatro ocasiones por Estados Unidos.

Esta vez se abstuvo y aunque dijo que no cambia su postura, supone algo más de presión sobre su aliado israelí hasta el punto de provocar su enfado y la suspensión de una reunión de alto nivel prevista.

La resolución adoptada por 14 votos a favor y una abstención –inusualmente entre aplausos– exige que «un alto el fuego inmediato durante el mes de Ramadán» –que comenzó hace dos semanas y finaliza dentro de otras dos–, debe «conducir a un alto el fuego  duradero», y «exige la liberación inmediata e incondicional de todos los rehenes».

EEUU forzó el adjetivo «duradero» en lugar de «permanente» para conceder su abstención.

«Durante cinco meses, el pueblo palestino ha sufrido terriblemente. Este baño de sangre ha durado demasiado. Es nuestra obligación ponerle fin. Por fin, el Consejo de Seguridad está asumiendo sus responsabilidades», saludó el embajador argelino ante la ONU, Amar Bendjama, que presentó el texto.

La resolución es ley, aunque los Estados afectados, y sobre todo Israel a lo largo de su historia, suelen ignorar estas decisiones. Otra cosa es que el Consejo vaya a tomar medidas para hacerla cumplir. «Esta resolución debe ser aplicada. Un fracaso será imperdonable», advirtió el secretario general de la ONU, António Guterres.

EEUU niega que sea vinculante

Pero EEUU quiso rebajar su importancia para reducir a su vez el disgusto israelí, y desde su representante ante la ONU, Linda Thomas-Greenfield, a varios altos cargos del Gobierno de Joe Biden, insistieron en que no es una resolución vinculante, en contra de la realidad y del llamamiento del resto de la comunidad internacional a que se aplique. Rusia pidió explicaciones por esa interpretación.

A diferencia del texto estadounidense rechazado el viernes por los vetos ruso y chino, no vincula la solicitud de tregua con la liberación de los cautivos israelíes.

Pero la embajadora estadounidense insistió una vez más en subrayar esa relación. «Un alto el fuego puede comenzar inmediatamente después de la liberación de un primer rehén», declaró.

Hasta hora, EEUU se había opuesto sistemáticamente al término «alto el fuego» en las resoluciones de la ONU, bloqueando tres textos en ese sentido, y el que presentó el viernes utilizó una redacción que los países árabes, China y Rusia consideraron demasiado ambigua para se aceptable.

La de ayer fue fruto del trabajo de los miembros no permanentes del Consejo, que negociaron durante todo el fin de semana con EEUU para evitar otro fracaso.

La resolución también pide la «eliminación de todos los obstáculos» a la ayuda humanitaria. Las dos únicas resoluciones sobre Gaza que ha adoptado el Consejo se refieren a la ayuda humanitaria y, aún así, Israel sigue bloqueando casi toda en la frontera, mientras la hambruna se extiende de forma acelerada por el enclave. De hecho, anunció que impedirá toda la ayuda de Naciones Unidas hacia el norte de la Franja.

La nueva resolución condena también «todos los actos terroristas», pero sin mencionar los ataques de Hamas del 7 de octubre.

El alto el fuego temporal que recoge solo habla del Ramadán, pero varios países han subrayado la necesidad de un cese de los combates a más largo plazo.

Visita suspendida y Gallant, en Washington

El Ejecutivo israelí reaccionó con un airado enfado a la abstención de su aliado. «Este retroceso perjudica tanto los esfuerzos de guerra como los esfuerzos para liberar a los rehenes, porque da a Hamas la esperanza de que la presión internacional les permitirá alcanzar un alto el fuego sin la liberación de nuestros rehenes», lamentó el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.

Como respuesta inmediata, Netanyahu canceló la visita de dos de sus principales asesores a Washington prevista para esta semana, porque EEUU no utilizó su derecho de veto.

Estaba previsto que el asesor de Seguridad Nacional, Tzachi Hanegbi, y el ministro de Asuntos Estratégicos, Ron Dermer, viajaran a Washington a petición de la Casa Blanca para escuchar las propuestas estadounidenses para ampliar la ayuda humanitaria a Gaza y alternativas a una operación terrestre en Rafah.

EEUU y otros aliados de Israel han planteado objeciones a esta operación, que Netanyahu afirma que llevará a cabo en cualquier caso, con apoyo de Washington «o solos».

Está por ver si Israel desafía a su amigo Joe Biden, a su vez presionado en plena campaña electoral, lanzando esta incursión. De hecho, los bombardeos sobre Rafah –donde se hacinan 1,4 millones de desplazados, más de la mitad de la población gazatí– ya provocan decenas de muertos cada día.

Ante el enfado israelí, la Casa Blanca respondió que su abstención no supone un cambio de postura, insistiendo en que el texto reclama la liberación de los rehenes.

El consejero de Seguridad John Kirby expresó la «decepción» estadounidense por la suspensión de la visita. «Estamos muy decepcionados de que no vengan a Washington D.C. para permitirnos tener una conversación extensa sobre alternativas viables para que actúen sobre el terreno en Rafah», indicó Kirby.

«Estoy seguro de que encontraremos otras formas de dar a conocer nuestras preocupaciones», indicó el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, quien consideró «sorprendente y desafortunada» la decisión de Israel de cancelar el viaje de su delegación.

Una de esas formas, según el secretario de Estado, Antony Blinken, será el encuentro con el ministro israelí de Defensa, Yoav Gallant, que ha mantenido su viaje a Washington al margen de la de los dos asesores de Netanyahu.

Una mujer llora al identificar un cadáver tras un bombardeo israelí en Deir al-Balah. (AFP)

Miller subrayó que este tipo de invasión a gran escala «sería un error, no solo por los riesgos para los civiles, que serían inmensos», sino que, además, «debilitaría la seguridad de Israel» y «dañaría su posición en el mundo». Gallant, quien se encontraba ya ayer en territorio estadounidense, se reunirá con Blinken y con el asesor de Seguridad Nacional, Jake Sullivan, e insistió en su intención de mantener la agresión a Gaza al afirmar que Israel no tiene «ningún derecho moral para detener la guerra».

El ministro añadió que subrayará a sus aliados «la importancia del colapso del régimen de Hamas y el regreso de los rehenes a sus hogares».

La víspera destacó que el objetivo del encuentro es mantener la ventaja militar de Israel en la región con mayores dotaciones de armas.

Por su parte, Hamas acogió con satisfacción el llamamiento de Naciones Unidas a un alto el fuego inmediato y subrayó su deseo de «lograr un alto el fuego permanente que conlleve la retirada de todas las fuerzas israelíes del territorio».

 

 

Huida del hospital entre disparos

 

Decenas de ataques israelíes que dejaron al menos 107 muertos en 24 horas, golpearon de nuevo Rafah, Jan Yunis y la ciudad de Gaza. A la vez, varios grandes hospitales siguen asediados y son objeto de operaciones militares. Al-Shifa, atacado hace una semana, y Al-Amal, fueron blanco del fuego de artillería. La Media Luna Roja indicó que solo nueve pacientes y algunos civiles permanecían en Al-Amal, además del personal, tras la evacuación forzada de los desplazados que se habían refugiado allí, el domingo, cuando el Ejército mató a decenas de personas. La salida entre escombros y barricadas en un área arrasada por buldóceres fue caótica. Quienes huían lo hacían bajo el fuego de los soldados, que hirieron a varios de ellos, y ante contradictorias órdenes de regresar al hospital. En Al-Shifa, la cifra de muertos supera los 170 y más de medio millar la de detenidos. El Ejército voló con explosivos una veintena de casas en la zona, donde se libran fuertes combates.GARA




Estado español
El Ministerio israelí de Exteriores recriminó al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, su intención de reconocer el Estado palestino, porque, a su juicio, equivale a dar «una recompensa al terrorismo».

Genocidio
Un informe de la relatora de la ONU para los Territorios Palestinos, Francesca Albanese, que presentará hoy al Consejo de Derechos Humanos, concluye que hay motivos razonables para concluir que Israel está cometiendo un genocidio deliberado.

Lanzamientos
Las Brigadas Ezzedín al-Qassam, brazo armado de Hamas, mantiene su operatividad y ayer lanzó ocho proyectiles contra la ciudad israelí de Ashdod, en el primer incidente de este tipo en cerca de dos meses. El Ejército israelí dijo que dos cohetes fueron interceptados y que el resto impactó en zonas abiertas.