La Isla de Pascua busca, junto al resto del Pacífico, dejar de «recibir la basura del mundo»
La «urgente» situación por la protección de los océanos y el desafío de la contaminación por plástico reúne en una cumbre a una veintena de delegaciones de la Polinesia, Europa y Asia en la chilena Isla de Pascua, cuyo alcalde ha alertado de que su territorio está «recibiendo la basura del mundo».
En una petición junto al resto del Pacífico, la Isla de Pascua busca dejar de «recibir la basura del mundo». Así lo ha señalado su alcalde en el marco de la celebración de la Cumbre de Líderes del Pacífico 2024 por la Protección de los Océanos y el Desafío de la Contaminación del Plástico y Microplásticos de la Región.
Ese encuentro, que se celebra hasta el viernes en el territorio ubicado a 3.700 kilómetros de la costa continental chilena, es un foro «pionero» que busca combatir el flagelo del plástico, que representa el 85% de la basura marina.
«Hoy estamos convocados aquí en Rapa Nui –nombre indígena de la isla–, primero, para rememorar el sueño de nuestros ancestros que buscaron un lugar seguro para vivir y sustentarnos; segundo, como la isla más aislada del planeta, estamos recibiendo la basura del mundo», ha señalado el alcalde de Rapa Nui, Pedro Edmunds Paoa.
«La alerta tiene que salir desde aquí, porque ya no tenemos otro lugar para buscar dónde sobrevivir, hoy este lugar y nuestro planeta están inseguros», ha añadido.
Los primeros habitantes de Rapa Nui poblaron el territorio miles de años atrás huyendo de un cataclismo natural, una inundación progresiva de su tierra que los obligó a migrar desde la Polinesia.
Hoy, al igual que sus antepasados, los isleños hablan de un «cataclismo provocado por la humanidad» debido a la masiva polución de los océanos, que cerca las playas de la isla, de los países y territorios en la cuenca del Pacífico.
A diferencia de su viaje original, los rapa nui no tienen a dónde ir hoy, ya que la contaminación ha llegado al ‘ombligo del mundo’.
Garantizar el cuidado del planeta
Este encuentro internacional, que reúne a representantes de territorios como Hawai (EEUU), Fiji, Palau, Samoa, Tonga, Nueva Zelanda, Nueva Caledonia, la Polinesia Francesa, Galápagos (Ecuador), Canadá, y de Naciones Unidas, entre otros, pretende aportar un «potente» detonante desde el Pacífico a la discusión del tratado contra la contaminación de plástico que aún se discute en la ONU.
El alcalde ha afirmado que la cumbre puede «influir» en que las autoridades «garanticen el cuidado del planeta».
Ha asegurado que «tenemos que construir una figura tan grande como nuestros moais –las milenarias esculturas con forma humanoide de la isla–, metafóricamente hablando, para dar esta pelea y enorgullecer a nuestra descendencia».
Por su parte, la vicecanciller chilena y subsecretaria de Relaciones Exteriores, Gloria de la Fuente, ha destacado el «compromiso férreo por la defensa y protección de los océanos» que tiene su país, «siendo uno de los que más ha avanzado en esta materia».
«Este encuentro nos parece que es una oportunidad para ir encontrando soluciones a este problema multilateral. Las principales dificultades están en el alcance; esto se trata de reciclar, reutilizar, hacernos cargo del desecho y la producción, y ahí hay distintas miradas. Esperamos que se llegue a un acuerdo relevante», ha indicado la vicecanciller.
Superar esta crisis para 2040
Los esfuerzos internacionales para combatir este problema son múltiples, siendo la elaboración de un tratado multilateral para disminuir la presencia de plástico en los océanos uno de los más relevantes de los últimos años.
«El debate que se está dando en Naciones Unidas tiene que ver con una triple crisis planetaria: el cambio climático, la contaminación y el mantenimiento de la biodiversidad. El elemento contaminante quizás más importante en este momento es el plástico», ha señalado a la prensa la coordinadora residente de las Naciones Unidas en Chile, María José Torres Macho.
«Lo que vemos es un aumento del número de plástico presente en los océanos, con un 80% generado en tierra, y un 85% de la contaminación de los mares tiene que ver con este material», ha añadido.
Según la funcionaria internacional, una coalición contra la contaminación por plástico se formó en 2020 y apunta a superar esta crisis para 2040, «una meta de muy alto nivel» que necesita de un instrumento jurídico vinculante al que se puedan adherir los países.
Rapa Nui, que contiene el área protegida más grande de Latinoamérica, recibe cada año 4,4 millones de objetos de basura en sus costas, expuestas a dos grandes masas de plástico flotante que circulan por el océano producto de un sistema de corrientes circulares llamado Giro Oceánico Pacífico Sur.
La magnitud del problema los ubica en el corazón del debate global en esta materia, transformando al ‘ombligo del mundo’ en el megáfono de toda la Polinesia para frenar una crisis de proyecciones catastróficas.