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Entrevue
Javier Olaizola
Excapitán del Mallorca

«La final será otro partido diferente a la liga, el Mallorca es difícil de derrotar»


Javier Olaizola, antiguo capitán y entrenador del Mallorca: «El secreto de su éxito en esta Copa ha sido la poca presión en cada eliminatoria. Son un equipo muy difícil de derrotar con un gran planteamiento defensivo y no creo que el 4-0 de San Mamés pueda condicionar el encuentro de la Cartuja».

Olaizola, con la camiseta del Mallorca que vistió siete temporadas. (Gotzon Aranburu | Foku)

Siete años estuvo Javier Olaizola como jugador del Mallorca, llegando a ser capitán del equipo bermellón. Una carrera inolvidable en una época dorada para el club, puesto que alcanzó hasta la final de la Recopa. De hecho, en el último partido de la historia en esta competición, el 18 de mayo de 1999 (Mallorca 1-Lazio 2), Olaizola vistió el brazalete de capitán frente a una potencia del fútbol europeo.

Llegaron también dos títulos: la Supercopa de España en 1998 contra el FC Barcelona y la Copa del Rey en 2003, en aquella insólita final contra el Recreativo de Huelva en que los mallorquinistas se impusieron con doblete de un joven Samuel Eto’o y tanto de penalti de Walter «El Rifle» Pandiani, más tarde osasunista.

Siete años como jugador con 333 partidos jugados (tercero en la historia del club detrás de Paco Soler y Miguel Angel Nadal) y otros cuatro como entrenador entre cadete, equipo B y un par de relevos en la élite; una agónica salvación en Segunda en 2014 y 15 partidos al mando del primer equipo en la temporada 2016-17, en que, por contra, el Mallorca cayó a Segunda B.

Con otra final de Copa del Rey a la vista en la agenda para los baleares, ahora contra el Athletic, poca gente mejor que Olaizola para profundizar en el tema, desde el Bar Txoko en Lasarte-Oria, que regenta desde hace tres años y medio.

A pesar de estar aquí, ¿mantiene relación con gente del Mallorca?

Por supuesto. Mucha gente se ha quedado ahí desde la época en que estaba yo. Soy muy amigo, por ejemplo, del segundo entrenador, Toni Amor. Además hay chavales del actual primer equipo que fueron mis jugadores con el Mallorca B o con el cadete, como el capitán Antonio Raillo o incluso Abdón.

De cara a la final contra el Athletic, ¿cuáles son las sensaciones?

El Mallorca se ha metido contra todo pronóstico en esta final de Copa del Rey, nadie al principio de esta competición hubiera apostado un euro a favor de ellos. Eliminatoria tras eliminatoria se ha ido creando una ilusión terrible hasta las semifinales contra la Real Sociedad, que ha sido también un partido tremendo, y este también totalmente contra pronóstico. Ahora queda un solo encuentro y te digo que en 90 minutos puede ocurrir de todo.

Javier Olaizola, con la elástica de Euskal Selekzioa. (Gotzon Aranburu | Foku)

¿Cuál ha sido el secreto del éxito del equipo en esta Copa?

Pues diría que sobre todo la ilusión generada en cada eliminatoria, y sobre todo contra el Girona y luego contra la Real Sociedad. Esto se ha reflejado en el buen trabajo del equipo. Además, cuando no eres el favorito tienes la ventaja de que nadie te va a exigir nada. Jugar sin presión ha sido sin duda algo favorable. Y por cierto, el Mallorca tiene un buenísimo planteamiento táctico y sobre todo defensivo.

El trabajo de Javier Aguirre ha sido enorme, sin duda. ¿Cree que se va a «inventar» algo para la final?

Es un entrenador fiel a sus ideas futbolísticas. En el 80% de los casos mantiene un matiz claro sobre todo a nivel defensivo pero para el partido contra el Athletic igual podría cambiar algo viendo los delanteros tanrápidos que tienen los zurigorris.

¿El recién partido en San Mamés, aquel 4-0 de hace un par de meses, puede ser una referencia?

No creo. Yo estuve allí ese día y creo que el equipo estaba ya pensando en la semifinal de ida de Copa que iba a tener la semana siguiente. Fue un claro 4-0 pero la cabeza de los jugadores estaba más en el encuentro de Son Moix contra la Real Sociedad.

De todas formas la idea que da el Mallorca es la de un equipo bastante difícil de derrotar...

Los números no mienten, es difícil de derrotar y los rivales sufren cuando se trata de generarles ocasiones de gol. Quitando un par de partidos, de debacles evidentes en la Liga
como el 5-3 en Girona o el 4-0 en San Mamés, los resultados, aunque acabaran siendo negativos, han sido siempre ajustados.

«Jugué cuatro finales, gané dos y perdí dos; es todo una pasada, desde la despedida con los aficionados hasta el césped»

¿Qué va a ser más decisivo el 6 de abril, la poca presión sobre el Mallorca o las ganas del Athletic de levantar un título?

Es evidente que el Athletic va favorito, ya lleva años llegando a una final y ha perdido dos recientes contra la Real Sociedad y el Barcelona. Sin embargo estoy seguro de que el Mallorca hará todo lo posible para ganar este título que falta desde 2004 y es una enorme ocasión para ellos.

Ha estado en cuatro finales con el Mallorca, ¿qué significa jugar un partido así?

Todo lo que conlleva es maravilloso, desde la preparación del viaje hasta la despedida con los aficionados, luego llegar al campo, en este caso a La Cartuja de Sevilla... Yo tuve bastante suerte porque jugué cuatro finales, gané dos y perdí dos. Lo anterior a aquellos partidos fue una pasada, luego en el césped también las sensaciones son incomparables y si ganas el trofeo ya es el remate definitivo.