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Denuncian la tala de miles de árboles en una acción reivindicada por Lurraren Altxamendua

EHNE, ENBA y Gipuzkoako Baso Elkartea han denunciado «ataques» para «atemorizar» a los propietarios forestales, ante la tala de 11.000 árboles en Azpeitia, Zestoa y Berango, parte de una acción contra las grandes plantaciones, que Lurraren Altxamendua califica de «proyectos destructores».

EHNE, ENBA y Gipuzkoako Baso Elkartea han ofrecido una rueda de prensa para denunciar lo ocurrido. (ENBA)

Las organizaciones agrarias EHNE, ENBA y Gipuzkoako Baso Elkartea han denunciado «los ataques que proliferan para dañar y atemorizar a los propietarios forestales» y han exigido «una respuesta institucional firme».

En una rueda de prensa en Donostia, representantes de las citadas organizaciones han censurado que «la tala de 7.000 árboles en montes de Zestoa y Azpeitia ha sido el último episodio de unos sabotajes que no son algo nuevo en nuestros montes».

Dicha tala forma parte de una acción contra las plantaciones industriales de árboles, mediante la que se han cortado unos 11.000 árboles –reivindican que parte de la acción se ha llevado a cabo también en Berango–, según ha explicado la organización Lurraren Altxamendua en una nota.

Lurraren Altxamendua: «No son bosques»

«Son muchos los argumentos que tenemos para detener u obstaculizar las plantaciones industriales de árboles», explican. Según este grupo, «si bien la constante propaganda de la industria forestal dice lo contrario, hay que decir claramente que estas plantaciones no son bosques. Los bosques son ecosistemas complejos con diversidad de seres vivos, formados por plantas, hongos y animales de diferentes edades, tamaños, formas y colores».

Añade que estas plantaciones, «producidas con vistas al hambre de dinero de unos pocos», son semejantes a otros «proyectos destructores a detener» como son las autopistas, el TAV, la artificialización del terreno, las autopistas eléctricas o las macrocentrales de energías renovables.

Según denuncian, «detrás de estas plantaciones hay un claro ejercicio de blanqueamiento verde, las diferentes empresas se disfrazan de protectoras del medio ambiente, mientras que son los principales responsables del destrozo de los espacios naturales. Se esconden detrás del foco de neutralidad de emisión de carbono, dicen que cultivan mucho arbol y se pintan a sí mismos de verde. En el negocio de la madera, Smurfit Kappa, Iberpapel o Kutxabank son un claro ejemplo de capitalismo verde».

«Incomprensión»

Por su parte, EHNE, ENBA y Gipuzkoako Baso Elkartea han denunciado que «durante años» se han «anillado árboles para que mueran poco a poco, o ataques contra determinadas especies», al tiempo que han recordado los sabotajes en agosto de 2021 en Bizkaia y en abril y agosto del pasado año en Gipuzkoa, con «cortes de cientos de árboles» en Arratia, Arano y Azpeitia.

Han calificado estos hechos de «vergonzosos» y han trasladado su «incomprensión» ante la «impunidad» con la que algunas personas «provocan estos daños en plantaciones forestales».

Condena de la Diputación

Por su parte, Diputación Foral de Gipuzkoa, ha reiterado su «firme condena» ante los hechos denunciados, y se ha solidarizado con los propietarios forestales que están sufriendo las consecuencias de estos actos, que ha calificado como «vandalismo».

El diputado foral de Equilibrio Territorial Verde, Xabier Arruti, en un comunicado, ha considerado que este tipo de acciones son «inaceptables» porque «vulneran los derechos de las personas y las normas que compartimos como sociedad», además de dañar el «medio ambiente, escudándose en la defensa de la naturaleza y el ecologismo».

Al mismo tiempo, Arruti ha reiterado la petición de «respeto» hacia los propietarios forestales y su actividad, ya que «su actividad, labor y contribución resulta fundamental para el cuidado de nuestros bosques, nuestro medio ambiente y nuestro paisaje».