INFO

La elección del material, clave para prevenir incendios

Cuando se habla de prevenir incendios, lo habitual es pensar en detectores de humo o extintores, olvidando la importancia que tiene la utilización de materiales ignífugos o resistentes al fuego ya desde el diseño de la propia edificación.

Tanto en el exterior como en el interior es importante utilizar aislantes térmicos que puedan impedir la propagación del fuego. (GARA)

Las imágenes del incendio que el pasado mes de febrero consumió en pocos minutos todo un bloque de viviendas en Valencia llamaron mucho la atención y generaron un gran debate sobre la calidad de los revestimientos con los que se cubren las fachadas de los edificios.

El debate sigue abierto, ya que todavía no hay conclusiones determinantes sobre lo que causó que el fuego se extendiera tan rápidamente por todo el edificio. Pero lo cierto es que, a la hora de utilizar un material aislante u otro, tanto en el exterior de la vivienda como en el interior, es importante utilizar aislantes térmicos que puedan impedir la propagación del fuego o prevenir un incendio si el material no es inflamable.

Aunque cada vez es más habitual la utilización de materiales naturales como la celulosa o el corcho natural para aislar térmica y acústicamente una vivienda, todavía la mayoría de revestimientos se siguen realizando con productos derivados del petróleo como la espuma de poliuretano, que pueden presentar una reacciones problemáticas al fuego.

También existen otros materiales como las placas de pladur o las lanas de roca con propiedades ignífugas, que pueden resultar muy interesantes tanto para el aislamiento como para la protección del fuego. Pero empecemos por la celulosa.

La celulosa no es más que un aislante hecho a base de periódicos reciclados, que se trituran y se mezclan con sales bóricas, lo que da como resultado un material con propiedades aislantes similares a las que pueden tener los derivados del petróleo. Normalmente se aplica mediante su insuflado o proyección en trasdosados o tabiques tambor.

En cuanto a su propiedades ignífugas, los especialistas subrayan en primer lugar que no es lo mismo un material ignífugo o uno resistente al fuego. En el caso de la celulosa, señalan que no se puede hablar de que sea un material ignífugo, pero sí resistente al fuego y que no propaga llama.

Así, sostienen que aislar una vivienda con celulosa la protege perfectamente contra el fuego, ya que aunque en su fabricación se emplea papel de periódico, también se le añaden sales de boro que hacen que el resultado final dé como resultado un material aislante térmico que, además, evita la propagación del fuego, sin generar gases tóxicos y llegando a aguantar temperaturas de hasta 1.500 grados.

En la clasificación de la normativa europea -que establece siete niveles de resistencia desde la más alta a la más baja (A1, A2, B, C, D, E y F)-, la celulosa posee una clasificación B, siempre que posea un espesor superior a los 10 centímetros. Por debajo de ese espesor, tendría una clasificación E.

El corcho es otro material de origen natural que presenta un buen comportamiento frente al fuego. Al igual que la celulosa, no es un material ignífugo, pero sí resistente a las llamas. En la normativa europea, posee una clasificación E.

Su resistencia al fuego se manifiesta en la estabilidad mecánica de su masa, la estanqueidad a las llamas, la no emisión de gases tóxicos o inflamables y la no transmisión del calor.

Otro de los materiales muy utilizados, debido a su bajo precio, es la lana de roca, un producto que no es un derivado del petróleo, aunque para su fabricación se le añaden formaldeidos. Actualmente existen tipos de lana de roca que disponen de la máxima certificación de reacción al fuego (A1), lo cual quiere decir que son productos de aislamiento muy recomendados para prevenir la propagación de un incendio.

También existen placas de yeso laminado o pladur con la certificación A1 de resistencia al fuego. Se trata de placas elaboradas con yeso mezclado con fibras de vidrio, que se caracterizan por su función de retardo en la propagación del fuego, sin perder las características de las placas estándar a la hora de su manipulación. Se caracterizan por el color rosado exterior y se pueden utilizar en tabiques, trasdosados, techos, estructuras y franjas medianeras cortafuegos.

Para evitar sobrecalentamientos, nunca se deben conectar aparatos de gran consumo a los alargadores eléctricos.

Evitar situaciones de riesgo, sobre todo en la cocina y en los sistemas eléctricos

Además de utilizar materiales ignífugos o resistentes al fuego en los elementos estructurales de la vivienda, otro de los elementos clave en la prevención de incendios consiste en evitar situaciones de riesgo, sobre todo en la cocina y en los sistemas eléctricos. Y es que las causas más habituales de los incendios suelen ser los despistes en la cocina o las sobrecargas en alargadores o enchufes múltiples.

Estas son las principales medidas preventivas que recomienda el servicio de Bomberos de la Diputación de Gipuzkoa:

1. Instala detectores de humo (uno en cada habitación) por si ocurre un incendio y de monóxido de carbono (uno en cada planta) donde haya cocinas, chimeneas o calderas.
2. Revisa y mantén adecuadamente la instalación eléctrica, asegurándote de que todos los aparatos y conexiones eléctricas tienen una conexión adecuada a tierra.
3. Revisa y mantén adecuadamente la instalación de gas y la caldera.
4. Revisa y mantén adecuadamente tus electrodomésticos, con los cables en buen estado y sin que se acumule grasa en los de la cocina.
5. Ten mucho cuidado con estufas y calefactores portátiles, y mantén cojines y cortinas a una distancia prudencial.
6. Nunca conectes aparatos de gran consumo a un alargador eléctrico para evitar sobrecalentamientos.
7. Nunca almacenes compuestos inflamables cerca de los dispositivos de encendido.
8. Revisa los alargadores y tomas de enchufes múltiples.
9. Supervisa los fuegos cuando cocines y, si vas a ausentarte de la cocina, apaga todos los fuegos.
10. No uses los fuegos ni cocines cuando no te encuentres en un estado adecuado.
11. No fumes en la cama o tumbado en un sofá.
12. Ten cuidado si tienes velas, lámparas de aceite u otros aparatos que usen fuego para iluminar una habitación.
13. Ten cuidado con los adornos de navidad, especialmente con el árbol y sus luces.
14. Apaga bien los fósforos y los cigarros.
15. Toma precauciones con cachorros y nuevas mascotas.