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Unos 360.000 gazatíes huyen de Rafah mientras la ofensiva israelí se recrudece en Jabalia

El Ejército israelí retomó este domingo su operación militar en Jabalia, al norte del enclave, uno de los primeros lugares que atacó con dureza en octubre cuando empezó la ofensiva, mientras intensifica su operación en Rafah, de donde los palestinos huyen sin destino.

Una familia se prepara para abandonar Rafah. (AFP)

Israel expande su operación militar en Rafah, extremo sur de la Franja de Gaza, donde en una semana han huido de la violencia unos 360.000 gazatíes; mientras sus tropas recrudecen su ofensiva en el campo de refugiados de Jabalia, en el norte, donde hoy han muerto, al menos, 25 personas.

La Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA) estima en unas 360.000 personas las que han dejado esa ciudad desde la primera orden de evacuación del Ejército israelí el pasado lunes, mientras la artillería penetra cada vez más en el interior de la urbe, que acogía a 1,4 millones de gazatíes, la mayoría desplazados del resto de la Franja.

La ofensiva militar israelí se está cebando con intensidad en Jabalia, ciudad del norte de la Franja de Gaza donde las tropas han retomado su actividad y los bombardeos atacan sobretodo viviendas dentro del campo de refugiados del mismo nombre, el mayor del enclave.

«Las fuerzas de la ocupación han atacado las ambulancias en el campo de Jabalia, donde no pudimos llegar a (ayudar a) gran número de víctimas», ha denunciado el director de los servicios de emergencias en el norte de Gaza.

En toda la Franja han muerto en las últimas 24 horas al menos 57 personas y 82 han resultado heridas, con lo que el saldo de víctimas desde el 7 de octubre asciende a 35.091 muertos -la mayoría civiles incluidos 15.100 menores- y 78.827 heridos, además de 10.000 cuerpos desaparecidos bajo los escombros, según el Ministerio de Sanidad.

Asedio a Jabalia

Sobre la situación en el campamento de Jabalia, la agencia oficial palestina Wafa ha indicado que las fuerzas israelíes «rodearon y asaltaron» los centros de refugio y obligaron a cientos de personas a desplazarse al oeste de la ciudad.

El Ejército israelí retomó este domingo su ofensiva militar en esta ciudad de norte de Gaza, uno de los primeros lugares que atacó con dureza en octubre cuando empezó la operación de venganza tras los ataques de Hamas.

Como ocurrió en Zeitun, barrio de ciudad de Gaza, las fuerzas israelíes han reanudado su actividad militar en esos puntos del norte del enclave, ante «el retorno de combatientes de Hamas para reagruparse».

Egipto traslada a EEUU «los graves riesgos»

En este contexto, el Gobierno de Egipto ha advertido este lunes a EEUU que la ofensiva de Israel contra la ciudad de Rafah supone «graves riesgos de seguridad» y ha subrayado la importancia de reiniciar la entrega de ayuda al enclave a través del paso fronterizo, cuyo lado palestino fue tomado la semana pasada por el Ejército israelí.

El ministro de Exteriores egipcio, Samé Shukri, ha trasladado a su homólogo estadounidense, Antony Blinken, que los ataques israelíes suponen «una grave amenaza para la estabilidad en la región», según ha indicado el portavoz de la cartera, Ahmed abú Zeid.

Asimismo, ha señalado que ambos han abordado durante una conversación telefónica «la dimensión humanitaria y de seguridad» de la operación israelí y han abogado por la reapertura de los pasos fronterizos para la entrega de ayuda, según ha recogido el diario egipcio ‘Youm7’.

A su vez, Blinken ha mantenido contacto con el ministro de Defensa israelí, Yoav Galant, quien le ha asegurado que la operación en Rafah es «precisa», y está «enfocada en desmantelar los cuatro batallones de Hamas y hacerse con la seguridad del cruce con Egipto», por el que no entra ayuda humanitaria desde hace una semana.

Sin destino

«La gente no sabe adónde ir. Todo el mundo en Rafah, incluso en las zonas más al oeste donde aún no se ha ordenado la evacuación, se está marchando. En la calle, se preguntan los unos a los otros sobre cuál es el mejor lugar para desplazarse», ha señalado a Efe un gazatí desplazado en el barrio de Tal al Sultan, en el oeste de Rafah.

Afirma que reina el «miedo y la confusión», ya que la gente es reacia a desplazarse a lo que Israel ha designado como «zona humanitaria» para ellos, en el área costera de Mawasi, donde viven hacinadas cientos de miles de personas en tiendas improvisadas en la playa, sin agua potable ni saneamiento.

«La gente sigue llegando, han escapado con miedo y desesperación. Llegan con la mirada perdida sin saber donde instalar sus tiendas», indica Paulo Milanesio, coordinador de emergencias en Gaza de Médicos sin Fronteras, que ha repartido 250.000 litros de agua potable para una cobertura de 70.000 personas, pero aún insuficiente.